¿Te has imaginado cómo puedes transformar la vida de las personas desde un PAP? Conoce la historia de los hermanos Concha, la importancia del cuidado de la persona y el gran compromiso de los estudiantes con la causa
En sesión especial, autoridades del Centro de Atención Integral en Salud Mental Estancia Prolongada (Caisame E.P.) del Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme) reconocieron el pasado mayo la labor con sentido humanitario del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Intervención Multidisciplinar en Hospital Psiquiátrico (mejor conocido como el PAP del Zapote) al haber organizado una colecta para recaudar fondos que cubrieron los gastos de una cirugía ocular realizada a dos pacientes con debilidad visual, conocidos como “Los hermanos Concha”.
Los académicos del ITESO que estuvieron presentes en el homenaje fueron Sofía Leal, Ricardo Valenzuela, Everardo Camacho y Claudia Vega del Departamento de Psicología, Educación y Salud. En esta nota Claudia y Ricardo nos comparten el aprendizaje que deja en ellos el servicio por el cuidado de la persona y lo que significa recibir esta mención de reconocimiento.
El Centro de Atención Integral en Salud Mental Estancia Prolongada (Caisame E.P.), anteriormente Hospital Psiquiátrico de Jalisco (conocido también como “El Zapote”), es una unidad hospitalaria especializada que brinda servicios de atención integral médica psiquiátrica a través de un modelo orientado a la rehabilitación psicosocial dirigido a personas con trastorno mental severo.
Esta unidad ubicada en la localidad de Zapote del Valle en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, es una de las más grandes a nivel nacional, ya que cuenta con un poco más de 300 camas, que también son 300 historias marcadas en su mayoría por el abandono.
El caso de «los hermanos Concha»
Además del trabajo académico y de formación profesional, los integrantes de este PAP han estado involucrados en colaborar con algunas causas en las que buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes que ahí viven, algunos de ellos desde hace más 40 años; como es el caso de “Los hermanos Concha”, tres hombres y una mujer que cuando eran niños fueron enviados por el Hospicio Cabañas a vivir de manera permanente en las instalaciones de este centro de atención.
Claudia Vega explica que dos de ellos en su padecimiento presentan un déficit visual y necesitaban una cirugía para colocarles lentes intraoculares. Fue así como los profesores y los estudiantes se organizaron para realizar una colecta entre familiares, conocidos y todas aquellas personas que quisieran sumarse a la causa.
Consiguieron médicos que donaron sus honorarios, pero todavía hacía falta costear los lentes y la hospitalización. En tres semanas y hasta el momento justo en el que se estaba realizando la cirugía, lograron completar la cantidad que necesitaban para que los hermanos pudieran recuperar su vista.
Al preguntarles sobre qué significa para ellos recibir este reconocimiento, Claudia y Ricardo coinciden en que el mayor aprendizaje que les deja es la importancia de incentivar en los estudiantes el trabajo por el cuidado de la persona.
“Es un reto que siempre va más allá. Yo creo que este homenaje tiene que ver con que haces más que un PAP o llenar el acta del aval ciudadano, es preguntarnos ¿qué necesitan estas personas? Esta situación te remueve, te cimbra y me parece muy valioso cómo nos ha marcado en nuestras trayectorias profesionales a todos los que estamos ahí involucrados”, comenta.
Por su parte, Ricardo Valenzuela, como egresado y actual profesor de este PAP, lo considera como un reconocimiento a la trayectoria que tienen en la búsqueda de la calidad de vida de los pacientes.
“Creo que el reconocimiento es a la trayectoria que hemos tenido. Tratamos de trabajar por la calidad de vida de las personas, tenemos problemáticas tan fuertes que son factores externos a las personas, pero que también ellas y las mismas autoridades nos han visto al ITESO como un amigo que viene a complementar estas necesidades”.
Entre los proyectos de intervención destaca la reconstrucción de la cancha deportiva propuesta por una estudiante de Ingeniería Civil que cursó este PAP en 2020 y que incluyó la participación de los pacientes para pintar este espacio.
El cuidado de la persona
Desde este PAP, los profesores comparten que una parte muy importante en el cuidado de la persona es generar empatía con los pacientes psiquiátricos. Al tratarse de una asignatura o un proyecto multidisciplinar, cada estudiante propone diversas maneras de intervenir en el escenario PAP de acuerdo con sus intereses, objetivos y desde los conocimientos que aporta cada uno de sus carreras.
Además, Claudia resalta como un factor importante que los estudiantes conozcan el centro de “El Zapote” para conocer la condiciones en que viven los pacientes para evitar la reproducción de estigmas.
“Es un escenario muy complicado, con problemáticas y gestiones complejas. Les decimos a los alumnos que, si aprenden a trabajar en El Zapote, pueden aprender a trabajar en cualquier lugar en el mundo y así ha sido, pero la verdad es que…cuando te pones en cuclillas con ese paciente que está tirado y le empiezas a hablar, a escuchar, te das cuenta de que no somos distintos, pero nosotros si tenemos un ingreso financiero”.
Desde su experiencia, Ricardo hace una invitación a conocer historias como la de “Los Hermanos Concha”, que son una muestra de cómo se pueden generar iniciativas desde la empatía y solidaridad en escenarios PAP.
“El simple hecho de que la gente les sonría, les hable por su nombre, para el mismo paciente es otra cosa; y los alumnos cuando aplican su conocimiento en el beneficio del otro, de ese alguien que tiene menos, logran una carrera con un aspecto más diversificado”.