En el ITESO, el bienestar de los estudiantes no se limita a la excelencia académica, sino que también se extiende al cuidado de su salud emocional. Conoce parte de la estructura con la que cuenta la Universidad para que puedas sobrellevar mejor el estrés

Empieza la frenética temporada de exámenes y proyectos finales. Para algunos afortunados, estas últimas semanas no son diferentes del resto del semestre y navegan por ellas con calma. Pero también hay quienes se pierden entre tantas fechas de entrega y son invadidos por el estrés y la ansiedad.  

Para estos últimos casos, el Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (Cjuven) ofrece diferentes estrategias diseñadas no sólo para aliviar los síntomas del estrés, sino también para promover hábitos saludables, la formación psicoemocional y estrategias de afrontamiento a largo plazo. 

Desde sesiones individualizadas hasta talleres grupales sobre técnicas de relajación y mindfulness, el ITESO ofrece una amplia gama de recursos accesibles para la comunidad estudiantil.  

Daniel Gómez Hernández, psicoterapeuta de Cjuven, señala que experimentar estrés no es malo; de hecho, es completamente normal. El detalle está en reconocer qué tipo de estrés es el que experimentamos. “El estrés se entiende como estrés positivo y el distrés como estrés negativo. El primero es ese que te permite hacer las cosas. Por ejemplo, si tienes una entrega para mañana, te estresas para poderlo terminar, pero en cuanto entregas el trabajo, el estrés desaparece”, comparte. 

Cuando de distrés se trata, el estrés no desaparece tras la entrega. Éste es el tipo de estrés que ya causa dificultades emocionales, sociales y hasta fisiológicas. 

 

Presta atención a tu cuerpo 

Si de repente empiezas a percibir que tu calificación implica más que un número y a partir de ella defines tu valía, ¡aguas! “Esto puede ser un primer indicador de que estás siendo demasiado duro contigo mismo. Comienzan los pensamientos y adjetivos descalificativos sobre uno mismo y eso baja el ánimo, baja la energía. Ya no es sólo sacar equis calificación, es decir ‘No puedo’ o ‘No soy suficiente’. Y eso, abruma”, concede Jimena Díaz Lozano Dovali, coordinadora de intervención en crisis y casos específicos del Cjuven. 

En tanto, Daniel Gómez añade que no reconocer las propias emociones es también un foco de atención, pues puede devenir en que el estrés aumente o se convierta en ansiedad, y que, al no poder darle un nombre, no se pueda trabajar y se produzca un efecto bola de nieve. 

Desde Cjuven también se ofrecen talleres a profesores y profesoras que, además de abonar a sus propios mecanismos de autorregulación, les dotan de herramientas para avistar cambios en sus estudiantes debido al estrés, así como para auxiliarlos como una primera instancia. 

El académico señala que los ejercicios de respiración y las técnicas de mindfulness pueden ser de mucha ayuda para el manejo del estrés y la ansiedad. “Es todo un entrenamiento para que el cuerpo aprenda a reaccionar y que el efecto de estas técnicas sea más rápido”, menciona.  

En tanto, Jimena Díaz Lozano recomienda hacer listas de pendientes e irla atajando poco a poco, para recuperar el sentido de control y construir confianza. “Si a lo mejor ahorita estudiar es demasiado, me tomaré una pausa para acomodar mis plumones o lavar los platos. No me puedo comer una sandía de un bocado, pero si la parto en pedazos chiquitos, lo que estoy haciendo es enseñarme y restaurar ese sentido de control que pensé había perdido”, dice. 

Estos consejos son buen comienzo para la autorregulación. Sin embargo, no descartes echar mano de los recursos que te ofrece la Universidad si sientes que la situación empieza a rebasarte. 

 

Tu bienestar, la mejor inversión 

“Vivimos en una realidad en la que el estrés y el distrés desbordados están normalizados. Hasta se celebra como habilidad poder trabajar bien bajo presión”, lamenta. Díaz Lozano Dovali insiste en que es necesario buscar ayuda profesional si el estrés empieza a impactar en tu capacidad de satisfacer necesidades básicas, como comer, dormir y dedicar tiempo a cultivar relaciones sociales positivas. 

“Busca ayuda, porque no mereces sentirte tan desolado, tan desesperanzado, tan fuera de control sobre este tipo de cosas. Y puede haber algo más detrás, que necesite apapacho y que requiera de alguien con la preparación para poder acompañarte”, apunta. 

La psicoterapeuta afirma que es prioridad para la Universidad crear un espacio en el que cada integrante de la comunidad universitaria tenga las condiciones para desarrollarse plenamente. “Tu desarrollo académico y profesional no va por arriba de tu bienestar. Ésa es la mejor inversión que vas a hacer en tu vida. El cuidado y el autocuidado no son lujos. Esto es una corresponsabilidad social y, como institución, estamos haciendo todo lo que podemos y más”, afirma. 

La Coordinación de Acompañamiento para la Excelencia Académica (CAXA) también tiene estrategias y herramientas para la gestión de conocimiento, organización y distribución de tareas, como el programa de tutorías entre pares y talleres que invitan a conectar con otras personas y encontrar un sentido de pertenencia a la comunidad universitaria.  

Para obtener más información sobre los recursos disponibles en el ITESO para el manejo del estrés y otros servicios, acércate al Cjuven a través del correo api@iteso.mx, al teléfono 33 3669 3434, ext. 2949.  

 

FOTO: Zyan André