PAP: Transformación en acción

En la edición pasadate dimos un panorama general acerca de los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP), pero, sin duda, para conocer mejor esta experiencia transformadora lo ideal es acercarse a quienes ya la han vivido. Algunos de tus compañeros y compañeras se acercaron a Cruce para contarnos de primera mano sus experiencias PAP. ¿Quieres conocerlas? 

Humberto Eduardo Barba Ramírez, alumno de la Licenciatura en Finanzas, cursó en Primavera 2022 el PAP Circuitos Económicos Alternativos, a cargo de los profesores Rodrigo Rodríguez Guerrero, Manuel Antonio Espinosa Sánchez y Gregorio Leal Martínez. 

Este PAP lo acercó a “Mujeres del Fuego”, un colectivo de cocineras tradicionales que busca preservar las tradiciones y cultura colimotas a través de sus platillos, experiencias, talleres y servicios. Lo conforman distintos proyectos orientados a la gastronomía colimota, desde fondas y pequeños restaurantes hasta talleres de cocina. Incluso hay una experiencia que engloba la cocina y el senderismo para conocer mejor la región. 

“Platicar con estas cocineras tradicionales nos permitió percibir su pasión y su amor por la cultura colimota. Tuvimos la oportunidad de comer en dos fondas que son parte del colectivo, y al probar sus platillos se puede sentir la dedicación y el amor que le dan a su proyecto, además de lo importante que es para ellas que se conozcan sus tradiciones y su cultura”, cuenta Humberto. 

El PAP busca fortalecer los circuitos económicos alternativos que permiten a estas cocineras generar empleo mediante la cocina tradicional, a la par que promueven el conocimiento de su identidad comunitaria.  

“Puedo decir que esta experiencia cambió completamente mi concepto de ‘cocinera tradicional’, ya que descubrí que son personas que guardan las técnicas y tradiciones de muchas generaciones, preservándolas para que continúen”. 

Ana Cristina Robles del Rincón, alumna de Gestión Cultural, cursó el PAP Programa Intercultural y de Comunidades Indígenas, a cargo de los académicos Irene Alvarado y Efraín Jiménez Romo.  

“Ésta es una de las experiencias más significativas que he tenido en relación con la práctica de mi profesión en el ámbito social. Poner en práctica la teoría y la misma existencia del ser humano en un contexto y una realidad tan distintos de lo que para mí es cotidiano, representa ampliar la mirada y reconocer que existen otrxs, en otras condiciones, con otras necesidades y con otras prácticas significativas, y que al final éste es uno de los conceptos claves en la cultura. 

“Al pensar en proyectos, su relevancia y su posible aplicación dentro de esta comunidad, desde una mirada crítica y responsable, logré poner en práctica muchas de las reflexiones hechas durante los años de estudio, con lxs maestrxs, compañerxs y amigxs. 

“Extraño la calma del tiempo, de los sonidos, de los movimientos lentos en los objetos y en las personas. Haber estado en una comunidad aislada de la sociedad urbana, en contacto con la naturaleza y con una cultura de costumbres ancestrales, es una situación fácil de romantizar. Sin embargo, con suficiente conciencia, se puede reconocer que ese espacio, además de la energía y la belleza de sus paisajes y personas, tiene también necesidades y problemáticas graves que afectan su día a día. 

“Compartir de las personas que habitan Mesa de Chapalilla significó mucho para mí. Significó reencontrarme con este sentido de familia, de comunidad, cuando el otro te reconoce y te hace presente, con todo lo que esto implique. Las formas de comunicarse y organizarse son muy distintas a las que vivo en la ciudad.  

“Regresé muy satisfecha con todo lo que viví en la sierra, desde la experiencia visual de tener montañas por donde sea que voltees, hasta el momento de más vulnerabilidad e introspección que genera observarlas”. 

María Fernanda Guzmán García, estudiante de Mercadotecnia, es tajante: “La experiencia PAP ha sido de lo que más me ha marcado en mi carrera; me atrevo a decir que mi carrera ha valido la pena por el PAP”. 

También es contundente cuando menciona al académico Juan Carlos Joya Díaz, ya que “gracias a él me sentí muy acompañada desde el inicio del proceso. Antes de saber quiénes iban a formar parte de mi equipo, Juan recreó procesos y actividades para que pudiéramos sentirnos seguros de las herramientas que hemos recibido en nuestra carrera y la implementación. Él comparte varias actividades y dinámicas de simulación, lo que se me hace fabuloso, ya que tenías que recrear la consultoría”. 

Los equipos de este PAP son multidisciplinarios, lo que para María Fernanda fue muy enriquecedor, ya que pudo acercarse a otras áreas de conocimiento.  

El plus de su paso por el PAP fueron los conocimientos que se pudo llevar para aplicar a su emprendimiento, IMANTRA Studio. 

“La experiencia PAP la veo con mucha gratitud, y celebro las oportunidades que pude crear dentro de este espacio, para saber tratar mucho mejor a mis clientes, saber conocer y reconocer mis logros y estar en constante preparación. Además, me llevo relaciones y vínculos afectivos sanos y de largo plazo”. 

Ricardo González Gutiérrez, alumno de Comunicación y Artes Audiovisuales, cuenta, sobre su paso por el PAP, que “ha sido sumamente interesante, ya que he podido aprender sobre psicología y educación y he podido acercarme a la comunidad y aprender de los niños con los que trabajamos acerca de sus intereses, sus vidas y sus experiencias, y a través de eso ayudarlos en el proceso de aprendizaje que van teniendo. 

“Siento que en este PAP podemos de verdad aprender, contribuir y poner en práctica los aprendizajes adquiridos a lo largo de la carrera. En mi caso, como estudiante de una carrera que parecería a simple vista un tanto ajena, por no tener una aplicación directa en la educación o con los niños, cambió mi visión, ya que sí tiene una gran cabida en este campo; a los niños les encanta aprender utilizando herramientas audiovisuales con las que puedan expresarse y poner en práctica lo aprendido, de una manera diferente a la educación tradicional. 

“Honestamente, al comenzar el proyecto tenía preocupaciones y miedo a trabajar con niños, pues sentía mucha responsabilidad e incertidumbre, ya que nunca había tenido este tipo de actividades en la universidad. Pero puedo decir que ha sido una experiencia muy positiva, divertida, interesante y llena de aprendizajes. Además, estoy muy impresionado con la cantidad de trabajo, proyectos, ayuda y avances que se realizan en el Centro Polanco”. 

Layda Jaqueline Villa Martínez, estudiante de Mercadotecnia, afirma que participar en este PAP “ha sido una de las mejores decisiones que he tomado como parte de mi desarrollo profesional, ya que gracias a él descubrí otra área donde puedo aplicar los conocimientos aprendidos durante mi carrera”.  

El proyecto le resultó interesante, pues se “encarga de transmitir, por medio de sus redes sociales, la información investigada y analizada dentro del Observatorio (de Comunicación y Cultura del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO), tanto a la comunidad universitaria como a organizaciones e instituciones externas, dando así voz a actores que por lo regular no son tan escuchados en otros medios de comunicación”.