Bernardo Batiz Lazo, catedrático e investigador mexicano de la británica Universidad de Bangor y profesor invitado al Verano Internacional ITESO, analiza las condiciones actuales y futuras del sistema financiero global y el papel de gobiernos y ciudadanos en su regulación. 

Emigró hace un par de décadas al Viejo Continente y ya se declara «más papista que el Papa», un ciudadano totalmente identificado con algunos de los valores que aún intentan ser el sello de distinción de la Europa que surgió de la Segunda Guerra Mundial y que la última crisis económica global ha puesto contra las cuerdas.

“Muchos inmigrantes en Europa nos sentimos más europeos que los propios europeos, en el sentido de que apreciamos los objetivos europeístas: que haya instituciones fuertes; que haya un estado de bienestar; una clase media fuerte; que se permita un acceso a la educación de acuerdo a la capacidad de los individuos; la autodeterminación, el individualismo y el respeto a la persona, además de la libre circulación de bienes, servicios y personas”, enumera el doctor Bernardo Batiz Lazo, quien vive junto a su familia en Milton Keynes, una pequeña comunidad a 500 kilómetros de la Universidad de Bangor, en Gales, donde actualmente funge como investigador y catedrático.

Eso sí, este catedrático en historia de los negocios y administración bancaria egresado del ITAM, exprofesor de la Ibero capitalina, con estudios avanzados en historia en la Universidad de Oxford, un posgrado en la Universidad Autónoma de Barcelona y doctor en Administración de Empresas por la Manchester Business School, matiza que lo que percibe en el Reino Unido no se trata no un individualismo egoísta “a la estadounidense”, sino de una genuina preocupación por lo que le sucede al prójimo. Muchos de sus conocidos, refiere, colaboran con alguna ONG o realizan trabajos voluntarios para su comunidad.

Y lo subraya porque para él, sin la participación conjunta de sociedad civil, gobiernos, instituciones bancarias y otros mecanismos de observación y regulación, este globalizado planeta –está en contra de los aislacionismos y nacionalismos trasnochados, sean en Inglaterra, Israel o México– no aprenderá nada de las recurrentes crisis a las que se ha enfrentado el sistema capitalista.

Para ejemplificar el aroma global que impregna a las arenas políticas, económicas y sociales en la actualidad, utiliza una esclarecedora analogía entre futbol y finanzas:

“La City [el centro financiero londinense] es un mercado internacional que tiene su sede en Londres, de la misma forma que la Premier [la liga de fútbol inglesa] es una industria multinacional y global que se juega en Inglaterra. Los británicos han sido muy buenos para crear mercados, aunque son muy malos para la estandarización. Si tú quieres que un producto sea estándar, pregúntale a los alemanes”.

Minutos después de impartir en el Verano Internacional del ITESO su clase de “Pasado y presente de la empresa mexicana”, Batiz Lazo se sentó a charlar en los jardines de la universidad sobre sus investigaciones pasadas y futuras, el panorama financiero global y las previsiones económicas de México.

-¿Qué tanto le atribuyes a las instituciones financieras el crecimiento de la desigualdad [en todo el planeta] en los últimos 20 años?

-¿Pero por qué a las instituciones financieras y no a nuestro modelo de capitalismo? Creo que es una cuestión del modelo capitalista.

-¿Lo ves en crisis al modelo capitalista?  

-No, no necesariamente en crisis, pero sí ha habido replanteamientos. Las instituciones financieras son lo que se llama un “hombre de paja” [un blanco fácil de atacar]. Siempre son el malo de la película. Independientemente de que como tú apuntas, los gestores tienen bastante responsabilidad. Pero al mismo tiempo considera que no son los únicos, pues en los últimos 30 años las actividades que eran exclusivas de las instituciones financieras hoy en día están repartidas. Veinte años ha sido trading [intercambios comerciales] entre ellas. Precisamente la moraleja de la quiebra de Lehman Brothers en 2008, fue que las operaciones de trading (y no solo los prestamos) hacían a las entidades demasiado interrelacionadas o interconectadas, a un grado tal que ni las autoridades ni los mismos gestores se habían imaginado y es una de las razones por las cuales el problema fue tan grande.

-Entonces, ¿sí fueron responsables las instituciones financieras globales de la crisis?

-Son tan responsables como los reguladores o como los políticos que lo permiten; es una falla del sistema. ¿Por qué hay gente que le parece bien que haya gente muy, muy rica y gente muy, muy pobre? ¿Por qué en un lugar como México, donde el ingreso medio es muy bajo existe una de las personas más ricas del mundo, para bien o para mal, y al mismo tiempo hay personas que viven con menos de 50 centavos de dólar al día? Pero eso ya es un problema de instituciones que la gente permite y que está dispuesta a aceptarlas. Y sigue permitiendo por ejemplo que la contaminación y las grandes urbes sigan creciendo.  ¿Qué político del PRI o de los tres que ha habido del PRD ha hecho realmente algo para disminuir el tamaño de la ciudad de México? ¡Ninguno! ¿Por qué? Porque sería un harakiri político para él, ella y su partido; al contrario,  lo que siguen haciendo es invertir en infraestructura que provoca un mayor crecimiento de la ciudad.

 

En este punto, Bátiz exhibe un discurso similar al de académicos como James A. Robinson, de la Universidad de Harvard, quien en su libro Por qué fracasan los países, sostiene la hipótesis de que “aquellos países que gozan de instituciones políticas inclusivas, que hacen partícipe al ciudadano de las decisiones, tienen más opciones de progresar. El proceso político es el que crea la estructura económica de las sociedades”.

-¿La banca se fortaleció después de la crisis de 2008? 

-Lo mismo se puede decir de los grupos financieros estadounidenses, y aquí en México. Si lo que estás diciendo es que se utiliza dinero del erario para beneficiar a los gestores, no a los accionistas, sino a los gestores que de alguna manera han sido responsables por la situación, en ese sentido sí.

Una de las consecuencias de las crisis financieras, tarde o temprano, es una reestructuración del sistema financiero. En ese sentido, creo que los bancos centrales europeos han tomado una pequeña plumita de la experiencia mexicana, en el sentido de no regular o hacer cambios de fondo hasta después de la crisis. Es decir, ya que se asiente, ya que la cosa esté tranquila entonces sí vamos a hacer los cambios de fondo. A lo mejor es una esperanza equivocada, pero es lo que a mí me gustaría ver.

 

Ese optimismo lo traslada también al futuro cercano a su país de origen. “México está mucho mejor que como estamos en Europa. México es uno de los siete países estratégicos para el Reino Unido, por eso está [Enrique] Peña Nieto ahí, por lo menos para Downing Street [la casa donde vive el Primer Ministro Británico, equivalente a la Casa Blanca o Los Pinos] es un destino estratégico comercial que se quiere promover. Se acaba de fundar [en 2011] una Cámara Mexicana de Comercio en Reino Unido”.

Bátiz, miembro honorario de la Royal Historical Society, dedicada al estudio del pasado de la sociedad británica ve con buenos ojos las reformas que pretende echar a andar el actual gobierno federal, la energética, la de comunicaciones, la financiera y la educativa. “Con que saquen una de las muchas que han metido ya sería bueno”, comenta, y añade que la banca comercial (HSBC, BBVA, Banorte, Santander y similares) deberá replantearse el papel que jugará en el país a mediano y largo plazo.

“Los bancos comerciales perdieron de vista lo que era el negocio esencial, lo dieron por hecho, y en este momento están sufriendo y se han abierto a la posible entrada de una serie de intermediarios no bancarios que toman ese negocio. Monex es un buen ejemplo: Están haciendo una actividad que era tradicional de los bancos: comprar y vender divisas con un modelo bastante exitoso”.

Algunos temas sobre los que el país deberá tener cuidado, advierte, son el de la bancarización, el sobre endeudamiento y el otorgamiento masivo de microcréditos, “pues hay evidencia creciente de que gente de pocos recursos que asumen más crédito del que pueden realmente pagar, y un fenómeno que también pasó en Estados Unidos e Inglaterra y forma parte de la crisis de 2008 fue el sobre endeudamiento de las personas». De hecho, recuerda que desde el 2004 o antes, en el Reino Unido se temía que la política de tasas de interés sumamente bajas hubiera empeorado el problema del sobre endeudamiento y la recuperación económica -con el consecuente alza de las tasas de interés- llevara a una gran quiebra de la riqueza personal, a la pobreza de un número no cuantificado de personas de clase media baja y a una nueva recesión.

Pero para dar una opinión más fundamentada sobre México, Batiz Lazo pide tiempo –un año aproximadamente–, ya que está a punto de iniciar junto a un grupo de colegas un estudio comparativo entre España, Inglaterra y México y en torno a los pagos en línea a través de equipos móviles, como tabletas o teléfonos inteligentes. Texto Enrique González Foto Luis Ponciano