Azul Moreno y Fátima Buentello, alumnas de Ingeniería Industrial, nos cuentan cómo fue su experiencia PAP y lo que aprendieron al colaborar en una empresa, en la que además de echar a andar un proyecto, su participación dejó una huella de impacto en la calidad de vida de los colaboradores

Fomentar ideas innovadoras desde tecnología es fundamental para que las empresas puedan crear nuevos empleos y adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado. Al impulsar su desarrollo, no solo se fortalece a las empresas, pues también contribuyen a una sociedad con más ideas y soluciones para un futuro mejor.

El Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) llamado Micro y pequeñas empresas de alta tecnología, fue el elegido por estas 2 alumnas que, a punto de concluir sus estudios, apostaron por transformar los procesos productivos de una planta troqueladora en Cajititán. Para Azul, este proyecto marcó el término de su último semestre, mientras que para Fátima fue el inicio de su camino por los PAP.

Este PAP se desenvuelve en diversos escenarios. “Se conformó el grupo de tal manera que hiciéramos diferentes avances tecnológicos, pero más bien especializados, la tecnología no hablando de cosas digitales solamente, sino enfocados en cómo innovamos y cómo hacemos las cosas un poco más sencillas”, comenta Fátima, quien además destaca la importancia de conocer el contexto de trabajo para así identificar sus necesidades y cómo pueden intervenir.

Dichos proyectos abarcaban diversas áreas, desde la creación de guías para comprender tableros electrónicos hasta el rediseño de elementos mecánicos como maquinaria y piezas de tornos. El escenario de acción fue la firma MGI Stampings ubicada en Cajititlán, donde se concentraron en el desarrollo de una investigación enfocada en el aprovechamiento de una de las materias primas que emplea la empresa: el acero rolado caliente. El objetivo era explorar la viabilidad de aumentar la capacidad productiva y reducir la merma simultáneamente.

“Nuestra herramienta lo que hace es reducir la cantidad también de pedidos de esta materia prima que está ya escasa en este punto, es acero rolado en caliente; lo que nosotros proponemos es que, de tener 3 bobinas pequeñas, tengas 2 bobinas obviamente grandes”. Aunque parezca un cambio sutil, ellas mencionan que su impacto ha sido de gran relevancia para la empresa.

Numerosos PAP se llevan a cabo fuera del entorno universitario e incluso del Área Metropolitana de Guadalajara y, en estos casos, el aprendizaje comienza desde el propio trayecto. “A mí me gustaba echarme el viaje hasta allá porque es ir a la vida real, no estamos aquí en el campus o en el parque tecnológico, que se sigue sintiendo como muy escuela, pero ir hasta allá era como decir ya vamos nosotras como representantes itesianas y como ingenieras industriales a colaborar con una empresa”, nos relata Azul.

Trabajar en equipo, conocer la industria, las maneras de trabajar y adaptarse a la realidad fueron parte de los aprendizajes que reflejaron en su presentación final. Además, tanto Azul como Fátima relatan que presentar el proyecto a la empresa fue una experiencia positiva ya que los colaboradores se mostraron realmente interesados en la propuesta e investigación realizada.

El PAP tuvo un significado profundo para ambas estudiantes. Azul menciona: “Este PAP lo resumiré como nutritivo, porque fue encontrar sinergia, que es este 2 + 2 no es 4 sino 2 + 2 es 5 y como ingenieros industriales lo van a entender. Aquí fue este crear con diferentes perspectivas, opiniones, propuestas, tanto de nosotras como equipo PAP como de las personas de la planta (…) es un proyecto mucho más grande de lo que hubiera sido si lo hubiera construido yo sola”.

Fátima agrega que fue “enriquecedor el darte cuenta de que tienes primero que trabajar en equipo, además es relevante que podamos aportar cosas de valor, al final el PAP significó desarrollar una herramienta de valor para la empresa en la que se piensa más allá de ganar más dinero, sino pensar que con esto vamos a mantener a nuestros operadores, a los que mantienen toda la base de nuestra empresa trabajando en buenas condiciones, con buena salud y demás, eso fue muy importante”.

Parte del impacto a mediano plazo de este proyecto es lograr reducir la carga laboral de los operadores y minimizar el peligro al que se exponen con las máquinas. Con una mirada centrada en las personas como el elemento más importante de la operación, ambas estudiantes concluyeron su presentación haciendo énfasis en lo logrado: “la importancia de un pequeño cambio es increíble”.