En el marco del Día Mundial de la Salud Mental conviene tener en cuenta los riesgos de autodiagnosticarse algún trastorno mental a partir de información o casos de vida difundidos en redes sociales

La cuenta de TikTok de @viibeswithrose tiene más de 648 mil seguidores. Comparte videos en los que llora o reflexiona acerca de sus momentos de tristeza y depresión; @borja.hiriart, por su parte, tiene 2.1 millones de seguidores, y uno de sus videos acerca de las señales para detectar si tu salud mental está al borde del colapso tiene más de 474 mil “Me gusta” y 7 mil 113 comentarios, y ha sido compartido en más de 49 mil ocasiones. 

Éstas son solamente dos gotas en un océano de usuarios que difunden día a día contenido relacionado con la salud mental, lo que se traduce en un scroll infinito en el que es posible encontrar información de todo tipo que pretende darte pistas para identificar tus propios padecimientos o males, al menos desde la sospecha.  

TikTok —aunque también ocurre así en otras redes sociales— puede funcionar como un repositorio digital donde se crean espacios de pertenencia y surgen comunidades con problemáticas comunes, pues su sistema de recomendaciones funciona a partir de un algoritmo que contempla gustos, preferencias, zonas geográficas, idiomas, cercanía con otras personas o lo que tus amigos te envían. 

El estudio de la Universidad de Minnesota “Me veo aquí: Contenido de salud mental, comunidad y curación algorítmica en TikTok”, publicado en abril de este año, reconoce que la estructura de la comunidad de TikTok (más de mil millones de usuarios al día de hoy) es permeable, permite el autodescubrimiento y el autoentendimiento mucho más que otras comunidades en línea.  

Este mismo trabajo analizó el contenido de los 100 videos más populares con la etiqueta #mentalhealth (#saludmental), que acumularon en ese entonces más de mil trescientos millones de vistas y más de 266 millones de “Me gusta”. La información compartida es de tal magnitud que es comprensible la preocupación por el contenido relativo a la salud mental que se comparte en esta plataforma, en especial ante la posibilidad de que los usuarios podrían estar usando los videos para el autodiagnóstico de trastornos como la depresión, la ansiedad y el trastorno de déficit de atención (TDAH).   

“[En redes sociales] hay mucha información y mucho contenido con respecto a bienestar o malestar emocional y psicológico, es un tema muy popular”, reconoce Tania Carina Zohn, coordinadora de la maestría en Psicoterapia del ITESO. 

“Es muy difícil emitir una opinión categórica porque hay todo tipo de contenidos: como no hay restricción… Hay contenidos que pueden ser útiles, pero también otros que a lo mejor no están tan fundamentados”, añade. 

La práctica del autodiagnóstico es algo común, no solamente en psicología: también nos autodiagnosticamos y automedicamos en otros temas de salud, lo que se combina con el acceso libre a una gran variedad de medicamentos. Obtener un diagnóstico es contar con una explicación de lo que a uno le ocurre y ello genera cierto alivio; no obstante, eso no resuelve la situación, por lo que la recomendación ante cualquier malestar emocional es consultar a alguien con conocimiento profesional de la materia. 

“Están los trastornos psicológicos o los trastornos psiquiátricos, hablando en general de la salud mental, y se requiere cumplir ciertos criterios, conductas o signos, ciertos síntomas, para poder decir: ‘Bueno, parece ser que el diagnóstico es éste’. Pero a veces el tema se toma muy a la ligera. Siempre es preferible acudir con algún especialista, un psicoterapeuta que esté debidamente entrenado o entrenada”, aconseja la académica del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES). 

La internet es un contenedor de inmensas cantidades de información, y tanto las redes sociales como muchos sitios pueden proveer de una falsa sensación de seguridad. Por ello la importancia de ser siempre cautelosos con la información encontrada, pues podría haber falsedades o imprecisiones. 

“A veces llega gente a los procesos de psicoterapia diciendo: ‘Tengo depresión’, o ‘Tengo ansiedad’, es decir, ya nombran lo que les sucede con un concepto. Cuando le preguntamos a la persona: ‘¿Por qué dices que tienes depresión, o a qué te refieres con que tienes un trastorno de ansiedad o un estrés postraumático?’, nos encontramos con que llegaron a esa conclusión gracias a la información que han recolectado en internet o platicando con alguien”, reconoce Zohn. 

TikTok tiene políticas de restricción de contenido para la promoción del suicidio y las autolesiones; asimismo, prohíbe compartir contenido que promueva los trastornos alimentarios, así como la medición y la valoración del cuerpo no saludables. Sin embargo, nada dice en su declaración de principios acerca el autodiagnóstico de trastornos mentales.  

“El autodiagnóstico es delicado porque nos puede llevar a tomar cierto curso en nuestra propia atención que tal vez no esté muy bien fundamentado”, señala la especialista. 

Vivimos en tiempos en que el estigma de ser atendido por un problema de salud mental es cada vez menos frecuente, y se ha vuelto incluso un signo de fortaleza. “Es muy positivo comprender que estar en un proceso de psicoterapia es excelente y necesario, que no tendrías por qué estar pasando por esa situación en soledad”, agrega Tania Zohn. En ese sentido, las redes sociales se han convertido en una herramienta poderosa para buscar orientación en un primer plano. 

“En la medida en que eso está más abierto, las personas pueden compartir más, y las redes sociales lo han facilitado. Pero, al mismo tiempo, aíslan a las personas. Es paradójico, porque se supone que es un medio de contacto y comunicación. Cada vez hay menos estigma en compartir cómo me siento, qué cosas me hacen sufrir, si he vivido una situación traumática; entonces, el contenido que hay en redes sociales sí ayuda, y está bien, pero si alguien toma algún contenido para generar un autodiagnóstico, sería mejor acompañarlo de la opinión de algún experto o experta en el campo, para no terminar haciéndose una idea acerca de sí mismo que no está tan fundada y que no le sería benéfico”, explica la especialista. 

Conoce más acerca de tu salud mental

El ITESO tiene una oficina que brinda asesoramiento, acompañamiento psicológico e información sobre bienestar emocional para estudiantes, empleados y profesores de la comunidad universitaria: el Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven). Más información en c-juven.iteso.mx 

 

FOTO: Luis Ponciano