El estado de agotamiento laboral crónico o burnout que se ha desencadenado por el home office es posible enfrentarlo y prevenirlo.
Con el confinamiento a raíz de la pandemia del Covid 19 se desdibujó el espacio público del privado; la jornada laboral se extendió en nuestro imaginario colectivo ya que nos sentimos presionados a responder si nos llega un correo a las doce de la noche. Hemos dejado de tener pausas, límites, fronteras entre nuestro espacio personal y laboral. A veces, hasta tenemos dificultad para identificar el día de la semana que es y los fines de semana los dedicamos a actividades laborales o escolares en turno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el burnout se refiere al desgaste profesional, al “trabajador quemado”, un padecimiento que se caracteriza por una respuesta prolongada de estrés ante las exigencias y los factores emocionales producidos por el trabajo, que incluye fatiga crónica, sentimientos de inseguridad/ansiedad y diversas somatizaciones. El término “burnout” fue definido por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger, como un estado de agotamiento laboral crónico. Algunos de los síntomas de agotamiento comunes son: dolor de cabeza, de estómago o problemas intestinales, la sensación constante de estrés y exigencia en el trabajo, el sentimiento de frustración y la falta de reconocimiento a pesar del esfuerzo que se realiza.
Por ejemplo, ¿cómo hacemos para separar y distinguir en un mismo espacio, lo personal y lo laboral? ¿cuáles son las maneras de convivencia de los hijos, la educación, el cuidado y el compartir al mismo tiempo y en un mismo espacio una clase y una reunión de trabajo? Estamos atravesando momentos de incertidumbre que nos han hecho repensar cómo queremos vivir. Así mismo, hay que ser conscientes de las autoexigencias y la saturación de cantidades de información que recibimos al día. Nos llega información mediática, escolar, personal, laboral, mercadológica que nos produce estrés y demanda de tiempo.
Ahora bien, ¿qué es la autoexigencia? Se refiere a la autocrítica que realiza la persona sobre si misma respecto a sus metas y objetivos. Las autoexigencias afectan el desarrollo personal ya que se pone más atención en el trabajo y en el reconocimiento de logros que en el resto de las áreas. En estos tiempos de pandemia se ha manifestado en la incapacidad de poner límites entre las jornadas laborales y el descanso, en el no poder desconectarse debido a la autoexigencia de terminar los pendientes. La autoexigencia también lleva a la frustración ya que se busca un sentido de insatisfacción continuo que lleva a un círculo vicioso en donde hace falta “más”. Además, la necesidad de querer que todo salga bien puede ocasionar que se postergue la realización de la tarea se repita constantemente y la productividad disminuya.
Así mismo, el tema de la falta de sentido se relaciona al burnout. Es importante que repensemos cual es el sentido de nuestro trabajo, si nos apasiona, si nos genera un sentimiento de conexión con nosotros mismos. Cuando el trabajo genera frustración o enojo es más probable que desarrollemos el estado de agotamiento crónico y que tengamos una desazón ante la vida.
¿Qué hacer para enfrentar y prevenir el burnout?
- Organiza y jerarquiza tus prioridades de acuerdo a tu bienestar emocional y a los pilares importantes de tu vida. ¿Para qué hago lo que hago? ¿Cuál es mi sentido de vida?
- Menos, es más. Elige cuáles son tus proyectos, de acuerdo a tus objetivos y metas de vida, no de acuerdo a las autoexigencias y complacencias hacia los demás. Cuando destinas el tiempo a lo verdaderamente importante te sientes conectado, feliz y pleno, a pesar del cansancio.
- Una colega comentó: “me canso de verme a mí misma en la pantalla todo el tiempo”. Ponle pausa a la hiperconectividad (vivir conectado a través de distintos dispositivos digitales), da un respiro e intenta hacer actividades físicas/ recreativas.
- La distribución del tiempo y el espacio son organizadores para la salud mental. En la medida de lo posible organiza tus tiempos fijándote un horario para las actividades (no importa si no las terminas) y agrega espacios donde puedas cambiar de actividad, estirarte, caminar. Descansa de la pantalla y realiza pausas activas, éstas ayudan a oxigenar el cerebro.
- Cuando sea hora de comer, no te lleves la computadora contigo. Date tu espacio para disfrutar de los alimentos.
- Fíjate un horario de respuesta de correos electrónicos u otras demandas a responder.
- Practica decir NO. Identifica antes si esa actividad/ tarea propuesta abona a tu sentido de vida o si solo lo haces respondiendo a un sentimiento de hiperproductividad y por responder a una demanda.
- Hay dos tipos de motivación, una extrínseca (donde la motivación es externa) y una motivación intrínseca (donde la motivación es interna). Procura que haya un equilibrio entre éstas, pero que prevalezca más la motivación interna. Aunque estés agotada/o mentalmente procura hacer aquellas cosas que para ti mismo te hacen sentir mejor (tender la cama, vestirte, cocinar algo que te guste mucho, darte tiempo para ti).
- Conéctate con otras personas a través de llamadas o mensajes.
- Si el agotamiento es crónico, solicita ayuda psicológica para sobrellevar la ansiedad y el sentimiento de desmotivación.
¿Quieres ver estos ejemplos en escena?
Libro sugerido: Momo, de Michael Ende. Novela que trata sobre cómo es utilizado el tiempo en las sociedades.
Película sugerida: Up in the air. Se encuentra en Netflix.
Fuente: https://www.revistamoi.com/sindrome-de-burnout-causas-y-consecuencias
Referencias bibliográficas
Caballero C, Hederich C, Palacios SJ. (2010). “El burnout académico: delimitación del síndrome y factores asociados a su aparición” en Revista Latinoamericana Psicología no. 42(1):131-146.
Bittar, C (2008). Burnout y estilos de personalidad en estudiantes universitarios. Recuperado en julio de 2008 de: www.uib.es/catedra_iberoamericana/investigaciones/ documents/bittar/bittar.
Freudenberger HJ. (1974) Staff burnout. J Social Issues No. 30(1):159-166.
FOTO: pexels-anna-tarazevich-6173678
Ana Georgina López Zepeda, académica del Centro de Estudios Juveniles
Gracias! Sería interesante tocar el tema de como diferenciar o desarrollar una autoexogencia sana o favorable vs una que encamina a la persona hacia el burnout.
Gracias Carlos, contactaremos a la autora para que nos comparta más del tema.