Eros Caos visitó el ITESO para compartir cómo la práctica del drag le ha cambiado la vida y para invitar a Draga al Reflector, una de las actividades con las que tres carreras de la Universidad celebrarán sus 10 años de existencia

El cuerpo delgado se levanta del piso con unos tacones de plataforma que dan vértigo y se extiende hacia el cielo gracias unas pestañas que desafían a la gravedad y al más colorido de los arcoíris. Eros Caos camina a las carreras: el reloj, traicionero, no deja de avanzar. “Disculpen ustedes. Era llegar peinada o llegar tarde… y me veo bien guapa”, dice a manera de presentación ante la veintena de personas que le espera en la Plaza de los 50 años del ITESO y que esperaban el arranque de la charla “El drag como expresión”, con la que se han encendido los motores para la actividad Draga al Reflector, que tendrá lugar en unos días como parte de la celebración de los diez años de las licenciaturas en Comunicación y Artes Audiovisuales; en Periodismo y Comunicación Pública, y en Publicidad y Comunicación Estratégica. 

Eros Caos se define con dos palabras: “Soy draga”, y aunque aclara que no viste así para ir al Oxxo —tacones de vértigo, pestañas gigantes, peluca, maquillaje—, señala que en este personaje ha encontrado una manera de vivir más plenamente. “Crear este alter ego me ayudó a expresarme, a salir de la depresión, a superar mis miedos. El drag me ha hecho llorar y me ha hecho sentirme amado, ha sido un viaje muy diverso”. 

Comparte que lleva tres años practicando el drag. Cuenta que Alberto Ponce de León —su nombre “de civil”— comenzó maquillándose en las madrugadas, a escondidas del ojo familiar, preguntándose todo el tiempo qué iban a pensar sus padres y la gente cercana. “Hubo amistades que me dijeron: ‘Si te vistes de mujer, te dejo de hablar’. El drag me enseñó que puedo escoger a mi familia”, dice y recuerda que fue adoptada por la Casa de la Rosa, donde tiene a su mamá, a sus tías drags, donde aprendió y dio sus primeros pasos en el arte de la transformación. Y es que, en el fondo, el drag es eso: una transformación. “Yo no quiero ser mujer, yo soy feliz con mi sexo y con mi género”, aclara Eros Caos, quien dice ser de género fluido y afirma: “Quitando el maquillaje, todes somos personas”. 

En esta ocasión, la charla es sobria. Eros Caos responde las preguntas de las personas, que lo mismo preguntan quién diseña su vestuario —“Yo lo diseñé con mi tía drag— que quién es su fuente de inspiración. “Lady Gaga, es una mujer a la que admiro, he seguido sus pasos, su trayectoria. En mi personaje me interesa representar a una mujer fuerte, femenina, empoderada”. El resultado es, detalla, “un personaje drag diva, showcera y amorosa”. 

Antes del drag, confiesa que probó con el canto, pero no funcionó. Dice, con picardía, que “el drag es como la droga: una vez que lo pruebas, no lo dejas”. Reitera y aclara que el drag no consiste en ponerse un disfraz o hacer una caracterización para imitar a otra figura, sino que “toma diferentes ideas y conceptos de la cultura popular para crear un personaje nuevo”. En su caso, el nombre viene de Eros, el dios griego encargado de la atracción sexual, el amor y el sexo, y del Caos que era su vida cuando, viviendo en Estados Unidos, tuvo una profunda depresión. “Pensé: ‘Yo soy un caos’ y decidí transformarlo en algo bonito”. 

Eros Caos tiene un sueño: “Sueño que la gente se abra a lo que no conoce y que muchas veces juzga sin saber”. Y por eso reitera la invitación para que la gente asista a Drag al Reflector, en el que seis dragas de GDL Drag Project, La Carrera Drag de Guadalajara, Toma Mi Dinerita y La Más Draga harán acto de presencia en el Black Box del Edificio de Cultura y Arte del ITESO para ofrecer un espectáculo que tiene como eje un mensaje de diversidad y de igualdad. La cita es el 9 de noviembre a las 18:00 horas y aunque la actividad es gratuita, es necesario solicitar entradas en este enlace. 

FOTO: Luis Ponciano