El tomo 23 de la colección Monografías de arquitectos del Siglo XX, coeditado por el ITESO, revisa la trayectoria del arquitecto Leopoldo Fernández Font.
Para el historiador José María Muriá, existen dos grupos de arquitectos. Están aquellos cuyas edificaciones tienen la sola misión de provocar, escandalizar, maravillar o indignar. El segundo grupo, más reducido, está conformado por arquitectos conscientes.
“Son arquitectos equilibrados”, explicó, “respetuosos del entorno, de las necesidades de quien manda construir y de las necesidades de quienes viven en sociedad; de aquellos que habitan y respiran ese lugar”.
Para Muriá y los demás invitados a la presentación del más reciente volumen de la colección Monografías de arquitectos del siglo XX, el arquitecto Leopoldo Fernández Font pertenece a este último grupo.
Las madrugadas del arquitecto trabajando en el Templo de la Luz del Mundo, las lamentables modificaciones que han sufrido algunas obras de Fernández Font o las semejanzas entre ser arquitecto y ser madre –“son madres frustradas que quisieran haber tenido hijos y sus hijos son todos los edificios que construyen-, formaron parte de las anécdotas y análisis vertidos por Muriá, el propio Fernández Font, su hijo Fernando Fernández y el autor, Vicente Pérez Carabias.
“La arquitectura como arte se ha vuelto el arte más efímero que hay”, declaró Pérez Carabias, cuestionando el hecho de que, mientras en otras disciplinas como la pintura y la escultura no se interviene más allá de la restauración, en la arquitectura no se tiene el mismo respeto por las obras.
El tomo dedicado al mexicano de ascendencia catalana se presentó el miércoles 26 de marzo en la Cámara de Comercio de Guadalajara, ante entusiastas de la arquitectura, alumnos, familiares y amigos.
La edición corrió a cargo del ITESO, la Secretaría de Cultura de Jalisco, la Universidad de Guadalajara y el Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco. El libro está disponible en la tienda virtual de la Oficina de Publicaciones ITESO, publicaciones.iteso.mx.
Foto Luis Ponciano