Los profesores Raúl García y Juan Pablo Mora, de Ingeniería Mecánica del ITESO, junto con la empresa Tejidos y Acabados Industriales (TAISA), diseñaron una máquina para crear una nueva trama en los tejidos que ofrece la empresa. El resultado de esta tecnología fue presentado como modelo de utilidad ante el IMPI, que otorgó el registro en julio pasado.

Para que una tela se constituya de la manera en la que generalmente la vemos, los hilos se entretejen con un ángulo de 90 grados entre sí, conformando lo que en la industria textil se conoce  como  trama  y  urdimbre.  Hace dos años, la empresa Tejidos y  Acabados  Industriales  requirió  generar  una  tela  con  un  ángulo  de entretejido mayor a 90 grados para poder atender la necesidad de uno de sus clientes, y mediante un Programa de Estímulos a la Innovación llegó al ITESO y, en particular a los profesores Raúl García Huerta y Juan Pablo Mora, profesores del Departamento  de  Procesos  Tecnológicos  e  Industriales  y  de  la  carrera  de  Ingeniería  Mecánica,  quienes  diseñaron  y  fabricaron  una máquina que daba solución a esta necesidad.

La historia no termina de tejerse aquí. El 20 de diciembre del 2016, tanto  la  empresa  como  el  ITESO  presentaron ante el Instituto Mexicano  de  la  Propiedad  Intelectual  (IMPI)  una  solicitud  de  modelo  de  utilidad  por  la  “Torre  para  telar con enjullos en módulos para fabricar urdimbres con diferentes tramas en la misma pieza textil”, que fue otorgada en julio 2019 por el  instituto  sin  requerir  ninguna  aclaración ni oficio de por medio.

De acuerdo con el IMPI, un modelo de utilidad es un perfeccionamiento técnico que constituye una mejora de tipo práctico en el objeto  que  se  desarrolle,  adapte  o  modifique.  Para  otorgarse  debe  cumplir  con  los  requisitos  de  novedad  y  aplicación  industrial.   No   necesariamente   tiene   que ser un desarrollo tecnológico para el mundo, en tanto que sea innovador  para  su  entorno  y  sea  aplicable. Esas condiciones bastan para ser protegido como modelo de utilidad.

“Había   diferentes   posibles   soluciones,  no  es  que  antes  no  se hubieran propuesto, pero simplemente no eran alternativas que estuvieran  tecnológicamente  al  alcance de ellos en la región”. La solución a la que llegaron fue que el ángulo del entretejido se modificara al valor del rango deseado, y con esos datos, se diseñó la nueva máquina, explicó el profesor Raúl García Huerta. El proceso completo,  desde  el  diseño,  hasta  ver  la  máquina  en  funcionamiento  se  llevó cerca de dos años; la solicitud para  el  otorgamiento  de  modelo  de utilidad se inició en la primera etapa – durante el primer año-, y consistió en el desarrollo, las pruebas  conceptuales  y  la  documentación.  La  segunda  etapa  fue  la  implementación  en  la  empresa. “La máquina se fabricó, se instaló en la empresa y funciona, eso es lo importante, porque no nada más quedó en la parte teórica”, acota Juan Pablo Mora.

Un  rasgo  en  específico  que  fue muy significativo para el desarrollo  de  esta  máquina,  es  que  es modular, es decir, se diseñaron y construyeron, por el momento, tres módulos, pero con capacidad para  aumentar  a  cuatro  o  cinco  módulos – o los que se requieran –  para  darle  un  mayor  o  menor  ángulo al entramado de la tela, según las necesidades del producto.

Tanto  Raúl  como  Juan  Pablo  enfatizan que el desarrollo de este proyecto  trascendió  la  relación  cliente-proveedor de servicios, ya que trabajaron en estrecha colaboración con el dueño de la empresa y con el personal del proceso de producción,   quienes   aportaron   ideas  y  acotaciones  valiosas  con  base a su experiencia.

El acuerdo de esta colaboración entre TAISA y la universidad fue que  el  ITESO  hizo  todos  los  trámites de protección pertinentes, compartiendo la propiedad intelectual, pero es la empresa la que tiene la última palabra en cuanto a la posibilidad de explotar comercialmente la máquina.

Un modelo de utilidad es el derecho otorgado respecto de los objetos, utensilios, aparatos o herramientas que al ser modificados presentan una función diferente respecto de las partes que lo integran o ventajas en cuanto a su utilidad, siempre que tengan novedad y aplicación industrial. Por su parte, una patente es un derecho que concede el Estado a una persona, para producir o utilizar en forma exclusiva, un proyecto o proceso desarrollado siempre que éste sea nuevo, resultado de la actividad inventiva y sea susceptible de aplicación industrial.