Por todo el campus están diseminadas huellas de personajes relevantes para la historia del ITESO, entre ellos, varios jesuitas. Te invitamos a seguirlas.

La historia de la universidad data oficialmente el 31 de julio de 1957, día de San Ignacio de Loyola, con la firma del acta constitutiva del ITESO, pero su origen es de algunos años antes. A  mediados  de  los  años  50,  familias de estudiantes del Instituto  de  Ciencias  junto  con  integrantes de la Compañía de Jesús, comenzaron  las  gestiones  para  que  el  proyecto  de  esta  casa  de  estudios tomara forma. Reunieron fondos, tramitaron aprobaciones, buscaron lugares para instalar un campus, docentes, personal administrativo,  de  servicio  y  estudiantes que lograran consolidar un ideal: contar, en Guadalajara, con una institución de estudios superiores de excelencia académica al servicio de la sociedad.

Sigue las huellas

El edificio que alberga  la  biblioteca toma su nombre del Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, rector del ITESO de 1966 a 1970.  Entre sus aportaciones está la de que los estudios del ITESO fueran reconocidos con validez oficial (11 de noviembre de 1968) y encabezó los proyectos de construcción  de  lo  que  ahora  es  este campus universitario. Afuera de la biblioteca encontrarás la estatua de San Ignacio de Loyola, con una  frase  que  refleja  varios  pasajes de la vida universitaria del fundador de la Compañía de Jesús: “Solo y a pie” (ver más en pág. 7).

El edificio W, también conocido como el edificio de Posgrados, lleva el nombre del Dr. Luis Hernández Prieto, SJ, otro jesuita fundador del ITESO y de la escuela de Ingeniería Química, de la que fue profesor hasta semanas antes de su muerte, en 1976. Del padre Luis Hernández, SJ, también se recuerda  la  fundación  de  CAIC  (Club  de  Alpinismo  del  Instituto de Ciencias), se le atribuye la iniciativa de organizar el comité de recaudación de fondos con las familias, empresarios y jesuitas del  Instituto  de  Ciencias,  que  fundaron la universidad.

La  Calzada  Scheifler  toma  su  nombre  de  Xavier  Scheifler,  SJ,  rector  del  ITESO  desde  1972  hasta  1979,  y  a  quien  en  parte  se debe uno de los aspectos que más  caracteriza  al  campus:  su  exuberante paisajística. En este lugar, si miras con atención, podrás  reconocer  cómo  las  copas  de los árboles forman una cúpula que remata al fondo de la calzada con una cruz. Algunas personas también se refieren a este lugar como la Capilla Scheifler. Es un lugar ideal para recuperarte, física y emocionalmente.

El auditorio Pedro Arrupe, SJ, el más grande del campus y en el que se realizan los actos más simbólicos  para  la  comunidad  universitaria  toma  su  nombre  de Pedro Arrupe, SJ, General de la  Compañía  de  Jesús,  quien  el  28 de noviembre de 1972, dio la aprobación formal para que los jesuitas dirigieran la universidad y trabajaran en el ITESO.

En el Edificio S (Laboratorio de Comunicación y Artes Audio-visuales), están las placas que recuerdan a los sacerdotes jesuitas  John Boyle, Juan José Coronado Villanueva,   SJ,   Xavier   Gómez   Robledo, SJ, Luis Sánchez Villa-señor, SJ, Raúl Mora Lomelí, SJ y Luis Morfín, SJ (los dos últimos, además de haber sido profesores de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, fueron rectores de la universidad).

Construida  en  1982,  por  el  jesuita  Juan  Manuel  García  de  Alba,  SJ,  la  capilla del  ITESO es  espacio  que  del  campus  no  se  advierte  a  simple  vista.  El  discreto  y  silencioso  recinto  es  ideal para encontrarte, inspirarte y conectarte espiritualmente. Está a un costado de uno de los árboles más antiguos del campus, un Mezquite, que acompaña a la simbólica  primera  piedra  de  la  universidad.

En la  glorieta  de  ingreso  encontrarás  el  mural  esgrafiado  El  Espíritu  Vivifica.  Esta  obra  labrada en concreto fue diseñada por Pablo Humberto Posada Velázquez, SJ – quien fue rector del ITESO de 1992 a 1998 -, y mezcla los símbolos de la Pasión, el escudo de la Compañía de Jesús y el del ITESO. El mural es uno de los sitios favoritos para tomarse las fotos de graduación.