Devolver los platos que se usan en el desayuno o la comida al área de lavado de vajilla es también colaborar con la sustentabilidad del ITESO 

Cuando se piensa en ser sustentables,

 

tal vez lo que te imaginas son grandes acciones: calentar el agua del Domo Deportivo con celdas solares, o tener una planta de tratamiento de aguas residuales. Todas estas referencias son correctas. Pero hay otras acciones para la sustentabilidad en el campus en las que cada integrante de la comunidad puede ser partícipe y, aunque tal vez parezca que ciertas buenas prácticas no impactan tanto al ecosistema sustentable de la universidad, en realidad todo suma. Hasta el hecho de colocar los platos, los cubiertos y los vasos que usaste para tu comida al área de lavado de vajilla de la cafetería central. 

Y es que, aunque dé la impresión de que no tiene importancia dejar los platos en el jardín, en la cocineta de la oficina o, por descuido, ponerlos en la basura, lo cierto es que para el sistema ideado con el fin de dejar de usar los desechables, el ciclo debe completarse como se planeó. 

Mayra Martínez, encargada de cafeterías del ITESO, invita a los integrantes de la comunidad a colaborar “haciendo un buen uso de la loza trayéndola al área de lavado de vajilla, donde tendrán la oportunidad de apoyarnos como primer paso con la separación de los residuos orgánicos, inorgánicos y reciclado. Posteriormente podrán depositar sus utensilios en los racks que se encuentran en la misma cafetería central”. 

Éste es el primer paso para que platos, vasos y cubiertos estén siempre disponibles. Los siguientes pasos van por cuenta de quienes están a cargo del área de vajilla: hacen un segundo proceso de escamoche (separación), preenjuagan y después los colocan en la máquina que lavará y desinfectará a una temperatura de 85 grados, para luego secarlos y que queden listos para usarse.  

“Mes a mes se realizan análisis microbiológicos a la loza y a la máquina para garantizar su higiene y, de esta manera, brindar seguridad al comensal de que todo cumple procesos de inocuidad”, agrega la encargada de cafeterías. 

Este proyecto inició en 2019, antes de que la pandemia interrumpiera la presencialidad y el cambio en las prácticas características de los itesianos.  La Oficina de Compras, en equipo con Servicios Generales, la Materioteca y el colectivo estudiantil RedUc, armó un plan para reducir el impacto ambiental que tenía el uso de desechables, y también se consiguió la puesta en funcionamiento de una lavadora de vajilla. 

Tan sólo en la compra de los platos, tazones, vasos y cubiertos se invirtieron cerca de 500 mil pesos. Con esto, se redujo 90 por ciento el uso de desechables sólo en los locales de la cafetería central, proporción que sigue vigente. 

Como en todo proyecto, señala Mayra Martínez, se tenían previstas las posibilidades de qué tanto funcionaría o no: “en cuanto a la merma, se tenía contemplado una pérdida máxima de 10 por ciento; lamentablemente, hoy ya se superó esa cifra: tenemos una pérdida de 53.4 por ciento”. 

Detalla que en el primer trimestre del año ya se invirtieron cerca de 60 mil pesos para reponer los utensilios perdidos, y estima que de continuar la tendencia se tendría que invertir unos 100 mil pesos para recuperar la merma de loza durante el semestre de Primavera 2022; esa reposición es indispensable, puesto que se tiene que continuar brindando este servicio a la comunidad. 

“Solicitamos que nos apoyen en no tirar los platos, vasos y cubiertos a los botes de basura, ya que nos hemos encontrado en distintas ocasiones con esta situación. Es importante mencionar que toda la vajilla con la que contamos no es desechable”. 

Mayra Martínez señala que “consideramos que, haciendo pequeñas acciones, se pueden lograr grandes cambios, y qué mejor que ayudar al planeta”. 

FOTOS: Roberto Ornelas