Para el ganador del concurso de Ensayo Alonso Lujambio y egresado del ITESO, entre más trayectoria política tiene una persona, más tendencia tiene a normalizar la corrupción.

Esa mirada crítica, la que en las aulas del ITESO aprendió y que el tiempo ha agudizado, es la causa de que Cristian Márquez Romo haya elegido el camino de la investigación. Fue también esa mirada la que le permitió ganar al joven la séptima edición del Concurso de Ensayo Político Alonso Lujambio, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Egresado del ITESO en 2015 de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Gestión Pública (ahora Licenciatura en Gestión Pública y Políticas Globales), Márquez Romo estudió el máster universitario en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca (USAL), donde cursa el doctorado en Estado de Derecho y Gobernanza Global, en la línea de investigación de política comparada.

El ensayo, titulado ¿A quién le importa la corrupción? Importancia y determinantes de la corrupción desde la perspectiva de la élite política mexicana se basa en información del Proyecto Élites Parlamentarias Latinoamericanas (PELA).

Desde 1994, esta iniciativa encuesta periódicamente a los miembros de cuerpos parlamentarios de 18 países, con la intención de conocer cómo son, cómo se comportan y cuáles con las similitudes y diferencias ideológicas de los legisladores.

Con datos recabados de más de dos decenios, referentes a cuánta importancia dan los legisladores a la corrupción y cómo ésta puede ser una amenaza a la democracia, así como qué nivel de corrupción perciben en distintos espacios públicos y privados de la sociedad, Márquez Romo determinó que las variables sociodemográficas, como el sexo y la edad, no influyen en la percepción que un diputado mexicano tiene respecto a la corrupción.

Tampoco son significativos los resultados tomando en cuenta la ideología política (izquierda o derecha) ni la manera en que el diputado o la diputada llegó a la Cámara Baja (por designación o por voto popular).

Sin embargo, encontró que en la trayectoria política “sí hay una correlación significativa: a mayor trayectoria, perciben menos corrupción; es mi interpretación que se va normalizando”, afirmó el estudiante.

El primer acercamiento de Márquez Romo con este proyecto fue en el ITESO, gracias a la profesora Azul Aguiar, del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (DSOJ) del ITESO. “Al terminar la carrera, lo que quería era seguir desarrollando datos y formándome metodológicamente, para profundizar en qué es lo que implica formar parte de un grupo de investigación, en este caso uno de ciencia política”, mencionó.

A partir de entonces, no dejó de estar directamente vinculado con el PELA, primero durante su maestría y ahora en el doctorado.

Una formación de corresponsabilidad

“No me veo ganando el concurso sin la formación que recibí en el ITESO”, afirma Cristian Márquez. “Nunca me voy a quitar de encima la perspectiva crítica y eso es ‘culpa’ del ITESO. Me sigo sintiendo muy identificado con el enfoque de mi universidad de transformar y llevar las cosas a la acción, y no quedarme sólo en lo abstracto y académico”, añade.

A pesar de llevar más de tres años viviendo en España, el investigador no es ajeno a lo que sucede en México. “No puedo estar becado en el extranjero cuando en mi país hay más de 40 mil desaparecidos y abundan las fosas comunes. Tengo que tratar de contribuir a lo que está pasando y por eso quiero dedicarme a temas de mayor impacto social y desde la investigación, aportar a la transformación”, apunta el joven, quien actualmente trabaja sobre la base de datos de personas desaparecidas.