Conoce más sobre LINK, un modelo de innovación abierta en el que equipos multidisciplinarios de estudiantes trabajan en la creación de soluciones a retos específicos 
planteados por empresas y organizaciones. 

Los mosqueteros de Alejandro Dumas sabían que la unión hace la fuerza. En la sociedad actual, esta máxima continua más vigente que nunca. Los desafíos que enfrentan la iniciativa privada, la administración pública, organizaciones civiles e incluso universidades, exigen que diversos actores coincidan para elaborar soluciones innovadoras, viables, rentables, sostenibles y efectivas.

Es en ese contexto en el que se ideó LINK, un modelo de innovación abierta en el que equipos multidisciplinarios de estudiantes trabajan en la creación de soluciones a retos específicos planteados por empresas y organizaciones.

Juan José Solórzano Zepeda, coordinador de LINK, señala que la colaboración entre estudiantes y empresa va más allá de una relación cliente-proveedor, puesto que se asumen como socios.

“El modelo funciona con retos —no problemas— propuestos por estas organizaciones y empresas, para que sean respondidos desde la innovación. Es así que una inmobiliaria puede plantear la casa del futuro: la innovación puede venir en nuevos materiales de construcción, nuevas formas de construir casas o nuevas formas de comprar y vender casas, por ejemplo”.

Tras la culminación de proyecto, la idea queda como propiedad de los alumnos y la empresa socia tiene prioridad para adquirir la licencia. El pago puede ser de 50 mil, 75 mil o 100 mil pesos, a criterio de la empresa, explica Solórzano Zepeda.

De no licenciarse el proyecto o no propiciar un proceso de incubación para generar una nueva empresa por parte de los creadores, el modelo LINK contempla que este pase a formar parte de un catálogo de ideas, disponible para que otros emprendedores lo retomen.

“En los seis años que el ITESO ha contado con un modelo de innovación abierta —el primer modelo de innovación abierta fue Demola Guadalajara—, se han licenciado alrededor del 45 por ciento de los proyectos”, resalta Juan José Solórzano.

Visión global para impacto local

Tal como D’Artagnan aportó nuevos bríos al trío espadachín, la colaboración llega para revolucionar los esquemas de innovación hasta ahora implementados. Una parte esencial del modelo LINK es la colaboración, que se da en desde sesiones creativas con niños y niñas de quinto y sexto de primaria hasta en el intercambio de ideas con grupos de estudiantes universitarios de otros países.

Este año, la colaboración entre pares es con estudiantes de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) y del Consejo de Educación Técnico-Profesional.

UTU (CETP-UTU), en sesiones por videoconferencia llamadas Global Vision. Estas instituciones adquirieron la metodología LINK del ITESO.