María Nazaret González, egresada de Ciencias de la Comunicación del ITESO, promueve desde que estudiaba el PAP “Escucha México”, la aprobación oficial del uso de cubrebocas transparentes en instancias de gobierno y en negocios para favorecer la atención de las personas con discapacidad auditiva.

En los inicios de la pandemia María Nazaret González tuvo que salir, como todos, al supermercado, al banco, a la tienda. Encontró que todos usaban cubrebocas de tela o de otros materiales. Se dio cuenta de cuánto había cambiado el mundo y mucho más para alguien como ella que “escucha” leyendo los labios. 

“Me pegó duro darme cuenta de que una de las principales herramientas para ‘escuchar’, que es leyendo los labios de los demás, se convirtió en todo un reto e impedimento para mí y todas las personas con discapacidad auditiva”, cuenta la egresada de Ciencias de la Comunicación del ITESO. 

Ella, como el 90 por ciento de personas con discapacidad auditiva, desarrolló la habilidad de leer los labios, así que el hecho de que todas las personas que ofrecen un servicio al público usen cubrebocas tradicionales los aísla y los hace depender de alguien más para poder resolver su día a día.  

María encontró que los cubrebocas transparentes “podían devolverme la confianza y sensación de felicidad de poder ‘escuchar’ a los demás sin tener la inquietud y confusión que pasaba con los cubrebocas tradicionales” y en agosto del 2020 se involucró con la iniciativa mundial Cubrebocas Transparentes y la cual llevó al Proyecto de Aplicación Profesional “Escucha México” del ITESO. 

El movimiento inició en España con el activista Marcos Lechet quien se manifestó con un cubrebocas sobre el que escribió “Soy sordo no te leo los labios” (https://www.tododisca.com/marcos-lechet-sordo-no-te-puedo-leer-los-labios/). María y Marcos se hicieron amigos a través de las redes sociales y la invitó a ser la cara de la iniciativa en México. 

“Al vivir de primera mano la frustración de no poder ‘escuchar’ no lo pensé dos veces y acepté participar en una lucha para apoyar a más de 12 millones de personas con discapacidad auditiva en México y arrancó la iniciativa en octubre 2020 con una petición en la plataforma Change.org que a la fecha tiene más de 23 mil firmas. 

La iniciativa #MéxicoCubrebocasTransparentes es parte de un movimiento mundial de más de 72 millones de personas con discapacidad auditiva que viven la barrera del uso de los cubrebocas tradicionales en esta pandemia por covid-19. Y más de 10 países (Colombia, Uruguay, E.U.A, España, China, Italia, etc.) cuentan ya con una ley o norma de uso de los cubrebocas transparentes en los sectores públicos y privados para facilitar la comunicación de las personas con discapacidad auditiva. 

Desde el PAP que llevan las profesoras Paola María Carroll y Laura Romero brindan apoyo en áreas como el manejo de redes sociales, la generación de materiales para la plataforma Change.org y en las presentaciones conjuntas con empresas y autoridades locales y nacional como sucedió el pasado 31 de marzo en la Cámara de Diputados federal. 

María logró ponerse en contacto con la diputada federal Laura Barreda de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables quien se sumó a la iniciativa ayudándoles a acercarse a la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios ​(Cofepris) para impulsar el uso de cubrebocas inclusivos (transparentes).  

“Nos invitaron a la asamblea de Salud Auditiva en los canales de la Cámara de Diputados dándonos el espacio para presentar la iniciativa #MéxicoCubrebocasTransparentes donde dialogó sobre los problemas que las personas con discapacidad auditiva viven en la pandemia con el uso de los cubrebocas tradicionales. 

Paola Carroll explica que los siguientes pasos para la iniciativa es lograr que tanto la Secretaría de Salud Federal y la Cofepris les reciban para explicarles la necesidad apremiante de que autoricen o inicien el protocolo para elaborar una normativa que permita a empresas certificar sus cubrebocas transparentes. 

María destaca el esfuerzo de emprendedores e instituciones mexicanas que con sus empresas de cubrebocas transparentes ya se han sumado a esta iniciativa que son Cubrevita, Smile Guard, Brankia, Mask Off y varias más que han promovido en sus productos la finalidad de apoyar a la comunidad sorda de nuestro país”. 

Paola Carroll agrega que están en contacto con la Secretaría de Inclusión de Zapopan quienes están interesados en que los servidores que están en contacto con la ciudadanía usen estos cubrebocas y esperan que las empresas también se sumen a esta iniciativa. “Hay personas adultas con esta discapacidad y llevaban de manera independiente su vida y ahora requieren el apoyo de un familiar o de un amigo para hacer trámites” además, de que hay quienes perdieron su trabajo al no poder leer los labios de los clientes. 

María, por su parte, confía que otros estados del país se irán sumando a la iniciativa. “Mientras tanto, seguimos luchando para implementar una norma para el uso de los cubrebocas inclusivos transparentes y para que se norme su uso en los sectores públicos y privados para cuando se presente una persona con discapacidad auditiva a solicitar un servicio utilicen un cubrebocas inclusivo para atender y ofrecer el servicio de calidad que merecemos”.  

“La solución está en los cubrebocas transparentes pues invitan a disfrutar de un mundo más equitativo y respetuoso frente a las diferencias de una persona con discapacidad auditiva y una persona oyente. México es unos los países que lamentablemente todavía no cuenta con la homologación y aprobación de un cubrebocas “inclusivo” transparente con lo que esto representa para una comunidad como la mía.”

Inclusión no sólo es tener intérpretes de señas

La egresada del ITESO reconoce que, aunque hay avances en materia de inclusión de las personas sordas como la obligación de que las películas en español tengan subtítulos o el contar intérpretes de lenguaje de señas en algunas conferencias, todavía “estamos en pañales”. 

“De toda la comunidad con discapacidad auditiva solo un pequeño porcentaje conoce o habla lengua de señas, la gran mayoría de nosotros leemos los labios y, por ejemplo, las autoridades solo usan cubrebocas tradicionales y no podemos ‘escucharles’. Seguimos siendo una minoría y recibiendo la atención de una minoría. Necesitamos de la empatía de los demás para poder ser visibles a toda la comunidad y lograr su apoyo. No solo se trata de que nosotros usemos esos cubrebocas, todo mundo debería de hacerlo si fuéramos empáticos”. 

Con la pandemia, ¿se está poniendo atención en la inclusión de personas sordas? 

El gobierno y la sociedad no entienden aún o no son sensibles a nuestras necesidades, por ello seguimos siendo una comunidad vulnerable e invisible. 

Ha sido difícil mostrar lo que vivo cada vez que salgo a calle y no poder “escuchar” completamente a los demás. Me aferro mucho a mis aparatos auxiliares y los pocos decibeles que percibo debido a la hipoacusia que tengo, hago todo el esfuerzo posible para poder escuchar a quienes portan un cubrebocas tradicional. A pesar de que debemos respetar la distancia por seguridad, a veces necesito poner mis oídos lo más cerca posible de la persona que me está hablando para poder recibir completamente la información que me quiere comunicar, pero sigue siendo imposible escuchar completamente al no poder leer los labios del otro y eso ha sido sumamente frustrante. La lectura labio facial permitía sentirme segura y confiada de mí misma, ser independiente y podía juntar las piezas de los sonidos que mi oído no capta bien para completar toda la información y poder armar el rompecabezas de la conversación. 

Como sucede desde inicio de la pandemia, sigo sin poder tener un buen servicio al cliente y disfrutar una conversación normal. Son los miembros de mi familia quienes usan cubrebocas transparentes para transcribirme lo que no puedo “escuchar” por los cubrebocas tradicionales. Esto me da muchísima tristeza, el ver como toda la sociedad se muestra poco sensible para hacer que las personas como yo, con discapacidad auditiva, puedan tener una vida cotidiana sin mayores obstáculos que los retos que ya de por sí se nos presentan al no poder “escuchar”.  

Ha sido difícil encontrar la manera de hacer llegar mensaje para que la sociedad entienda lo urgente y necesario que es aprobar y homologar los cubrebocas transparentes en México, pues no solo lo estoy viviendo yo, sino más de 12 millones de personas con discapacidad auditiva en México que nos estamos aislando a causa de los cubrebocas tradicionales. 

La solución está en los cubrebocas transparentes pues invitan a disfrutar de un mundo más equitativo y respetuoso frente a las diferencias de una persona con discapacidad auditiva y una persona oyente. México es unos los países que lamentablemente todavía no cuenta con la homologación y aprobación de un cubrebocas “inclusivo” transparente con lo que esto representa para una comunidad como la mía. 

¿Hacia dónde debemos avanzar? 

Debemos promover la conciencia ciudadana, la justicia social, la equidad, la empatía en toda la sociedad. No creo necesario que alguien tenga que pasar por lo que yo he pasado para entenderlo. Si fuéramos solidarios y empáticos sería mucho más sencillo. Al ponernos en el zapato del otro entenderíamos más fácilmente los retos que cada uno de nosotros enfrenta. Se requiere que tengamos eco en todos los ámbitos, que no sólo nos escuchen, sino que ayuden a solucionarlo. Saberlo no es la solución, actuar y hacer algo al respecto es el camino.  

Puedes ayudar a visibilizar este problema que pasa desapercibido por la mayoría de las personas acercándote a la iniciativa en: http://chng.it/6CmgD9zN