Representantes de distintas localidades y con diferentes lenguas maternas, dialogaron sobre los retos de preservar sus lenguas originarias, un derecho humano que se pierde frente al contexto de la economía occidental.
¿Qué políticas públicas se necesitan para que se preserven internamente y respeten externamente las lenguas originarias?, ¿cómo incidir en espacios políticos para crear ciudades pluriculturales y evitar la extinción de estas lenguas?, ¿cómo llevar este tema y el de discriminación a la discusión pública? fueron las reflexiones que pautaron la mesa de diálogo sobre Día Internacional de la Lengua Materna, realizado el pasado miércoles 21 de febrero. Los invitados de diferentes localidades y con diferentes lenguas maternas, dialogaron sobre cómo se intenta preservar las lenguas madres.
Félix Misael Bonilla, wixárika y estudiante de Ingeniería Civil, habló por y en su lengua madre, como lo hicieron Elizabeth Bustillos, rarámuri, de Ingeniería Ambiental; Ana Lilia García, mixteca, egresada de Ciencias de la Educación; Victoriano de la Cruz, náhuatl, experto lingüista y estudiante de la Maestría en Derechos Humanos y Paz; y Pedro Cayetano, nayeri y educador. Durante el foro, abundaron en lo poco que sabemos de los retos a los que se enfrentan las comunidades indígenas en nuestro país para preservar su lengua.
Explicaron que la creación de instituciones donde se comparta la lengua, es una necesidad urgente, ya que hasta en las mismas comunidades esta cultura se está perdiendo. Uno de los factores que más influye es la discriminación que sufren los indígenas por hablar su lengua materna, cuestión que hace que se pierda el valor de hablarla, llevando a varios a evitar ser relacionados con su cultura para poder ser aceptados.
Esto se ve claramente en educación, incluso en la educación básica, para que una niña o niño indígena aprenda a leer y a escribir, es casi un requisito que hable el español. En el sistema escolar mexicano la mayoría de las escuelas enseñan a escribir, a leer y a hablar el español, no su propia lengua; y si se llega a enseñar otro idioma, como en escuelas con programas bilingües, se enseña inglés. Los panelistas refirieron que buscar rentabilidad en hablar una lengua nativa es otro enemigo, porque las personas no van a encontrar beneficios económicos al hablar una lengua nativa, por lo que optarán por la extranjera como segunda lengua.
Para combatir esa discriminación, los integrantes de la mesa destacaron que es importante dar a conocer que existen más lenguas y culturas, y que se abran espacios en los que a todos se nos hable de las comunidades, de cuantas existen, sus diferentes contextos y culturas, para traer estos temas a una conversación más cotidiana para quitar el estigma, para dejar de discriminarlos y reflexionar el por qué tendrían que ser solo ellos, quienes inician estas conversaciones.