El nuevo ciclo escolar se abrió con la Lectio Brevis, que este año estuvo a cargo de Alejandra de la Torre, directora del Departamento de Formación Humana, quien dictó una conferencia sobre la importancia de mirar con atención. Alexander Zatyrka, SJ, invitó a la comunidad universitaria a utilizar cotidianamente el discernimiento y la cura personalis
Mirar con atención dispone a quien mira a percibir a las otras personas y al mundo de otra manera. No es sencillo: requiere de un esfuerzo para concentrarse y conectar. Y en la era tecnocientífica, cuando la atención es demandada por tantos estímulos, la tarea se vuelve más complicada. Es necesario entrenar la mirada. En torno a esa idea, la de mirar con atención en el contexto universitario, disertó Alejandra de la Torre durante la Lectio Brevis, dirigida a toda la comunidad universitaria del ITESO y con la que se dio por inaugurado formalmente el ciclo 2023-2024 de la Universidad.
Lectio Brevis es una expresión latina que significa “lección breve”. Es una tradición centenaria en las escuelas confiadas a la Compañía de Jesús que tiene por objetivo compartir una reflexión sobre lo que implica formar parte de una institución de educación superior en el contexto actual, y en esta ocasión estuvo a cargo de Alejandra de la Torre, directora del Departamento de Formación Humana del ITESO (DFH), quien dictó la conferencia “Mirar con atención: primer acto para pensar la convivencia desde la universidad”.
Para concentrar los ánimos de la audiencia —congregada en el auditorio Pedro Arrupe, SJ, del ITESO y en la transmisión en línea—, un primer momento de la actividad corrió por parte del cuarteto de cuerdas Olinka, quien interpretó la “Sonata Patética”, de Beethoven. Acto seguido, tomó la palabra De la Torre, quien dijo que la conferencia era “una reflexión alimentada por mis colegas profesores del DFH, las y los estudiantes y mis hijas”.
Compartió una anécdota en la que su hija, de tres años, le dijo que no era una niña, sino “una persona”. Esto, dijo, propició en ella una reflexión sobre qué significaban esas palabras no para la niña, sino para ella, que la llevó a pensar sobre lo que significa ser persona en una comunidad y el pacto de convivencia. “Nuestra cotidianidad es un recordatorio constante de ese pacto de convivencia; sin embargo, sólo en la universidad es posible revisar su contenido, pues es un espacio privilegiado para revisar ese pacto”.
La académica dijo que la modernidad ha individualizado la convivencia de las personas y retomó una idea de la sociología que afirma que la actual “ya no es una sociedad, sino una civilización de individuos. La experiencia individual es la que define al mundo”. Luego, retomando las ideas de Iván Illich, señaló que “hemos puesto la herramienta por encima del ser humano. Referirnos al usuario antes que al huésped, al viajero, al estudiante, es muestra de una sociedad que ha puesto antes la herramienta. Usamos el lenguaje de la herramienta, no el de las personas y el de la convivencia”.
Para desarrollar la idea de convivencia, De la Torre señaló que tratar de definirla lleva a reflexionar sobre la naturaleza de los vínculos y su cuidado. Habló de que la vida digital actual se distingue por una ausencia de respeto básico y añadió que “el respeto no puede suceder si no tenemos una mirada atenta. Tratar a alguien con respeto es tratarle con atención. La atención nos conecta con el mundo y es la mejor vacuna contra los lenguajes vacíos”.
¿Cuál es entonces el papel de la universidad? Alejandra de la Torre volvió a la idea de la universidad como “un espacio privilegiado para revisar el pacto de convivencia que nos rige y transformar las estructuras”. Señaló que es importante mirar hacia adentro y preguntarse qué tipo de convivencia se quiere cultivar, para luego precisar que es necesario un marco de convivencia que sea igualitario, justo y que respete la diversidad. Para esto es necesario “mirar con atención, porque mirar con atención nos permite percibir de otra manera, supone un esfuerzo para concentrarse y conectarse con el mundo. Hay que ejercitar la mirada todo el tiempo”.
También habló de la importancia de la escucha y el diálogo. “Al preguntar se transforma el mundo y lo que se mira”, dijo y continuó añadiendo que “no poner atención es un atentado contra el otro: se le invisibiliza, se falta al respeto, se estereotipa”. Agregó que en la era tecnocientífica hay grandes competidores que buscan atraer la atención —redes sociales, plataformas, etcétera—, por lo que es necesario “volver a entrenar la mirada para que la mirada atenta forme parte de la cotidianidad. Sólo así podremos generar condiciones para construir un ITESO libre de violencia y que sea agente de justicia y dignidad”.
Finalmente, invitó a la comunidad universitaria, especialmente al estudiantado, a vivir una estadía en el ITESO que sea transformadora porque “la Universidad y la sociedad necesitan toda nuestra atención”.

Discernimiento y cura personalis
Luego de la conferencia de Alejandra de la Torre, tomó la palabra Alexander Zatyrka, SJ, Rector del ITESO, para también dirigir un mensaje a la comunidad universitaria.
En primera instancia, describió como “una esclarecedora lección” la conferencia de De la Torre, y dijo que “los tiempos actuales no son los más propicios para una convivencia armónica y enriquecedora”. Volvió sobre las ideas de la visión individualista que rige a la sociedad contemporánea y añadió que, además, México vive tiempos violentos y de polarización. No obstante, continuó, “es importante no quedarnos en el lamento y en la denuncia, sino abrir camino para avanzar a una sociedad convivencial que ponga al centro a las personas y la tecnología y las instituciones a su servicio”.
También retomó la idea de la universidad como un espacio propicio para la reflexión, así como para desarrollar, ensayar y proponer soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad. Luego se centró en el enfoque humanista de las universidades confiadas a la Compañía de Jesús haciendo hincapié en dos pilares de la pedagogía ignaciana: el discernimiento y la cura personalis, entendida como el cuidado de la persona.
Sobre la segunda, dijo que la cura personalis consiste en “poner al centro de todo a la persona y su circunstancia, para así acompañar procesos personales y sociales”. Describió el discernimiento como el proceso que busca “distinguir la mejor manera de proceder a partir de un proceso de introspección. El discernimiento nos mantiene en contacto con los sueños de un futuro mejor”. Y luego, tendiendo puentes con la conferencia de Alejandra de la Torre, expresó que el discernimiento “involucra el mirar atento; tener bien abiertos los ojos, el intelecto y el espíritu”.
Zatyrka Pacheco invitó a la audiencia a “trabajar conjuntamente para desarrollar los procesos y los ambientes de convivencia que nos gustaría ver fuera del campus”, y también a buscar que el ITESO sea “un espacio de convivencia pacífica, libre, segura e igualitaria. Enfoquémonos en el cuidado de la persona y auxiliémonos del discernimiento”. Concluyó conminando a la comunidad a “contribuir a el renacimiento de la esperanza. Que el ciclo escolar sea una oportunidad para ello”.
Previo al cierre, se invitó a la audiencia a compartir en una palabra la definición de comunidad. Las participaciones se proyectaron en el fondo del auditorio y “Unión”, “Empatía” y “Respeto” se mantuvieron como las más constantes entre las 345 respuestas. Para finalizar, el cuarteto Olinka interpretó el “Allegro” del Concierto para violín de Johann Sebastian Bach.

FOTOS: Luis Ponciano