Daniel Barajas Ledesma, egresado del ITESO, lidera la segunda etapa de un emprendimiento a través del cual apoya a grupos de artesanos mexicanos

Futbolista, bombero, doctor, policía… Cuando le preguntas a un niño de cuatro o cinco años qué quiere ser cuando sea grande, la respuesta bien podría ser alguna de éstas. No ha de haber muchos pequeños que digan que su aspiración es tener una tequilera, tal como su papá. Pero ésa fue justamente la respuesta que dio a su madre Daniel Gustavo Barajas Ledesma, ahora egresado de Ingeniería Química y al frente de Tequila Barajas. 

La elección de carrera no fue difícil para él: tanto sus padres como su hermana son ingenieros químicos; su hermana, además, egresada del ITESO. Desde siempre asiduo a las matemáticas, a la física y al razonamiento, durante sus años de bachillerato en el Colegio Salesiano Anáhuac Garibaldi Daniel nunca se interesó tanto por la química como área de estudio.  

Aunque a muchos les parecería un sinsentido, considerando su elección profesional, para Daniel no lo es, ya que él concibe la Ingeniería Química en el ITESO como un programa que ofrece una formación multidisciplinaria e integral respecto a la concepción, el desarrollo y la gestión de procesos de transformación de la materia y la energía que aportan soluciones a la sociedad y la industria, además con un enfoque sustentable, que mucho empata con los principios de Barajas Ledesma. 

Llegó al ITESO en Otoño 2015, con una beca de 50 por ciento obtenida gracias al convenio que la Universidad mantiene con su preparatoria de origen. “Disfruté muchísimo mi universidad y aprendí mucho; se me brindaron todas las herramientas que necesitaba”, recuerda el egresado. A los conocimientos técnicos se sumó el desarrollo de otro tipo de habilidades, como el trabajo en equipo y la gestión de tiempos. 

Tomó un semestre de intercambio en la Universidad de Hohenheim, en Stuttgart, Alemania, donde conoció a quien se convertirá en su esposa dentro de unos meses. Al egresar, trabajó en Tresi, consultoría de ingenierías establecida en el Parque Tecnológico del ITESO, donde puso en práctica todo lo aprendido durante su carrera. 

Regresó a Alemania en 2020 para cursar la maestría en Ingeniería Química e Ingeniería de Procesos en el Instituto Tecnológico de Karlsruhe. 

Un emprendimiento familiar 

Tequila Barajas nació en 1997 bajo la visión de Gerardo Barajas, padre de Daniel. Tras ocho años de éxito en el sector microtequilero, el empresario puso pausa al proyecto para priorizar otros emprendimientos. No fue sino hasta que Daniel estaba cursando la maestría que se dio la idea de retomar Tequila Barajas. 

Un amigo de la familia empezó a comercializar tequila en botellas de cerámica en Estados Unidos con mucho éxito. Surgió la idea de llevar este producto a Europa, donde radicaba Daniel. Sin embargo, el joven no lo vio como una oportunidad viable sino hasta que conoció a sus suegros, en Suiza. 

“Para la primera vez que conocí a mis suegros les regalé una botella de este tequila. Les encantaron la bebida y la botella; fue entonces que comprendí que claramente había una posibilidad de desarrollar un proyecto así”, dice. 

“Esa misma noche hablé con mi papá y le dije que fuéramos viendo la posibilidad de volver a la vida al Tequila Barajas, porque allá el tequila era un producto nuevo que nadie conocía”, comparte. 

Fue entonces que el emprendedor contactó a Karen González Hernández, egresada de la Licenciatura en Diseño del ITESO, con la idea de crear un producto que fuese elegante, clásico, pero también diferente, innovador y, por qué no, hasta revolucionario. 

Tequila Barajas entró al mercado europeo en 2022, resignificado como un producto de lujo, estandarte de la tradición mexicana, tanto por la bebida como por la botella que la contiene. Ésta es resultado del mestizaje entre técnicas de cerámica japonesa y símbolos y colores mexicanos, de la autoría de artesanos guanajuatenses.  

El corazón del proyecto 

A pesar de haber obtenido excelentes resultados en diferentes convocatorias gracias a su botella—el más reciente fue el primer premio en la categoría Luxury Innovation de la Paris Packaging Week 2024—, el egresado insiste en que las medallas y premios no son esenciales. Lo es, en cambio, centrarse en el impacto positivo que pueda tener el emprendimiento. 

La apuesta del Tequila Barajas en esta segunda etapa no es tener un producto masivo. “Queremos ofrecer un producto único, hecho a mano; no tenemos pensado sobrepasar las 100 mil botellas de producción anual porque queremos que siga siendo algo pequeño y especial”, comenta. 

Por ello, parte esencial del proyecto fue representar a México en el extranjero y despertar fascinación en quien tuviera en sus manos una botella de Tequila Barajas, por lo que aliarse con artesanos mexicanos era la opción ideal. 

“Los artesanos son el corazón del proyecto”, afirma Barajas Ledesma.  

La empresa está en proceso de construir la destilería de su marca, que se buscará sea cero emisiones y cero residuos. “Quiero poner un poquito más de énfasis en cuidar el medio ambiente, no me interesa tener un emprendimiento simplemente para hacer dinero, sino que quiero que sea un modelo de negocio exitoso para todos”, añade. 

Hoy, Tequila Barajas tiene presencia en Suiza, Inglaterra, Armenia y España.  

A los emprendedores, atrévanse 

Como cualquier emprendedor, Daniel Barajas se ha enfrentado a un sinfín de retos. Sin embargo, destaca que en el ITESO aprendió que, ante los problemas, lo que toca es encontrar soluciones en conjunto. Gracias a esta visión, la alianza con los artesanos ha trascendido de un acuerdo meramente empresarial y se ha consolidado para ayudarse mutuamente en otros temas, como el registro de marca del grupo de artesanos.  

De la experiencia al frente de Tequila Barajas, el egresado señala que es necesario tener paciencia y fuerza mental, así como humildad para aprender de los errores. A quienes busquen emprender, Barajas Ledesma recomienda intentarlo, por más difícil que el camino pueda parecer. Y qué mejor si los proyectos incluyen procesos sustentables y el apoyo a diversos sectores de la sociedad. 

“Cuando nosotros empezamos no teníamos idea de cuál es el porcentaje que se lleva un distribuidor o una boutique, de cómo se vende, de cuáles son las marcas que hacen y cómo lo hacen. Que hayamos logrado meter un producto y estar cautivando a los mismos clientes, en un mercado dominado por empresas que la llevan rompiendo desde hace 20 años con presupuestos millonarios, es de respetarse”, afirma. 

FOTOS: Zyan André