Un amplio programa de actividades se ofrecerá para explorar las formas en que el arte y la espiritualidad son vías para la construcción de paz y la imaginación de un futuro mejor desde el presente
Los próximos días 28, 29 y 30 de marzo tendrán lugar en el ITESO las Jornadas por la Paz, que comprenden un programa de actividades orientadas a reflexionar sobre las posibilidades que tenemos para remontar un tiempo saturado de violencia y sufrimiento, y que estarán centradas en la vivencia del arte y de la espiritualidad como formas de construcción de mejores condiciones para la paz, con más justicia y menos desigualdad.
El pasado lunes 13 de marzo, el Rector Alexander Zatyrka, SJ, recordó, en su colaboración semanal para el noticiero Buenos días, Metrópoli, que en agosto de 2022 las instituciones educativas confiadas a la Compañía de Jesús en México realizaron la Jornada Universitaria por la Paz con Justicia, a través de la cual se buscó propiciar un espacio para reflexionar sobre la situación que vivimos. La intención, afirmó el Rector, era contribuir «al objetivo común de construir una sociedad en paz, en donde impere el diálogo, y en la que todas y todos tengamos oportunidad de imaginar e impulsar un futuro digno y esperanzador».
Las Jornadas por la Paz de este 2023 buscan dar continuidad a aquella iniciativa. El hecho de que esta vez estén dedicadas a explorar las relaciones entre el arte y la espiritualidad obedece a que se trata de medios óptimos para cultivar la paz y la convivencia, afirmó el Rector: «Estamos convencidos de que la creatividad y las diversas expresiones humanas nos acercan más y nos ayudan a reconocernos como integrantes de una gran comunidad global».
«Queremos que espacios como éstos se conviertan en una práctica cotidiana entre la ciudadanía, porque con ello podemos ofrecer una alternativa a la agenda mediática y política dominante, cuya orientación nos puede conducir fácilmente a subrayar el desánimo, la violencia y la confrontación», agregó.
La Jornada de 2022 se organizó a raíz del asesinato, en Cerocahui, Chihuahua, de los sacerdotes jesuitas Jvier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, junto con el Sr. Pedro Eliodoro Palma, en junio del año pasado, un hecho que sacudió la conciencia pública ante la normalización de la violencia en nuestro país.
«Sabemos que la situación de nuestro México es grave y que la estrategia que impera para la atención de la violencia amerita una urgente revisión», señaló Zatyrka en su artículo. «También nos impulsa y orienta nuestro compromiso de cultivar la esperanza en una sociedad necesitada de horizontes que nos saquen de la inmovilidad y el conformismo. Entre las instituciones educativas confiadas a la Compañía de Jesús compartimos el objetivo central de formar nuevas generaciones de personas que, sin importar su edad, su orientación o sus creencias, se congreguen en torno al anhelo de transformar para bien a nuestra sociedad. […] Nos motiva el respeto irrestricto y preponderante por los derechos humanos. También nos importa sobremanera ser promotores del encuentro y el acercamiento entre los opuestos, porque creemos que la escucha comprometida y la empatía son fundamentales para la reconciliación».
Con el ánimo de sumar voces y voluntades a estos propósitos, y en la convicción de que el camino que nos llama es el de la esperanza, las Jornadas por la Paz, la participación activa de nuestra comunidad universitaria terminará de dar todo su sentido a este esfuerzo por imaginar un futuro mejor desde el presente que habitamos.