Las líneas que separaban la vida personal de la laboral o académica se desdibujaron ¿Cómo se sienten? ¿Cómo va todo en casa? Preguntas que en las últimas semanas han permitido conocernos y acompañarnos mejor en el confinamiento.

Ha transcurrido más de un mes desde que estudiantes y docentes migraron sus labores académicas a lo virtual. Desde entonces se han dado a conocer múltiples experiencias sobre las prácticas y plataformas de enseñanza y aprendizaje, sin embargo, aún queda mucho por conocer de los procesos vividos desde lo emocional. 

Ante una situación de confinamiento que inició de manera repentina, confusa y abrumadora las respuestas psicológicas han sido diversas. Para algunos fue sencillo adaptar sus rutinas, para otros ha sido más complicado, y en común existen aprendizajes y dificultades personales de todos los días, y que al compartirlos se fortalecen los lazos de la comunidad. 

Claudia Vega, coordinadora de la Licenciatura en Psicología, afirma que las relaciones personales han tenido un cambio radical en un periodo muy corto al desdibujarse las líneas que separaban la vida laboral de la personal. 

“Al trabajar desde casa parecería que se rompen los límites que tenemos con los demás. Con las videoconferencias abrimos una ventana a nuestras casas y vidas personales, esta situación a muchos les ha permitido conocerse mejor y ser más abiertos”, explica la coordinadora. 

Experiencias como las de Marinés de la Peña y Darwin Franco, quienes han dedicado un espacio de sus clases para preguntar a sus grupos cómo están y cómo se sienten con el fin de conocer, entender y ser más comprensivos develan que con todo y la distancia, tendemos a abrirnos desde lo personal a lo laboral o a la clase. 

“Uno se está volviendo mucho más abierto con su vida personal y los chicos con la suya, nos cuidamos los unos a los otros no importando de qué lado del pizarrón estemos, al final todos somos personas”, comparte Marinés, quien imparte la asignatura de Sustentabilidad desde el Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales. 

Para Marinés el abrir el diálogo es importante porque la situación actual representa un esfuerzo colectivo y “si no lo libramos juntos, no lo vamos a librar, tendrá que ser entre todos”. 

“Al escucharnos hemos aprendido a ser más abiertos, empáticos y dispuestos a comprendernos los unos a los otros”, señala la profesora. 

Por su parte, en el grupo de Facebook “Migrando de las clases presenciales a las clases en línea” el profesor Darwin compartió a otros docentes, “creo que nos toca también entrarle al tema de darles calma y poco de certezas, aunque siendo francos nos podemos sentir igual de desconcertados que ellos en muchos momentos”. 

Fotógrafa: Hannah Busing. Descargada de Unsplash.

 

Experiencias compartidas 

En ITESO el C-Juven creó la iniciativa “Hablemos de nosotr@s. Un espacio para hacer comunidad”, la cual invita a charlar y compartir con otros de las cosas del día a día, lo que ayuda o se dificulta, así como de lo que se ha aprendido y disfrutado ahora que nos hemos visto en la necesidad de quedarnos en casa.  Son sesiones virtuales dirigidas a los miembros de la comunidad universitaria y facilitadas por dos psicoterapeutas, todos los martes de 11:00 a 13:00 hrs. 

Para participar, debes enviar un correo a rtorres@iteso.mx especificando el nombre del grupo.

También para aquellos que han experimentado estrés o ansiedad por medio de síntomas como como inquietud, nerviosismo, deseos de huir o intranquilidad el C-Juven brinda asesoría psicológica en línea de manera gratuita a todas las personas que estudian o trabajan en la universidad. 

Más información de ambos programas en c-juven.iteso.mx al teléfono 33 3134 2949.