Durante la Jornada de Investigación y Posgrado 2021 el eje de reflexión fue el intempestivo arribo de las plataformas digitales debido al confinamiento, por lo que se vislumbraron escenarios para dar una mejor respuesta a quienes cursan un posgrado

Es cierto que la respuesta de las instituciones de educación, de todos los niveles, ante el confinamiento ocasionado por la pandemia de covid-19 fue admirable, ya que de manera intempestiva tuvieron que mudar toda su actividad presencial a las plataformas digitales. También es cierto que en muchos casos se trató de esfuerzos improvisados que, a un año de distancia y con una nueva cotidianidad instalada en los procesos de enseñanza-aprendizaje, vale la pena revisar y reformular para seguir ofreciendo educación de calidad. Esos fueron los ejes de reflexión durante la Jornada de Investigación y Posgrado 2021, que con el tema “Los posgrados y los retos de la educación apoyada por las tecnologías”, tuvo lugar de manera virtual el pasado 2 de junio. 

Durante su mensaje de bienvenida, Luis Arriaga, SJ, rector del ITESO, señaló que luego de un año de confinamiento y actividades a distancia “es momento de reflexionar sobre lo que ha sucedido pero, sobre todo, lo que va a suceder. Debemos ponderar qué de lo que hacíamos vale la pena recuperar y cómo, y de qué actividades debemos prescindir”. Si bien, dijo, la pandemia tuvo consecuencias negativas como un descenso en la matrícula de posgrado de muchas universidades, también es cierto que la covid-19 propició “un salto hacia adelante que de otro modo habría tardado varios años más”. En ese sentido, el Rector destacó que ya hay algunas estadísticas que reflejan que los estudiantes de posgrado prefieren los esquemas híbridos —presencial y a distancia— por encima de cualquiera de las dos opciones separadas.  

Respecto al uso de la tecnología, Arriaga Valenzuela señaló que ahora lo importante es “impulsar nuevas mediaciones tecnológicas”, mientras que el desafío es “encontrar lo mejor de los mundos virtual y presencial”. Finalizó su intervención señalando que los actuales son tiempos difíciles para la investigación, sobre todo en lo relacionado con los apoyos del gobierno federal, pero reiteró que lo importante es seguir impulsando “una investigación de calidad y con pertinencia social”. 

Catalina Morfín, directora general Académica del ITESO, celebró la realización de la que calificó como “una saludable tradición institucional” y dijo que la Jornada de Investigación y Posgrado es una “oportunidad para reunirnos y reflexionar sobre las labores sustantivas de la universidad”. Destacó que la pandemia llevó a una reflexión “sobre lo verdaderamente importante en la educación del posgrado: la centralidad de la persona”. La académica del ITESO señaló que cualquier mejora del posgrado debe pasar por convertir la oferta en “espacios para imaginar y diseñar una nueva realidad basada en la colaboración, la flexibilidad y el cuidado, ofreciendo respuestas creativas e innovadoras para construir un espacio que permita enfrentar la irracionalidad del sistema vigente y cambiarlo por uno nuevo que garantice la paz, la concordia y la verdad”. 

Para cerrar la bienvenida, Bernardo Masini, coordinador de Investigación y Posgrado del ITESO, señaló que la jornada estaba dedicada para la académica Amparo Ruano y después mencionó que a un año de confinamiento es un buen momento para hacer “un corte de caja autocrítico para reconocer aciertos y errores en la respuesta ante la pandemia. Aunque ya llevamos dos décadas de este siglo, algunos profesores tuvieron su primer acercamiento con las tecnologías de la información y la comunicación”.

Retos y posibilidades 

La primera mesa de la Jornada de Investigación y Posgrado estuvo centrada en las posibilidades y retos de la educación mediada por las tecnologías. En ella participaron Adriana Ávila, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Colombia; Yolanda Quintero, titular de la Comisión Estatal para la Mejora Continua en Jalisco; Itzia Gollás, encargada del área de Seguimiento al Sistema Educativo Estatal; y Liliana García, del Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO, quienes respondieron a las preguntas que les fueron planteadas por Ninfa Pérez, coordinadora de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica. 

La primera pregunta versó sobre los retos que enfrentaron los posgrados. Adriana Ávila señaló que el principal fue dar respuesta a los cambios que iban apareciendo y hacerlo siempre desde la incertidumbre. Itzia Gollás enlistó tres situaciones: las relacionadas con lo instrumental, las relacionadas con la gestión y, finalmente, las relacionadas con el proceso de enseñanza-aprendizaje. 

Por su parte, Liliana García identificó cuatro retos: los tecnológicos, la gestión del personal, los retos pedagógicos y la atención a los estados socioemocionales de docentes y alumnos. Para cerrar la primera ronda, Yolanda Quintero dijo que lo importante era responder a la pregunta de qué tipo de conocimiento se quiere generar. 

La segunda pregunta estuvo relacionada con la posibilidad de llevar al terreno virtual lo que ocurría en el aula de manera presencial. Para Itzia Gollás, lo importante es identificar qué debe seguir siendo presencial, qué sincrónico y qué asincrónico, así como impulsar el aprendizaje interdisciplinario. Liliana García dijo que es fundamental diferencial entre “enseñanza remota de emergencia” y la educación virtual, que requiere un diseño planeado e intencionado. Yolanda Quintero subrayó la importancia de que el aprendizaje ocurra “en comunidad, para repensar juntos el hecho educativo”, y llamó a no perder de vista las necesidades de los docentes ya que muchos de ellos, aunque poseen el conocimiento, no tienen afianzado el aspecto pedagógico. 

Para cerrar, las cuatro ponentes fueron cuestionadas sobre qué prácticas debían considerarse en el proceso de enseñanza aprendizaje. Adriana Ávila señaló que es necesario generar aprendizajes significativos y una verificación constante de las expectativas para ir adecuando los modelos de ser y hacer. Itzia Gollás señaló que todo aquello que deba ser considerado ha de ser comunitario, flexible, humilde y centrado en las personas, además de evaluable. Liliana García llamó a pensar en una oferta de posgrado que responda de manera más interdisciplinar a los problemas que han quedado evidenciadas con la pandemia y Yolanda Quintero concluyó haciendo un llamado a recuperar la formación de investigadores que generen conocimiento pertinente para este momento histórico.

Jornadas de investigación y posgrado 2021

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