Estudiantes y académicos del ITESO trabajaron con pares de la Universidad de Surrey en torno a sistemas constructivos que tienen en el bambú su elemento principal
El bambú ha sido un material utilizado en la construcción desde hace siglos, gracias a sus propiedades físicas y mecánicas así como por su alta disponibilidad en zonas tropicales. Desde 2022, esta planta también se ha convertido en elemento esencial para otro tipo de construcción: la de una estrecha colaboración entre el ITESO y el Centro de Investigación de Estructuras Espaciales de la Universidad de Surrey, en Reino Unido.
Desde el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “Tecnología apropiada para la generación de sistemas constructivos”, liderado por Nayar Gutiérrez Astudillo, académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) del ITESO, estudiantes de Ingeniería Civil y de las licenciaturas en Arquitectura y Diseño de Indumentaria y Moda pudieron trabajar con sus pares de la universidad europea, quienes forman parte del Proyecto Diseño, Montaje y Desmantelamiento de una Estructura de Celosía a Gran Escala —o Proyecto DAD, según sus siglas en inglés.
Dicha colaboración abarcó dos etapas de trabajo a distancia en las que se diseñaron y construyeron estructuras, para luego recibir a un grupo de académicos y estudiantes de la Universidad de Surrey en las instalaciones del ITESO en Otoño de 2022, en aras de seguir abonando al desarrollo de conocimiento y nuevas técnicas en torno a sistemas constructivos desde el taller práctico Bamboo and Tensile Membrane Structures.
Alireza Behnejad, director del Centro de Investigación de Estructuras Espaciales, señaló que este intercambio de saberes fue una oportunidad importante para socializar el uso del bambú y acrecentar el interés de la comunidad académica en sus propiedades. Señaló que el grupo de estudiantes a su cargo vino a aprender de ingenieros y expertos locales sobre las técnicas de aplicación del bambú en construcciones reales, así como a interactuar con los alumnos itesianos y, con ellos, aprender en comunidad.
El curso se enfocó en el diseño y la construcción de estructuras de bambú, pruebas experimentales para determinar las propiedades mecánicas de este material, fundamentos de las estructuras de membranas y actividades de modelos a pequeña y gran escala para desarrollar e implementar ideas de construcción. Los estudiantes jugaron con diferentes elementos para modelar las estructuras de bambú, como cuerdas, cadenas y pesos, a fin de lograr los cambios en las varas para hacer viables las construcciones. Asimismo, experimentaron con materiales como concreto, alambres y PVC para hacer las conexiones de las estructuras.
En este taller participaron 12 estudiantes de pregrado y posgrado de la institución europea, provenientes de Egipto, Alemania, Irán, Pakistán, Polonia, Rumania, España, Sri Lanka y Reino Unido.
La relación entre el ITESO y la Universidad de Surrey data del 2016. Behnejad afirmó que esperan que en el corto plazo esta colaboración pueda abarcar otros temas de gran importancia para ambas instituciones, como la calidad del agua.
Material sustentable y con un toque de ingeniería
A pesar de que no es una planta nativa de Reino Unido, desde el Centro de Investigación de Estructuras Espaciales de la Universidad de Surrey se trabaja con este material con un enfoque de ingeniería, a fin de aprender de sus virtudes y potenciales aplicaciones para la industria de la construcción.
“Se trata de un material sustentable que podemos aprender a emplear en construcciones en todo el mundo. Necesitamos reintroducir el bambú como una opción para las nuevas generaciones, considerando las necesidades de sustentabilidad a las que se enfrentarán”, mencionó Alireza Behnejad.
El investigador lamentó que, a pesar de ser una planta muy disponible en zonas tropicales, las comunidades locales no hayan sabido reconocer su potencial como material para construcciones más complejas. Insistió en la necesidad de innovar para reducir el impacto ecológico de la industria de la construcción, toda vez que ésta es la culpable de hasta un 40 por ciento de la huella de carbono en todo el mundo. Una manera de atajar el problema, consideró, es utilizando menos materiales y que éstos sean más ligeros.
“En la mayoría de los casos, (las comunidades locales) piensan que el concreto y el metal son buenos materiales para construir y que el bambú no combina con éstos. Ojalá se den cuenta de la importancia de utilizar para su beneficio lo que tienen a la mano, para que esta combinación de elementos ayude a mejorar la calidad de construcción y reducir la huella de carbono”, dijo.
Desde el Centro de Investigación de Estructuras Espaciales de la Universidad de Surrey, una de las líneas de investigación se basa en el uso de materiales naturales y altamente disponibles por sobre otros más tradicionales, con ciclos de vida más acotados y procesos de manufactura más nocivos para el medio ambiente.
A pesar de todas las bondades que ofrece el bambú, los retos desde el punto de vista de la ingeniería no son pocos y abarcan desde el mejoramiento del material hasta el diseño de los nodos y el uso complementario de otros materiales para potenciar las estructuras hechas a base de bambú.
“En talleres como éste, realizado con colegas del ITESO, lo que intentamos es atacar estos problemas desde un enfoque práctico. El bambú es un gran material”, apuntó.
Una experiencia completa
El taller de dos semanas de duración se redondeó con conferencias de expertos estructuras espaciales y bambú, así como de visitas de campo y recorridos turísticos en algunos puntos de Nayarit y Jalisco.
Jake Yeadon, ingeniero civil por la Universidad de Surrey, compartió que la visita al ITESO cumplió con todos los objetivos académicos que se plantearon. “Los estudiantes del ITESO nos han hecho sentir verdaderamente bienvenidos y se han esmerado por hacernos parte de su clase”, dijo.
“Definitivamente regresaría a México, dos semanas son muy pocas. Si algún estudiante del ITESO quisiera ir a la Universidad de Surrey, estoy seguro de que nos encargaríamos de devolver el favor y recibirlos con los brazos abiertos”, afirmó.
La cultura, la gastronomía y la parte social convirtieron este viaje en una experiencia integral, señaló Hanna Stoneman, estudiante de tercer año de Ingeniería Civil en la Universidad de Surrey.
FOTOS: Luis Ponciano