Tercera y última de las reflexiones de estudiantes en torno al tema “Mirar con atención. Primer acto para pensar la convivencia desde la Universidad”, abordado en la Lectio Brevis 2023, dictada por Alejandra de la Torre Díaz

Por Esteban Wences Canales, alumno de la Licenciatura en Arte y Creación

Nombrarnos personas ya es diferenciarnos ante el resto de animales con los que compartimos el planeta. Y la forma en que generamos conocimiento es lo que comprendo como la diferencia que tenemos ante los demás seres del planeta. El conocimiento hay que comprenderlo como la apropiación intelectual que un sujeto tiene de un objeto. Como vemos, existe una relación entre un sujeto (el que conoce) y un objeto (lo que se conoce). El ser humano se reconoce como sujeto y se diferencia del resto de seres porque puede desarrollar una idea sobre un objeto. Entendamos por objeto algo, lo que sea, que se declara extraño, ajeno al que lo percibe (Psicología colectiva de las cosas y otros objetos, Pablo Fernández Christlieb). Para llegar a nombrar alguna cosa como objeto, tuvo que haber pasado por un proceso en el que el sujeto se separa del objeto; en este proceso, cualquier cosa adquiere un valor propio y reconocimiento propio dado por la importancia —por cualquier razón— que un grupo de personas le ha dado, lo cual lo separa del paisaje, y pasa a considerarse objeto. Esta forma de conocimiento no queda únicamente en lo individual, sino que se comparte, generalmente, con las demás personas que se desenvuelven en un mismo contexto formando una conciencia colectiva, en palabras de Durkheim, pues hay que tomar en consideración que desarrollar el conocimiento de los objetos será diferente según la importancia y la necesidad que este objeto represente para los diferentes grupos poblacionales, es decir, sociedades y sus contextos, contextos que se definirán por la ubicación geográfica, los antecedentes históricos, las ideas en común, la cultura, entre otras cosas.

La conciencia colectiva de un grupo poblacional de la que nos habla Durkheim la entiendo como lo que para mí es la cultura. Siguiendo esta guía, y teniendo en cuenta que Durkheim utilizó esas palabras para definir a la sociedad, cito a Gilberto Giménez cuando define a la cultura como “organización social de significados interiorizados de modo relativamente estable por los sujetos en forma de esquemas o de representaciones compartidas, y objetivadas en forma simbólica, en contextos específicos y socialmente estructurados” para afirmar que la existencia de la cultura da cuenta de que vivimos como seres sociales.

Partiendo de que el conocimiento nos resulta importante para acercarnos a la realidad lo más que podamos, démonos cuenta de que hacer un registro del conocimiento adquirido y hacerlo entendible para otros sujetos es necesario si queremos que ese conocimiento sea observado por presentes y futuros sujetos y, con base en criterios, determinar si ese “conocimiento” sigue funcionando para acercarnos a la realidad. Por eso la convivencia es importante, ya que dentro de los criterios de verdades que aplicamos cotidianamente casi de manera espontánea e inmediata, y generalmente establecidos por la cultura a través de la cual accedemos a nuestra verdad, podemos comprender las cosas que están condicionando la forma en que accedemos a la realidad, es decir, la manera en que interpretamos la realidad además de tener un mayor panorama sobre la complejidad de la realidad. Asimismo, retomando que nos interesa el mayor acercamiento a la realidad, es importante la convivencia como medio para nutrirnos de la pluralidad de verdades que menciona Terricabras, o puntos de vista compatibles, para crear nuevos criterios que mejor acomoden según el avance del conocimiento en el tiempo que se encuentre.