La egresada del ITESO fue reconocida como una de las 50 mujeres líderes del futuro en factores sociales, ambientales y de gobernanza corporativa por el programa de Reino Unido Women of the Future

Obtuvo el Premio a la Juventud Jalisco 2019; se hizo acreedora al Globant Awards Women that Build  en 2021 en la categoría Tech Entrepreneur y es ganadora de AT&T eNovadoras. Es fundadora y CEO de dos empresas, además ser creadora de la asociación civil Equalitics For Children y de la primera Escuela de Liderazgo feminista en Jalisco “Violetas del Anáhuac” y es cofundadora de Talent Woman, movimiento pensado para la inclusión de las mujeres en la ciencia, la tecnología, la innovación y el emprendimiento en estas áreas.  

Tiene apenas 32 años. Y recién hoy fue reconocida como una de las 50 mujeres líderes del futuro en factores sociales, ambientales y de gobernanza corporativa (ESG por sus siglas en inglés), por el programa Women of the Future y el Financial Times. Es Alejandra Rodríguez Navarro, consumada emprendedora y egresada de la Licenciatura en Diseño del ITESO.  

Aunque hoy en día se dedica al ámbito tecnológico, Alejandra reconoce que el ITESO jugó un papel importante en la construcción de la visión de lo que quería alcanzar más adelante. “El diseño ha sido mi diferenciador en muchos proyectos porque la creatividad es una herramienta de vida; mis herramientas de diseño y tecnología las ejerzo en todos mis proyectos”, señala. 

Durante la preparatoria, Alejandra se sintió constantemente restringida, sin oportunidad para opinar ni proponer. Eso cambió en cuanto pisó el campus del ITESO. “Sentí que había llegado a un espacio donde ya se hablaban de los temas de los que quería hablar. Entré a un ecosistema que me ayudó a desenvolverme”, dice. 

Al egresar de la universidad, Alejandra habría de sumarse a la empresa familiar. Ése siempre fue el plan. Sin embargo, una de sus últimas materias le abrió un panorama completamente distinto y la introdujo al de la programación, el desarrollo web y la tecnología. Entonces supo que también quería tener eso en su vida y se alejó del destino en la empresa familiar. 

Al poco tiempo de egresar, emprendió un negocio de cinturones. Aunque muy exitoso, fue un negocio efímero al que no le dio una estructura firme y duró menos de un año. En ese momento, un accidente la dejó en cama por un mes, con un esguince de tercer grado y mucha incertidumbre acerca del rumbo que llevaba su vida. 

Alejandra siguió el consejo de su madre para descansar, recuperarse y capitalizar lo aprendido de ese primer emprendimiento. Así que, con sus últimos ocho mil pesos, contrató a un programador, rentó una minioficina y tomó un curso de marketing digital en línea. Nació en 2014 Krrrunch, empresa de consultoría y desarrollo de software especializado en comercio electrónico. Nueve años después, Heineken, Todo para sus Pies, Herdez y Cklass son algunos de sus clientes. 

A partir de Krrrunch, Alejandra encontró una pequeña comunidad de mujeres en la tecnología y, con ello, una de sus pasiones: el feminismo tech. Arropada por esta comunidad, empezó a dar conferencias sobre emprendimiento y comercio electrónico en foros afines. Sin embargo, encontró que la audiencia pedía que ella hablara sobre lo que se siente ser mujer en un ambiente tecnológico.  

“Me explotó la cabeza al encontrar que eso era una necesidad. ¿Que qué se siente ser mujer? Pues me baja cada mes y uso sports bra para que no me reboten las bubis”, dice. Desde entonces, no ha soltado la bandera feminista e incluso encontró otras plataformas para ondearla a la vista de miles: fue invitada a ser cofundadora de Talent Woman. Desde ahí, el mensaje es claro: “A las mujeres nos conviene que haya mujeres en tecnología; que se normalice que estemos ahí”, afirma. 

Innovación para la resolución de problemas 

Sabedora de lo que un poco de innovación, creatividad y tecnología puede hacer por un problema, Rodríguez Navarro lanzó su segundo emprendimiento en el afán de responder a un enorme reto: digitalizar el comercio más tradicional de México. 

A la tiendita de la esquina todo el mundo le quiere vender y nadie puede. Más bien, nadie podía. Alejandra Rodríguez y su socio, Diego González Aguirre, idearon una plataforma para facilitar los canales logísticos y acercar a proveedores con las tienditas, considerando que las marcas alimenticias estiman que hasta 70 por ciento de sus utilidades provienen de estos negocios. 

La solución propuesta es iBasto, una plataforma que le permite al dueño o a la dueña de la tienda surtirse desde una sencilla web app. Para crear la experiencia de usuario, la dupla se basó en los cuadernos tradicionales de quienes llevan la tiendita. El resultado es una interfaz sencilla e intuitiva que resuena bien con las necesidades de los usuarios. 

La pandemia favoreció la aceptación y el crecimiento del proyecto, ya que las personas prefirieron seguir comprando en las tienditas y no en los grandes supermercados. Para escapar a las aglomeraciones, los dueños de las tienditas también dejaron de ir al abasto. En coyuntura, las necesidades de comunicación que trajo consigo la pandemia obligaron a que muchas personas se hicieran de un smartphone para estar en contacto con sus familias, lo cual les dio acceso a internet.  

Actualmente tienen más mil 200 productos en catálogo, 600 tienditas clientes y alrededor de 6 mil 800 más en lista de espera. Hay cobertura en 170 colonias de la Zona Metropolitana de Guadalajara, con planes de expansión en próximos meses. 

A futuro

Para Alejandra, su misión en la vida es poner su talento a disposición de un bien social. “Soy una persona en un mundo con muchos problemas, siento que es mi responsabilidad aportar algo. Mi talento es entender la tecnología por eso la llevo a lugares donde la gente cree que no se necesita: a proyectos, empresas, modelos de negocio, a niños en vulnerabilidad económica”, dice. 

A los estudiantes de la comunidad universitaria del ITESO recomienda disfrutar la oportunidad que tienen para absorber todo el conocimiento que la universidad tiene para darles. “Exploren, platiquen, opinen. Disfruten de la diversidad de herramientas que el ITESO ofrece, porque eventualmente les van a servir en la vida”, asegura. 

FOTO: Luis Ponciano