El ITESO se sumó a la convocatoria del Consejo Regional Wixárika por la Defensa de los Lugares Sagrados, realizando un Altar Espejo en defensa de Wirikuta

Por Alejandra Guillén

 

El pasado viernes 18 de marzo, los integrantes de los centros ceremoniales de la Nación Wixárika se reunieron en el Cerro del Quemado, ubicado en el desierto que ellos nombran como Wirikuta, en Real de Catorce, San Luis Potosí para realizar un Altar Espejo en defensa de Wirikuta. Paralelamente, en 400 lugares distintos se realizaron Altares Espejo.

La Coordinación de Programas de Incidencia Social (Coincide) del ITESO coordinó el Altar Espejo como parte del Primer Encuentro Intercultural Indígena, ese mismo viernes, a las 15:00 horas. Ahí, Sukulima, Socorro López Candelari, estudiante wixárika del ITESO, compartió que Wirikuta es uno de los cinco sitios sagrados más importantes para el pueblo wixárika, y que, cada año, integrantes de los centros ceremoniales hacen su peregrinación a ese sitio, que representa el corazón y la conciencia espiritual de la humanidad y, desde hace 10 años, está amenazado debido a las concesiones mineras que se han otorgado ahí.  

La invitación a realizar Altares Espejo surgió del Consejo Regional Wixárika a partir de un diagnóstico de cantadores, curanderos y sabios del pueblo wixárika: “Hemos llegado a un nivel muy alarmante y enfermizo de la vida humana, del mundo y el desconecte de nuestra relación con la naturaleza. Para nosotros, la Naturaleza son nuestros padres y nuestros abuelos, y los tenemos olvidados y maltratados, y ésa es la causa de tanta enfermedad y muerte que experimentamos. Nuestro trabajo es un esfuerzo para cambiar esa relación. Intentamos llegar profundamente a nuestras raíces, para pedir en conjunto, mediante el rezo, un cambio que renueve la vida y nuestros compromisos para cuidarla”.  

Pedro Reyes, SJ, académico del Departamento de Filosofía y Humanidades del ITESO, hizo el puente con la petición del pueblo wixárika. Invitó a la oración como una oportunidad para movernos, porque orar es querer ir a otro lugar desconocido, buscar por un momento cómo nuestra vida puede imaginarse en otro sitio, “escuchando a la tierra, escuchando las voces de los que han buscado ese lugar, a los que están ahí conectados con la tierra, a nuestros abuelos y nuestras abuelas, ahí donde todas las criaturas nos podamos sentir en casa”.  

Yeriel Salcedo, coordinador del Laboratorio de Conflictos Socio—ambientales de Coincide, realizó carteles que reunían noticias de la lucha del pueblo wixárika y de la devastación ambiental en la entidad. Destacó que era importante reconocer los lugares sagrados que tenemos en la Zona Metropolitana de Guadalajara, como el Bosque La Primavera, el Bosque del Nixticuil, los cerros del Cuatro y de La Reina, el lago de Chapala y la laguna de Cajititlán, “que están siendo destruidos por intereses inmobiliarios y contaminados por las empresas y nuestras acciones; estamos afectando cañadas y pasos por culpa de los lugares donde vamos a tirar nuestros desechos, como Picachos, Matatlán y Laureles. Este año asesinaron a Verónica Guerrero, abogada que había sido amenazada por hacer frente a la operación del vertedero de Matatlán. Es importante mostrar nuestro apoyo a la comunidad wixárika, e igual de importante es que nos involucremos para defender nuestros lugares sagrados. Los pueblos wixárika, nahua, coca, tepehuano, no necesitan de nosotrxs para luchar: ya lo están haciendo, lo que se necesita es que sigamos su ejemplo para que juntxs podamos defender y cuidar nuestra casa común” 

El pronunciamiento de Wirikuta

El 19 de marzo, después de la ceremonia realizada en Cerro del Quemado, la Nación Wixárika emitió el Pronunciamiento de Wirikuta por la Renovación del Mundo, a 10 años del primer peritaje tradicional por Wirikuta. El epicentro donde nacen los acuerdos que renuevan el espíritu de todo lo creado, Wirikuta es un espacio profundo repleto de libros que contienen cómo se originó el mundo, los libros medicinales que sanan el corazón y fortalecen el lazo que nos aborda como flores en una gran serpiente, río de luz que no tiene ni principio ni final”. 

Este pronunciamiento lo lanzaron “como flecha azul” a los cinco puntos cardinales de su cosmogonía, levantando la misma palabra que pide amar la tierra y que nos sustenta.  

“Este llamado está encendido en todos los continentes del planeta. Más de 400 colectivos registrados en todo el mundo, como altares espejo, manifiestan en este momento, de las más diversas maneras artísticas y espirituales y en distintos idiomas, que se cancelen definitivamente todas las concesiones mineras en Wirikuta, que no se permita la instalación de ningún megaproyecto industrial en la región, ni una tomatera, ni chilera, ni granjas avícolas, ni parques eólicos, y de manera concreta y clara, que se cancele todo tipo de megaproyectos que atenten contra la vida”. 

El pueblo wixárika no rechaza los megaproyectos por frenar la economía de los ejidatarios del altiplano; todo lo contrario, porque los sabios mara’akame saben que ahí se producen la abundancia y la fertilidad, “que tiene que ver con más proyectos sustentables y saludables para el medio ambiente; ésa es la vocación de Wirikuta, y caben proyectos y es posible dar trabajo, y garantizar el buen vivir de todos los habitantes locales. Hay maneras, y la que pide la tierra de Wirikuta es una que tenga proyectos que regeneren su paisaje, y que los habitantes se incluyan en esta nueva manera de amar la naturaleza”. 

La peregrinación de estos “caminantes con semillas de vida” continuó hasta llegar a la Ciudad de México, donde se encontraron con el presidente Andrés Manuel López Obrador para exigirle la cancelación de las concesiones en Wirikuta.  

 

FOTOS: Roberto Ornelas