El ITESO albergó un foro orientado a diseñar acciones para garantizar los derechos humanos de las víctimas de tortura e incorporarlos al Programa Nacional de Derechos Humanos 2019-2024.
En México, la tortura es una práctica generalizada e impune, y es este componente, la impunidad, el que alimenta su práctica. Por eso, y desde un ejercicio de autocrítica, el nuevo gobierno ha trabajado en una serie de foros que buscan diseñar acciones para garantizar el ejercicio de los derechos humanos de las víctimas de tortura, contrarrestar su práctica y avanzar en su erradicación. El pasado jueves, el ITESO albergó uno de esos foros y sirvió también como escenario para la presentación del Programa Nacional para Prevenir la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. El foro consistió en cuatro mesas cuyo trabajo giró en torno a los temas de prevención; investigación y persecución; administración de justicia y reparación integral del daño. En la apertura, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, anunció que la realización de estos foros tiene como objetivo nutrir el Programa Nacional de Derechos Humanos (PNDH) 2019-2024, pero no sólo eso, también pretende “imprimir una práctica distinta en el debate público y en el diseño de políticas públicas. Los foros de consulta van en serio, no es sólo una simulación”.
El funcionario público señaló que el de la tortura es un “tema sensible” en la agenda de retos a nivel nacional y que es necesario asumir que “es una práctica regular que se ha pretendido ocultar. Es un fenómeno con cierta normalidad que causa enojo en la población y es necesario erradicar de las prácticas de los cuerpos de seguridad. No vamos a invisibilizar ninguno de los temas y debemos asumir la responsabilidad del Estado mexicano”. En ese sentido, el funcionario añadió que la Administración de Andrés Manuel López Obrador está abierta al escrutinio internacional. Alejandro Encinas aprovechó su intervención para presentar el Programa Nacional para Prevenir la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en el que se conjuntan los trabajos de la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de las Mujeres, el Centro Prodh y Fundar, entre muchas otras instituciones y organizaciones. El programa, detalló, trabajará en las líneas de prevención; investigación y persecución; administración de justicia; reparación integral del daño; mecanismos de cooperación e indicadores para la evaluación. Tanto los foros como el programa, concluyó, tienen por objetivo lograr “que nadie sea agraviado y, si llega a ocurrir, que nadie quede impune”.
El tema de la tortura es tan familiar en el país, que todos entienden muy bien el término tehuacanazo o les resulta normal ver ante las cámaras a los detenidos molidos a golpes, a los presos en las cárceles hacinados en las celdas o el maltrato de enfermos en hospitales psiquiátricos. Los años pasan y en el país “no hemos sido capaces de erradicar la tortura y ni lograr cambios sustantivos. ¿Por qué? Porque no hay un marco jurídico suficiente y en muchas partes la tortura incluso es aplaudida ante la violencia y la inseguridad”, señaló Luis Arriaga, SJ, Rector del ITESO y especialista en el defensa de los derechos humanos. Enfatizó que es alarmante que se siga teniendo la tortura como técnica de investigación y que es necesario “transformar el paradigma de seguridad que subyace”. Para lograrlo, dijo el jesuita, es importante acabar con la impunidad política, moral, histórica y penal, y agregó que “es impostergable definir acciones concretas”. Finalmente, dijo que para el ITESO es fundamental promover espacios como el foro porque la tortura, remató, “no es ni será justificable”.
Admisión dolorosa y feliz promesa
Después de la inauguración oficial del foro en voz de Enrique Ibarra, secretario general de Gobierno de Jalisco y en representación del gobernador Enrique Alfaro, se contó con la participación de Fernando Dalla Chiesa, académico y político italiano especialista en crimen organizado y cultura de la legalidad, quien comenzó señalando que el de la tortura “es un tema recurrente en la historia de la humanidad y nunca es totalmente reparable”. También conocido simplemente como Nando, el italiano calificó como “significativo” el hecho de que el foro dedicado a la tortura fuera organizado por un gobierno en activo, ya que por lo general se realizan para sancionar a gobiernos anteriores, y reiteró que es “raro que un poder político institucional reconozca sus faltas. Es una dolorosa admisión y una feliz promesa”.
Dalla Chiesa señaló que a nivel mundial hay toda una tendencia que busca acotar los derechos humanos, por lo que es necesario que las comunidades académicas como las universidades tengan una mayor participación en el tema. Puso como ejemplo a la Universidad de Milán, que como muestra de su compromiso ha abierto nuevos cursos relacionados con los derechos humanos.