Las redes sociales Facebook y Twitter, así como el correo opina@iteso.mx, han sido los canales por los cuales amigos, alumnos, colegas, investigadores y funcionarios, han expresado su profundo agradecimiento y cariño al jesuita Jorge Manzano, quien murió el sábado 21 de septiembre, a los 83 años. Aquí te mostramos una pequeña selección de esas palabras:
- “El jesuita que me invitó a caminar desde la imperfección”
Eduardo Anaya
Ahora que Jorge está en pleno simposio celestial departiendo con sus amigos más íntimos, Kierkegaard, Platón y Nietzsche, compartiéndoles su diáfano Tonayan y agradeciéndoles lo que lo hicieron pensar e imaginar durante más de 50 años como amante de filosofía, quiero dedicarnos a nosotros, los que aquí seguimos filosofando, unas líneas en su memoria.
Para muchos es conocido aquello que decía Jorge respecto a su posición ante la filosofía. Manzano decía que no se consideraba un filósofo, que no era maestro de filosofía, sino aprendiz de filosofía, siervo de la filosofía. ¿Humildad o presunción? ¿Quién se atreve a enjuiciarle? En su vida de peregrino tras los pasos de la angustia kierkergaardiana también se asumía pobre, pecador, limitado… En este mismo sentido, ahora les contaré una anécdota de su vida que él nos compartiera hace ocho meses y que me marcó profundamente. Tal vez esta sea la mejor herencia que pudo dejarnos:
“’Sean perfectos como su Padre Celestial es perfecto’, nos decía el Padre Maestro en el Noviciado de Puente Grande. El siguiente año, cuando entraron los nuevos, nos dijo lo mismo, pero yo veía que él seguía igual, era imperfecto… Con los años entendí que de lo que se trataba no era de ser perfectos [virtuosísimos santos, ángeles puros, hombres moralmente intachables], sino de aprender a caminar en y desde la imperfección. Perfecto solo es Dios; nosotros somos simples creaturas”. Comentario completo en: www.facebook.com/ITESOuniversidad/posts/10151696933021840?notif_t=share_wall_create
- Pablo Arredondo, investigador de la UdeG
@PabloArredondoR
La muerte de un filósofo y universitario siempre es una mala noticia. Descanse en paz el Dr. Jorge Manzano.
- Myriam Vachez, Secretaria de Cultura de Jalisco
@myriamvachezp
Adiós al Padre Jorge Manzano, con mucha tristeza…
- José Lara
“Gratos recuerdos de sus clases de historia de la filosofía griega y medieval… Siempre me imaginé que era Sócrates en medio de sus alumnos”.
- Víctor Julián
Siempre nos hará falta el maestro Manzano. Donde esté siempre seguirá bailando.
- Hipólito Olea
@hipoomi
El primer día del curso de filosofía antigua, a Jorge Manzano, SJ le gustó mi nombre y dijo alegre: «Hipólito Temístocles: ¡tienes 10!»
- Abraham González
Fui alumno de Manzano y recuerdo haber participado de los simposios que realizaba. Por todos conocidos, esos simposios eran para nosotros días desenfadados y de relax, inspirados en la idea griega, discutíamos o hacíamos intentos de filosofar; al final de cuentas nos enseñaba a amar más la vida, en el sentido más crítico que ella nos pueda hacer vivir y sobre todo a vivir una experiencia libertad.
Otra experiencia significativa fue cuando me iba a graduar por medio de tesis y yo pensaba titularla: «Aspectos psicológicos de las personas que creen estar poseídas». Como yo sabía que era un conocedor en el tema y además esto le apasionaba, me dijo que sí, me dio 6 volúmenes sobre demonología y posesión diabólica, algunos suyos, otros de algunos estudiosos del tema, y me dijo: «Lee esto y luego me dices si te puedo ayudar; esa tesis es muy compleja y no vaya ser que el diablo no la quiera». Por supuesto que el diablo no la quiso, jaja.
- Margarita Ibarra
“Solo te nos adelantaste, allá nos volveremos a encontrar para filosofar y seguir en trance”.
- Norma Yolanda Aguilar
Sentí el impacto de la noticia ya que es uno de mis principales referentes en clase cuando toco los temas de ética y valores, principalmente el tema de la mentira. Desde hace aproximadamente 10 años en que tuve la oportunidad de estar presente en una de sus conferencias: ¿Se vale mentir? es que he intentado darle continuidad a mi presencia en sus pláticas y es justamente extracciones de ellas que deseo compartirles.
“Hay tres puntos que se requieren para que haya mentira: 1) Decir algo falso, 2) Querer decir eso falso y 3) Hacerlo con intención de engañar. Es entonces cuando aparece la diferencia entre mentir y ocultar la verdad. Mentir siempre es pecado, pero puedo ocultar la verdad sin mentir», expresó el padre Manzano.
En otra ocasión, el sacerdote filósofo explicó tres tipos de mentiras: 1) La nociva: la que se miente para hacer mal a otro, 2) La oficiosa: se miente para lograr un bien útil, ya sea para el que miente, para otro o para evitar un mal, y 3) La jocosa: la que se dice para divertirse. Comentaba que según San Agustín los tres tipos de mentira son pecados pero el más grave es el primero.
Que levante la mano el que nunca haya incurrido en algún tipo de mentira. Descansa en paz, padre Jorge Manzano.
- Fernando Ortiz
Contar una anécdota o una experiencia significativa de las que tuve la gran dicha de vivir junto a Jorge Manzano, SJ, para elegir una, es una tarea difícil; cada momento, cada instante, cada minuto era y sigue siendo una experiencia muy significativa. Dentro de todas las vivencias hubo una que marcó mi vida por las palabras y las frases que surgieron de aquella conversación.
Yo era editor de la revista Aither, una revista que está próxima a cumplir tres años y que se publica mes con mes de manera virtual, dedicada a establecer un diálogo entre las diferentes espiritualidades de nuestra ciudad y país, labor que Jorge Manzano, SJ amó y trabajó arduamente.
En mayo del año 2012 decidimos hacer un homenaje en nuestra revista a Jorge Manzano por su trayectoria y legado que a lo largo de su vida fue forjando (http://aitherlarevista.com/#/0). Cuando fui a charlar con él y darle la noticia de lo que nuestra revista pretendía, extendió una mágica sonrisa, me miró fijamente y dijo:
-¿A qué debo tal reconocimiento? Y posteriormente sacó un cigarrillo, de aquellos que tanto gustaba fumar.
En aquel momento me di cuenta que esa era la llave para abrir la puerta de una gran conversación y le contesté:
-Maestro, usted es un personaje con una gran trayectoria: filosofía, espiritualidad, enseñanza, todo esto ha hecho en su vida y por ello queremos hacer un especial de usted para nuestra revista.
Después de escucharme atentamente, el gran Jorge Manzano dijo aquellas palabras que aún vagan por mi mente:
-Entonces si de homenajes se trata, haz un homenaje sobre Dios, pues sin él yo no hubiera caminado, estudiado, luchado, enseñado y todas esas cualidades de las que tú hablas; hago todo esto por amor, porque Dios es amor y está loco por mí, al igual que él está loco por ti.
httpv://www.youtube.com/watch?v=4Bz2XXJCnqk
- “Un filósofo es un hombre que constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera, sueña…”
Juan Pablo Gil, SJ
¡Por Zeus!
Me acabo de enterar de la noticia de la muerte de Jorge Manzano, SJ
Cuando me dio clases, en el curso de Santo Tomás, me atreví a pensar lo que confirmaría dos años después, en la clase de Platón: que Jorge estaba preparando su funeral.
Este pensamiento mío se peleaba muy a menudo con otro pensamiento, también mío, de que Jorge Manzano nunca iba a morir. Un jesuita viejo, fumador, aficionado de la bebida —»corrientita pero sabrosa»—, medio chamán, muy filósofo, amigo de refugiados en Dinamarca y de indígenas en Chiapas, maestro de muchas generaciones de universitarios, amante de la vida y del Jesús de la vida: «Es Cristo quien seduce», decía, no puede morir jamás.
Me argumentaba a mí mismo que los ancestros, los filósofos, las plantas mágicas, la Vida y el mismo Jesús conspirarían para que Jorge Manzano no muriera nunca.
Esta noche me he dado cuenta de que me equivoqué.
Y de que el otro pensamiento, de que Jorge prepararía su propio funeral, toma más fuerza.
«Cuando yo era un joven en búsqueda, me acerqué a los jesuitas», dijo Jorge en una de sus clases. «Y me dijeron: Jorgito, no somos unos santos, pero hemos acudido a la cita. La pasión por Cristo que un jesuita vive lo he visto expresado en aquél que pasa largas horas de estudio en la biblioteca de la Gregoriana en Roma; y también en el jesuita panadero que elabora sus panes con grande amor por el prójimo».
Ahora creo que Jorge ha dejado ya lista la grabación, de su viva voz, en la que los asistentes a su funeral escucharán su saludo: «Bienvenidos sean todos a mi funeral, tomen asiento, siéntanse cómodos. Esta es su casa y yo soy el anfitrión». De pronto, los danzantes aztecas entrarán en escena con fuertes golpes de tambor. Sus gritos y conchas de viento estremecerán al público —sí, al público—; del techo bajarán con arneses varios acróbatas lanzando fuego por sus bocas y una orquesta en vivo comenzará a tocar La cabalgata de las Valkirias, de Wagner. Las luces del auditorio, previamente atenuadas, dejarán ver el paso de un féretro que se coloca al frente del escenario y una plataforma lo elevará a la vista de todos. De súbito todo quedará en silencio y a obscuras. Poco a poco todos los presentes encenderán sus velas y se escuchará solo la voz de Jorge que dirá: «Un filósofo es un hombre que constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera, sueña cosas extraordinarias; alguien al que sus propios pensamientos le golpean como desde fuera, como desde arriba y desde abajo, constituyendo su especie peculiar de acontecimientos y rayos; acaso él mismo sea una tormenta que camina grávida de nuevos rayos; un hombre fatal, rodeado siempre de truenos y gruñidos y aullidos y acontecimientos inquietantes. Un filósofo: ay, un ser que con frecuencia huye de sí mismo, que con frecuencia tiene miedo de sí, pero que es demasiado curioso para no ‘volver a sí’ una y otra vez...«. Nietzsche, en Más allá del bien y del mal.
Las luces del auditorio se volverán a encender y todos los presentes verán que al féretro lo escoltan cuatro sujetos. Serán cuatro actores representando a Nietzsche, Kierkegaard, Hegel y Platón. Ellos, los actores, comenzarán a hablar de filosofía, y Manzano entrará en diálogo con ellos.
Ahora me gana el llanto al imaginar mi fantasía.
Me volví a equivocar.
Manzano es más sencillo que todo esto.
«¿Alguna vez has sentido que Dios te ama con la fuerza, el cariño, la sensualidad de una Novia? Dichoso el que ha sentido que Dios le dice: ‘¡Bésame con besos de tu boca! ¡Son tus amores mejores que el vino!, ¡Qué exquisito el olor de tus perfumes; aroma que se expande es tu nombre!» Primeros versos del Cantar de los cantares.
Jorge se ha encontrado con la Vida, porque no ha muerto. Sus amigos filósofos lo reciben y el Autor de toda la creación, el Eterno Señor de todas las cosas, le tiene preparada una habitación en su casa.
Ha alfombrado ya el piso con ramas de pino, para que cuando Jorge entre en ella y pise descalzo, el aroma a fresco llene sus pulmones.
Mientras, nosotros, los que aquí quedamos, llevaremos siempre en el corazón al que supo enseñar con el ejemplo que el amor se ha de poner más en las obras que en las palabras.
Si deseas compartir alguna anécdota o pensamiento en memoria de Jorge Manzano, puedes ingresar a las redes sociales del ITESO o al sitio de Facebook «Hacia el homenaje a Jorge Manzano, SJ».
- El mundo perdió un poco de su brillo, pero hay una estrella más en el cielo
Elías González
El humo transparentaba el ambiente mientras apagaba su cigarro en un pequeño cenicero. Un vaso medio vacío, computadora encendida en una lista interminable de correos por contestar, un librero enfrente con libros e imágenes decorando aquel santuario, el nuevo número recién publicado de Xipe Totek y un hombre pequeño, presionando el cigarro contra el cenicero, soltando el vaso medio vacío después de darle un trago y depositándolo de lado a la computadora, mirando el librero en busca de algún libro que le recuerda lo recién leído en la nueva Xipe Totek. En la ventana, un curioso y agradecido discípulo, sabiendo que en ese momento se jugaba la eternidad del instante, sabiendo y sabiéndolo bien que ese no era un hombre cualquiera, que el humo de ese cigarro era distinto al de otros cigarros pues en cada exhalación de tabaco, junto con la nicotina y el papel quemado, también iba un poco del aliento de un hombre santo, un hombre muy amado por ese aliento primordial y vital y por el cual él se sentía enamorado.
Ojos cerrados. Tres sillas, tres personas sentadas, conectadas. El cuerpo se mueve, comienza el éxtasis, Dionisio posee al Maestro, la manía comienza, la energía es intensa y se desborda por todos los albores del cosmos. El discípulo se asusta, lo que siente es nuevo, increíble y terrorífico, fuera de su control, más allá de sus posibilidades de comprensión. Se detiene, se miran. “Cuando venzas el miedo entrarás en trance” dice el Maestro, y el estudiante lo sabe y desde entonces trata de no tener miedo, de “lanzarse al agua sin flotis”, de vivir en trance… pasa un tiempo, largo o corto, en ese plano no importa, el Maestro sentado observa a un grupo de personas. El salón es grande, hay mucho ruido, la energía está a punto de explotar hasta los niveles más alejados y extremos del Universo. En medio de aquello, el discípulo está en el suelo, el cuerpo frenético se convierte en el Placer, en la Tierra, en Chamán, en Brujo, en Perro, en Águila, en Éxtasis… el Maestro se acerca, toma el hombro del discípulo: “excelente trabajo” le dice, se va dejando al discípulo con un nudo en la garganta, lo había logrado.
Señal de la cruz: Norte, Sur, Este, Oeste. Comunión: pan remojado en vino. Misa: hombres y mujeres danzando, adornados con plumas, castañuelas y máscaras. Tambores, maracas, danzantes. El Maestro, adornado festivamente, celebra la Vida, la fiesta, la felicidad y el placer. “Viva la vida, viva el placer de vivir, el placer de volar, el placer de sentir” dice el Maestro. El discípulo escucha, el discípulo danza, el discípulo llora pues acaba de comprender, finalmente y después de tantos años, cuál es la experiencia de fondo en la experiencia espiritual, comprende la resurrección, comprende en ese momento, y solo por ese momento, Todo.
El discípulo está de viaje, pero siempre recuerda a su Maestro. A todos les comenta y les cuenta de sus aventuras juntos, les comparte el famoso escrito y les habla de Dionisos, Jesús, los jesuitas, Aparruki, el Diálogo Multicultural Universal, la filosofía, Nietzsche y Kierkegaard. Las montañas de una de las cordilleras más grandes del mundo le recuerdan al ahora más maduro discípulo las enseñanzas de su Maestro; las nubes, los rostros indígenas por los cuales el Maestro dio su vida, las ceremonias religiosas de muchas tradiciones, los jesuitas hermanos espirituales del Maestro, el viajar y viajar justo como el Maestro hizo por Europa y ahora el estudiante hacía en Sudamérica, todo eso lo mantenía vivo en su recuerdo. De vez en cuando, el discípulo revisaba el correo para encontrar con una sonrisa de oreja a oreja, igual a la de su Maestro, un correo de aquel hombre que cambió su vida.
Un día, el Maestro sufrió un accidente. Apenas tres días antes el discípulo había recibido un correo suyo, no podía creer lo ocurrido. Con fe y esperanza, el discípulo siguió su camino, terminó su experiencia y misión que el Maestro le había encomendado por esas tierras. Regresó a casa, no estaba permitido ver al Maestro por cuestiones de salud, y el discípulo no se sentía digno para verle, después de todo “muchas personas más importantes que yo quieren verle” pensó. Pasarían los días y el discípulo escuchaba las noticias de lo que pasaba en el hospital, todo lo guardaba en su corazón. Una tarde, el discípulo recibiría una llamada “Jorge murió”. Colgaron, las lágrimas que antes no derramaba comenzaron a salir en ese entonces y siguen brotando de los ojos del discípulo mientras escribe estás páginas. El Maestro se ha ido, y con él el mundo ha perdido un poco de su brillo.
Ahora el discípulo está sentado en su jardín, viendo el cielo estrellado o por lo menos imaginando que lo mira, el maestro le enseñó que los sueños y la imaginación eran igual de válidos que la realidad. Se da cuenta de una estrella, que casualmente brilla más que las demás. Una estrella que hace sentir que él lo mira, a aquel que en su individualidad y totalidad real está aquí sentado escribiendo estas líneas en recuerdo de aquel hombre que le transformó la existencia, pues le enseñaría que lo único que hay que hacer es amarla. “La vida está loca por mí, y yo por ella” diría algún día el Maestro, y lo diría tan bien que todavía el discípulo lo siente y trata y tratará de vivirla de ese modo que aprendió que aquel hombre.
El Maestro pasó de escuchar la música a cantarla para que los demás siguiéramos escuchándola. El Maestro, el de mochila de joven, el de cigarro en una mano y tequila en la otra; el de pantalón de mezclilla, el que iba de fiesta con los jóvenes, el que invitaba y organizaba fiesta para ellos; el escritor, el amigo, el filósofo, el poeta, el dionisiaco, el jesuita, el profesor, el hermano… ese, el ser humano de carne y hueso, ese que se veía más brillante que nunca a través del cristal de su ataúd, ese que tanta fue amado y tanto amó. Ese.
Sí, el mundo perdió un poco de su brillo, pero hoy hay una estrella más en el cielo.
Recopilación de textos Comunicación Social Foto Lalis Jiménez
Lo quise mucho, lo quiero y seguiré queriendo. Le admiro y su testimonio siempre me ha inspirado. Dirigió mi tesis sobre Kierkegaard, pues Jorge me adentró en sus apasionantes textos. Gracias Jorge, releo y me emociono, ahora que rescato aquel mail que me enviste a los siguientes días posteriores a la ordenación, aquí lo comparto. ¡Gracias, ilustre Jorge!
Ismael Bárcenas.
Sábado 10 de febrero 2009:
Ordenaciones de Ismael Bárcenas (Mayo) como presbítero; de César Palacios, Fernando Morales y Justino Calderón como diáconos, a quienes ordena el Sr. Obispo Benjamín Castillo Plascencia, de Villahermosa (hermano del jesuita José María), y últimos votos del Hermano David García. La ceremonia tiene lugar en el Gimnasio de la UIA_Torreón. Mayo, César y Fernando fueron miembros de nuestra comunidad de Tláhuac en épocas diferentes, en los últimos semestres de sus estudios de filosofía. Domingo 11, cantamisa de Mayo en la Casa Iñigo de Torreón, a que lo acompañmos como concelebrantes cosa de 20 jesuitas. En la ceremonia de ordenación está el Provincial Carlos Morfín Otero, los asistentes cumpliendo su tarea primordial de superiores nada más riendo y saludando ridentes et salutantes: Fernando Fernández Font, Carlos Cervantes, Sergio Cobo y Luis Valdez; dos antiguos asistentes: Rafael Moreno Villa y David Fernández. El socio, impedido de la mano da órdenes con un solo movimiento de cabeza hacia arriba o hacia abajo. De la Ibero y la Pereira de Torreón, donde trabaja Mayo: con su tranquilidad olímpica Felipe Espinosa superior y Quintín Balderrama, rector de la UIA, el efectivo Alejandro Treviño, el flamante Héctor Acuña (hasta hace unos días con nosotros en Tláhuac) muy relajado y distendido como si nada; los caballos de batalla Miguel Buch, Paco Goitia, Luis Manrique, Enrique Ponce de León, el maestrillo Ricardo Cámara, y en buena salud Horacio Chávez. De la Parroquia San Judas de Torreón, donde trabaja Fernando Morales están: los invulnerables José María Castillo y Guillermo Cortés; vacacionando de sus estudios en Chile Juan José Esquivias, los aguerridos José de J. Segura, Toño Ávila y el fabuloso hermano Moisés Cortés. De la Ibero de México, donde vivieron algunos escolares de los ordenados: impertérritos Antonio Oseguera, Mario López Barrio y Martín Mac. Intosch. De otras comunidades del DF: los por supuesto Carlos (La Güera) Espinosa, Luis Morfín, Sebastián Mier, Gerardo Cortés, Chuy Acosta, Carlos Rodríguez y Luis García Orso. De Guadalajara estamos El novísimo Rector Guillermo Prieto; con su futuro de teología (incierto dónde) el maestrillo Roberto Padilla, y yo. De otras partes de la República: Félix Palencia que sin arete parecía un padre grave de los antiguos reverendísimos al estilo de los PP. Orvañanos, Vértiz, Iglesias, Cuevas, Heredia, Torroella, Escalante; la única prenda moderna que lleva son los tenis, eso sí bien cubiertos por el alba; el enigmático Luis Avitia, de Parras, donde trabajó Justino; Grandes figuras del cuadro: José Luis Gallegos, Luis González de Cosío, Daniel Steevens, Tomás Ortiz. Del extranjero, el P. Ministro de Berkeley, donde no hace mucho Justino y César pasaron un semestre; José Luis Moreno (Bigos, muy laureado por sus libros sobre matemáticas), y el fabuloso hermano Ricardo Greeley. Asisten también algunos de los sacerdotes ordenados no hace mucho, con la seriedad que exige el caso: Mario Alberto Cisneros, Pedro Reyes, Eduardo Silva y Aristeo López (Tello). Y varios escolares de teología: sacando fotos infatigable, Enrique Carrasco; y los incólumes Ricardo Machuca, Salvador Ramírez, Enrique Mireles. Como liturgos en acción, Gustavo González (Chunuk) y Pedro Flores, que tienen la prudente debilidad de no cubrir con roquete a los tres monaguillos, chavos de la Ibero. Espero que no se me haya escapado algún nombre. En fin cincuenta concelebrantes, y otros ocho o nueve no sacerdotes. Y la ceremonia bella, arrebatadora en su sencillez. Nunca en Torreón había habido tal despliegue litúrgico. Algunos torreonitas preguntan si ya estamos en el paraíso. Se añade, para los que creen en eso, que hay excelentes augurios. Por lo pronto la ordenación es en el gimnasio en que prepondera la cancha de básket, deporte preferido de MAYO. Con su traje de gala huichol va CÉSAR, que en la ceremonia fue cubierto por los capisallos comunes, pero que en el brindis final lució en todo su esplendor; además de que hubo luna llena. Una vez en Tláhuac tuvo que oír fuerte diatriba, de parte de uno de los NN, de por qué se des-culturizaba (Cf. esta Historia Domus, febrero 20, 2001); y me imagino que habrá sufrido otra de parte de los mismos huicholes. El caso es que su mamá, y otras dos damas huicholas, también en traje de gala, pasaron a colocarle la estola, y lo hicieron con mucha ternura, máxime cuando lo besaron. Realmente podríamos pensar que estábamos en el paraíso. Sobre FERNANDO: van muchísimos jóvenes de los que atendió y atiende en Torreón. JUSTINO y DAVID están resplandecientes, signo seguro de lo que es una verdadera y fuerte consolación. Del canta misa de Mayo sobresalen las vivencias de amistad y de alegría, aparte de las palabra de Félix que comenzando por Moisés siguió por los profetas. En resumen, el conjunto de ordenación y canta misa fue todo un happening.
Por Jorge Manzano, SJ.
10 de enero de 2009.
Sobre las experiencias con Jorge Manzano.
No sucedieron en el ITESO aunque esto esta implícito.
En el extinto Instituto Libre de Filosofía (y Ciencias) Madero 808. En la biblioteca un libro poco común.
Le comentamos a Jorge que había un libro de magia negra, el cual por mojigatería, ignorancia o precaución no abrimos, su portada era negra tenía un Dragón dibujado que circundaba el mundo. Se lo comentamos y se intereso muchísimo sería porque era una de sus temas a estudiar. Jorge estudiaba al Diablo como pregunta ¿Qué es El Diablo?
La verdad a mi me dio pavor que le llámese la atención después con los años lo entendí. ¿Qué es eso que llamamos Diablo? ¿Existe el Diablo realmente? bueno es una respuesta sin fin.
Unos afirman categóricamente que el Diablo como tal no existe, y menos como lo representan los dibujos, e imágenes acerca de los demonios o diablos. Que el Diablo realmente somos nosotros. En fin, yo aún tengo mis dudas serias. Y esto no lleva a otra pregunta ¿Existe el mal en sí? Los filósofos contestan que no. Que el mal en sí no existe. Y responde que lo que existe es la ausencia de bien. Lo mismo se responde con la Luz. La luz existe pero esta brilla más intensamente en la oscuridad. Vaya dilema: Pues la luz existe en presencia de la oscuridad. Los recovecos filosofales así continúan. Lo mismo se dice de la Nada. Nada puede surgir de la nada. Y del espacio; el espacio es real aunque este se mide por distancias y por la luz.
Lo importante es que la búsqueda de la verdad. La libertad de pensamiento no lleva a indagar en los bajos fondos, en la magia negra. Años después quise buscar ese libro y Jorge también me pregunto por él. Alguien lo tomó y lo mejor podría estar en el ITESO en su Biblioteca o de igual forma ya no; pues toda o casi toda la bibliografía y fuentes de la Biblioteca del extinto Instituto de Libre Filosofía de Madero ser encuentran en el ITESO.
De como Jorge Manzano Vargas, me enseño a tomar decisiones libres. Toda decisión es libre y hay que hacerla buscando la libertad personal. Toda decisión te delimita. Lo que Jorge me enseño fue a asumir tu decisión. Yo en que entonces me enamore y me salí del seminario de San Carlos Borromeo, para ser feliz, no se crean se añoran unas cosas otras no, así como el estar casado. La enseñanza de Jorge es que estés donde estés tienes que asumir con todo tu corazón, mente y libertad tus decisiones. Y esto para mi es Amor. El amor se debe asumir con todas sus consecuencias y tiene un valor. Amarse a sí mismo para poder amar a los demás.
En otra ocasión asistí a unos cursos de energía, como entrar en estados alterados de conciencia cerca de Actopan, Hidalgo en aquel entonces alguien sustrajo dinero de mi cartera y ya no tenía como regresarme a Querétaro. Sé quién fue pero por ética no puede decir quién era, en fin entre Jorge y Ramiro Figueroa con algunos de los participante me prestaron dinero para poder viajar, yo junte el dinero después en Guadalajara y le quise pagar a Jorge pero no lo acepto, que ya estaba pagado, a lo cual a mi me dio mucha pena. No le tenía importancia al dinero sin embargo lo sabia conseguir para una necesidad. Y aun cuando él lo pudiera necesitar no lo toba para sí, ni siquiera para otros que el pudiese ayudar se acotaba a las circunstancias. Lo que me apena mucho es que ya no puede concentrarme en los cursos de energía por la situación. Pero de todo se aprende y no hay que apegarse al dinero.
Por eso ahora en forma de pago les comparto este video.
http://www.youtube.com/watch?v=HQ6ZRTs54wE
Este video debe y si se quiere debe de ser compartido de forma gratuita y libre.
También en alguna ocasión me invito a ser Sócrates pero me sentí indigno de ser Sócrates aunque soy bastante feo (no tanto como físicamente se dice que era Sócrates, sin embargo la belleza de Sócrates está en el inquirir, desmenuzar los argumentos y dar a luz.) Sin embargo yo soy más feo internamente. Libremente no tomé el papel. Oculte la luz de mis dotes histriónicos y la luz se debe poner en lo más alto por el simple hecho de que ilumine más, y se reparta más. También en otra ocasión me toco hablar en Casa Loyola y no pude decir ni ápice. Se me enmudeció la lengua se me trabo y estaba sumamente nervioso. Me dio pánico escénico y ennudecí. A todo esto nunca Jorge se enojo. Yo en personal debí de haber tenido más arrojo y superar mis limitaciones. Confianza de sí mismo era lo que me faltaba.
Él sabía ponerse en los zapatos de otro y te seguía amando, queriendo y valorando por lo que eres en sí. Obviamente él sabía de los potenciales que todos los tenemos y te daba la oportunidad de que estos brillasen.
A Jorge como a Sócrates le interesaba el pensar de cada uno en particular para enriquecer su acervo y pléyade de seres humanos, tal como lo hacía Sócrates y Jesucristo. A Jorge lo tildaron de loco, raro y cercano a cuestiones paranormales, formalmente psuedo cristianas. Pero él como buen cristiano indagaba en todos los aspectos de la vida y el conocimiento, tendía puentes con los budistas, con los indígenas, con los monjes lamas, en fin hizo puente con el Amor Universal hacia y para con todos los seres; que los conocimos y que no lo comprendimos. Esta es su enseñanza fundamental del Maestro, estar abierto a la Realidad, y él lo hizo en la forma más concreta en la Realidad Humana y dentro de la Condición Humana nos amo y nos comprendió.
Más anécdotas y vivencias se podrían decir de Jorge pero como las hacia a diario es difícil. Lo más Importante es que vivió con radicalidad evangélica, pobre, humilde, alegre, irónico sin ser agresivo, activo al ser pacifico, jovial, abierto, no juzgando, ni rechazando, buscando la verdad interior como exterior. Era un verdadero Cristiano y Jesuita, era un seductor, era dionisiaco y apolíneo en su vivir. Hizo de su existir un obra de arte. Ejerció el Buen Vivir no sólo para consigo sino para con los demás. Un hombre humilde que supo perdonar, seguir adelante, que se supero a sí mismo y nos enseño también a nosotros a hacerlo con nuestras vidas.
Para mí era uno Socrático en esencia, y esto también se lo aplica a los filósofos que estudio, en especial a Søren Aabye Kierkegaar y lo hizo con Friedrich Wilhelm Nietzsche. Podía hacer empatía con sus mentes y tiempos gracias a los estados alterados de conciencia, momentos de reflexión y altos grados de concentración a los cuales tenía acceso a los archivos de la energía.
A todos nos ha dejado ejemplo de vida y algo, incluso a los que no lo conocieron pues la forma de vivir congruentemente y consecuente de sus actos lo vuelven un ser transcendental en nuestras vidas, y ojala todos seamos como él. Que nos digan que hemos transcendido con el ejemplo, y la tendencia de la radicalidad evangelica amar a ricos y pobre por igual con toda su mente y todo su corazón. Así Jorge amo a los hombre y a los filósofos con toda su mente con toda su acción y corazón.
S.S. Víctor Manuel González Ramos.
vrgmv@yahoo.com
Tómese este texto para los fines que convengan, asi como corregir con fines sictácticos y de redacción; y/ó para extraer parráfos para su libre elección.
Queda autorizado por Víctor Manuel González Ramos.
THRIVE – LA ENERGÍA TOROIDAL (LA ENERGÍA DE LO ETERNO)
PUEDEN VER COMO EL SER HUMANO PUEDE POR SÍ MISMO CREAR ENERGÍA EN EL RESTO DE MIS VÍDEOS.