Victoria Rentería, profesora del Departamento de Lenguas del ITESO, recibió una Mención honorífica por su tesis de Maestría en Docencia del Inglés, otorgada por el Consejo Británico.
La primera vez que Victoria se paró al frente de un grupo fue cuando impartió un taller de medios de comunicación a niños del Cerro del Cuatro, como parte de un proyecto del ITESO.
Acababa de terminar, hace 20 años, la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Hoy forma parte de la coordinación de inglés avanzado del Departamento de Lenguas de la universidad, así como de su programa Certificado de Inglés.
Su tesis para obtener la Maestría en Docencia del Inglés, programa semipresencial que administran conjuntamente el ITESO y la Universidad Marjon, en Plymouth, Inglaterra, recibió una Mención honorífica en un concurso del Consejo Británico en el que participan alumnos de universidades del Reino Unido; su trabajo será publicado por el sitio de English Agenda del British Council.
La tesis, titulada Becoming Blended: A Case Study in Teacher Identity, representó “una aportación importante al campo de la docencia del inglés”, de acuerdo con Maria Graczyk, vocera del Consejo Británico.
En el transcurso del posgrado, Victoria trabajó con profesores que imparten sus clases bajo la modalidad de cursos semipresenciales y observó que el uso de la tecnología es un elemento que hace que constantemente deban actualizarse y adaptar nuevas herramientas.
“Descubrí que el profesor en ambientes virtuales y semipresenciales es más activo en términos de las decisiones que toma, por ejemplo, desde la planeación de clase, el manejo de grupo o la visión de objetivos a futuro. Tienden a ser más flexibles, más creativos, más aventureros, no temen improvisar”, afirma Victoria, quien en enero empezará a impartir den el ITESO la clase de «Comunicación pública».
¿Cambió tu manera de impartir una clase?
Sí, y fue gradual. Yo uso mucho el pizarrón, y a partir de estar interactuando con mis compañeras de la maestría Sara Ramírez y Liz (Elizabeth) McRobbie, además de los profesores del caso de estudio, sin darme cuenta empecé a traer el iPad a la clase, a utilizar herramientas que ellos me habían enseñado a usar durante la maestría.
¿Cómo te hiciste docente?
Empecé por un proyecto de aquí mismo del ITESO. Humberto Orozco (actual jefe de Comunicación Institucional) me invitó cuando recién nos graduamos. El Proyecto se llamaba TIEM, íbamos al Cerro del Cuatro y dábamos un taller de medios para niños. Debíamos enseñarles a desarrollar conciencia crítica ante los medios de comunicación; tenían que hacer, por ejemplo, un spot de radio y hacer el guion, y los dejábamos a ellos que se expresaran como quisieran para que, a través de hacer algo en un medio, entender cómo ellos mismos manipulaban el mensaje al estar como emisores. Al estar frente al grupo me di cuenta de que me encantaba, que era lo mío.
¿Qué disfrutas cuando estás frente a un grupo?
Todo, la interacción de la gente, conocer cómo piensan los alumnos, qué inquietudes tienen, qué los motiva estar estudiando lo que están estudiando… me motiva mucho la energía del grupo, sus inquietudes, y también cuando ellos tienen ganas de aprender.
¿Se parecen a tu generación?
No. Es una generación muy diferente y no creo que sea negativo el cambio. Nosotros teníamos la fortuna de dedicarnos, por ejemplo, nada más al estudio. Creo que la mayoría de nuestra generación comenzó a trabajar en quinto o sexto semestre y hoy en día ellos comienzan a trabajar desde antes, segundo o tercer semestre, están más ocupados con mayor nivel de estrés y también con una visión del mundo muy diferente.
Hay idealismo todavía, pero es distinto. En algunos veo incluso más compromiso que el que teníamos nosotros y en otros no, al contrario, como que están más aislados de lo que pasa en el mundo. Los chavos también dependen más de la tecnología. Foto Luis Ponciano