La trigésima sexta Congregación General de la Compañía de Jesús tiene la encomienda, en Roma, de elegir al sucesor de Adolfo Nicolás, SJ.

Doscientos quince delegados de Asia, Europa, África y América están reunidos en Roma desde el 2 de octubre para participar en la Curia de los jesuitas que elegirá al sucesor de Adolfo Nicolás, SJ, quien ya presentó su renuncia como Superior General de la Compañía de Jesús.

Congregación

Este proceso se remonta a los inicios de la orden religiosa, cuando a mediados del Siglo XVI San Ignacio de Loyola fue electo para ocupar dicho cargo.

Durante siglos, el Superior General de la Compañía de Jesús era un cargo de por vida, aunque en el Siglo XX se modificó dicha noción y ahora es mientras tenga “vitalidad” y depende de la evaluación que haga la orden, explica el jefe del Departamento de Filosofía y Humanidades del ITESO, Arturo Reynoso, SJ.

Sigue los pormenores de la Congregación 36 de la Compañía de Jesús en el siguiente enlace: http://gc36.org/es

Como una experiencia de gran riqueza por la diversidad y la unidad entre los jesuitas es como describe el Rector del ITESO, José Morales, SJ, el formar parte de una Congregación General; él ya ha acudido a las dos anteriores.

“Estamos sujetos a una misma misión, aunque se vaya concretizando de distintas maneras”, señala Morales. El día de la votación, cuenta Morales, uno de los electores se dirige a los delegados para resaltar la importancia de su voto y que este sea «bien discernido delante de Dios, con intención pura, no por amistad, y esto lo estableció San Ignacio porque en aquel tiempo habían muchas cosas que no le gustaban de la Iglesia».

«La configuración de la Compañía es cada vez más periférica, menos europea. Donde hay más vocaciones es en India y África, muy pocas en Europa y EEUU», detalle el Rector. Los retos de la orden, añade, son los mismos del mundo.

A esta congregación, la número 36, representando a la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús acudieron el Provincial José Francisco Magaña, SJ, David Fernández, SJ y Alejandro Cancino, SJ. Foto Archivo