Con el panel “La vinculación universidad empresa desde la visión jesuita”, el Centro Universidad Empresa del ITESO comenzó a celebrar su aniversario 20.
“Cada academia de educación superior jesuita es llamada a vivir en una realidad social, a derramar inteligencia universitaria en ella, y a utilizar la influencia universitaria para transformarla”, citó Guillermo Pérez, académico del Centro Universidad Empresa (CUE), a Peter Hans Kolvenbach, SJ, superior general de la Compañía de Jesús.
En el marco de la celebración de los 20 años de fundación del CUE, Guillermo Pérez participó en el panel “La vinculación universidad empresa desde la visión jesuita” junto con Zaide Seáñez, jefa de la Oficina de Innovación y Vinculación Tecnológica de Ibero Torreón, y Gerardo Valenzuela, SJ, director del Centro Universitario Ignaciano del ITESO, quien fundó el Centro de Vinculación de la Ibero León.
Para el Guillemo Pérez, cofundador del CUE, la espiritualidad ignaciana marca el modo de proceder de la universidad, “la manera en que trabajamos en la construcción de una sociedad más justa y humana, que nos orientan al discernimiento, nos comprometen a la búsqueda de la verdad”.
Guillermo Pérez señaló que el Centro surgió como una instancia de vinculación dedicado a desarrollar la intervención social universitaria y la formación integral de los alumnos con sentido ignaciano. “Ha sido un centro en el que hemos logrado ir profesionalizando el servicio, estamos comprometidos con este fundamento ignaciano de buscar una sociedad más justa, formar estudiantes más competentes e incidir en organizaciones que puedan ir asumiendo lo que ahora se conoce como responsabilidad social empresarial”.
Zaide Seáñez expuso cómo se formó la Oficina de Innovación y Vinculación Tecnológica de Ibero Torreón, con apoyo del ITESO y destacó que la vinculación debe estar al servicio de los demás. “Debe ser reflexiva, dinámica e innovadora, estar siempre revisando qué es lo que está funcionando hacia a fuera y hacia adentro, cómo debe salir la universidad hacia el entorno, hacia las empresas y las organizaciones, pero también ellas cómo pueden entrar a la universidad y transformar nuestros procesos; la vinculación nos tiene que incomodar como universidad, nos tiene que mover”.
Vinculación con espíritu jesuita
“En función de las características de la vinculación de las universidades jesuitas, ¿qué tendríamos que medir en nuestra vinculación en términos de las características de universidad jesuita?”, preguntó Sara Ortiz, coordinadora de la Unidad de Transferencia de Conocimiento del ITESO, en el diálogo que se abrió con los panelistas.
“Si la vinculación no está orientada a generar el bien común y el mayor bien posible en la sociedad tendríamos que revisarlo”, afirmó Gerardo Valenzuela, SJ, y agregó que la vinculación debe generar desarrollo social, económico y cultural, lo que ha sido una característica importante en la historia de la Compañía de Jesús.
“Tiene que ser una vinculación integradora de saberes, generadora de conocimiento, pero también que los integre, los misioneros que estaban en todos los rincones de la tierra llegaban a las universidades jesuitas dialogaban, compartían con los académicos de las universidades, los mismos académicos se iban a misionar y desde ahí hacían sus investigaciones, me parece que en ese sentido debe ser integradora de saberes; que el académico no este solamente en el laboratorio o la oficina, sino que ustedes se metan en la realidad social”.
A lo que agregó que la vinculación debe ser innovadora, ser repensada constantemente puesto que la sociedad está en constante cambio.