Conocieron las instalaciones de la NASA y les presentaron a sus ingenieros unos planes para habitar una luna de Júpiter. Ahora, Zyanya y Christian quieren poner en órbita un satélite.
En el Campus Party del verano pasado en Guadalajara, Zyanya y Christian diseñaron un hábitat sustentable para 400 astronautas en Marte; le pusieron desde un laboratorio hasta un gimnasio, todo hecho con materiales extremadamente resistentes. Era su primer paso rumbo a la NASA.
“Ahí descubrí que el grafeno es el nuevo amor de mi vida”, cuenta entre risas Zyanya, estudiante de Redes y Telecomunicaciones del ITESO, al recordar su trabajocon esta capa de átomos de carbono enlazados de forma hexagonal, un material con infinidad de aplicaciones.
“Elimina bacterias, es resistente a temperaturas extremas, es mil veces más resistente que el acero y más ligero que una pluma”, explica Christian, de Sistemas Computacionales.
Con este proyecto ganaron el primer lugar del Hackaton Reto AEXA y obtuvieron una beca para asistir al International Air and Space Program 2016, organizado por la NASA en el Centro Espacial Houston, en octubre, al que llegaron con un proyecto unos cuantos años luz más lejos: asentar vida humana en una de las lunas de Júpiter.
¿Cuál fue el reto en la NASA?
Christian: Poner un hábitat en “Europa” con un presupuesto limitado que incluyera desde el despegue y el transporte, hasta el montaje de los materiales.
Zyanya: En “Europa” hay 23 kilómetros de espesor de puro hielo y un océano abajo. Y cuando Júpiter está cerca se estira por la gravedad y se contrae al alejarse. Y tiene demasiada radiación. Y tiene géiseres…
“El grafeno es el nuevo amor de mi vida”
Zyanya Benasir, estudiante de Redes y Telecomunicaciones
¿Se sintieron preparados para la experiencia?
Z: No teníamos ni idea de lo que nos esperaba, hasta nos asignaron en distintos equipos. Había ingenieros de la NASA, estudiantes de Hidalgo, de Estados Unidos, Rusia o Canadá, de carreras de astrobiología, aeronáutica… fueron muchos retos de comunicación.
¿Qué tal es trabajar con personal de la NASA?
C: Increíble. Te resolvían cualquier duda y te platicaban de sus experiencias. Después de ver todo lo que pueden lograr y descubrir, es triste que Estados Unidos le designe menos del 1% de su presupuesto a la exploración espacial. Los materiales más avanzados se descubrieron en el espacio o gracias a sus proyectos. Tenemos GPS, microscopios o telescopios gracias a la NASA.
Z: Y teflón, que es un material que se hizo para cohetes. Si cocinas en teflón, puedes decir que tu comida es espacial.
¿Qué tan difícil es para un mexicano trabajar en la NASA?
Z: Conocimos a un ingeniero de Sonora que se fue a trabajar ahí, y me contó: “Yo creí que aquí tendrían puro cerebrito, pero descubrí que es gente normal que solo tiene el interés muy específico por el espacio”. Eso fue muy alentador.
C: En México es difícil dedicarse a esto. Si quieres entrarle al tema espacial desde que estudias, tienes que lidiar con tu carrera y con el aprendizaje qué busques fuera.
Z: Sí. Un hobbie espacial no es tan sencillo.
¿Qué iniciativas propias han tenido?
C: Unimos fuerzas con dos chicos de Hidalgo para poner un satélite en órbita. Todo real, con toberas y motores, pero en miniatura. Ya conseguimos el permiso de lanzamiento apoyados por AEXA. Queremos decir: “Logramos poner un satélite mexicano en órbita, ¿qué te parece?” Foto Roberto Ornelas