Profesorado del Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO reflexionó en torno a su labor docente en una universidad de inspiración jesuita

“Las fortalezas a promover en el estudiantado son el amor en un mundo egoísta e indiferente; paz en oposición a violencia; honestidad frente a los monstruos de corrupción e impunidad; sobriedad en un mundo basado en consumo; solidaridad ante el individualismo; la gratitud o gratuidad frente el pragmatismo y utilitarismo” afirmó Francisco Javier Escobedo, SJ, profesor del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO. Lo hizo durante un encuentro de académicos y académicas del mencionado departamento en el que reflexionaron sobre cómo concretar el modelo educativo ignaciano en su práctica docente. ¿Qué tipo de profesor se necesita para acompañar procesos de esta naturaleza, planteó el jesuita ante sus colegas que transformaron la sala colaborativa del edificio M en una especie de ágora el pasado viernes 16 de agosto. “Si quiero que algo acontezca en mi alumno o mi alumna primero tiene que acontecer el mí como profesional” señaló como respuesta.

A lo que agregó que “el modelo ignaciano no se enseña, se contagia” desde que Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, invitaba a otros a unirse a la orden religiosa.

Ante comentarios de profesores de que la educación jesuita es contracultural y que afuera de la universidad genera conflicto, los egresados de la universidad se vuelven incómodos, Francisco Javier Escobedo, SJ, señaló que en efecto es un modelo diferente puesto que busca instalar en sus estudiantes el ser conscientes, competentes, colaborativos y comprometidos.

“No podemos seguir tomando la comunión en los altares de una cultura dominante que confunde valor con precio y convierte a los países, a las personas y a los pueblos en mercancía” citó al escritor uruguayo Eduardo Galeano. Francisco Javier Escobedo, SJ, los instó a acoger la pedagogía ignaciana que busca formar a las y los mejores para el mundo. “Hoy por hoy la formación tiene que responder a los tiempos, a los lugares y a las personas que hoy por hoy demandan estos quehaceres y servicios profesionales”.

Catalina Morfín, directora general académica del ITESO, al inaugurar este segundo encuentro colaborativo DPES afirmó que estos espacios son indispensables para que la universidad haga realidad su proyecto de formación y de transformación social. “Estamos convencidos de que los actores más importantes de la universidad son ustedes quienes en el día con día, en la interacción con nuestros alumnos, con otros profesores y con los grupos sociales a quienes nos debemos, van concretando el proyecto universitario mediante la puesta en práctica de su modelo educativo”.