El ITESO organizó el panel ‘Memoria, justicia y derechos humanos: aportes desde el feminismo’ en el marco del 4to Congreso de Construcción de Paz con Perspectiva de Género de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

«Para mí fue una necesidad, no por gusto. Necesitaba respuestas y no sabía cómo interpretar la realidad”, dijo Mariana Espeleta, académica del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, refiriéndose a cómo se empapó de los feminismos durante ‘Memoria, justicia y derechos humanos: aportes desde el feminismo’, un panel virtual organizado por el ITESO durante el 4to Congreso de Construcción de Paz con Perspectiva de Género de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Moderadas por la Dra. Carmen Díaz, académica del Departamento de Formación Humana del ITESO, el panel tuvo la participación de Natalia De Marinis, académica del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social (Ciesas), Adazahira Chávez, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro ProDH), Denisse Montiel, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) y Mariana Espeleta, antes mencionada. 

La plática, dividida en tres rondas, una sobre el feminismo como herramienta de trabajo en sus labores, otra sobre la importancia de formarse con perspectivas feministas en la construcción de memoria y justicia y una tercera de preguntas y comentarios, dio la oportunidad de conocer cuatro perspectivas con puntos en común sobre los beneficios del feminismo en la vida cotidiana y en la vida profesional de sus interlocutoras. 
 
Natalia de Marinis habló sobre la construcción de memoria con mujeres indígenas y sobre cómo están entramadas las violencias que sufren. La académica del CIESAS constató que uno de los retos que tienen ellas es la de tejer resistencia por las opresiones que viven día a día. De Marinis afirmó que la importancia de un trabajo de memoria radica en que sus historias han sido completamente invisibilizadas en favor de centrar el foco en los hombres en conflictos políticos y que, al darles un espacio es una invitación a pensar en el futuro y con ello tener más alternativas de paz en estas regiones. “Hay que entender que los testimonios no son un producto o fin en sí mismo, sino que es un acto de justicia para muchas mujeres”, concluyó.

“La teoría ilumina la práctica: el pensamiento feminista incorporado a las prácticas las dota de sentido. Es un faro que ilumina mejor”, Mariana Espeleta, académica del ITESO.

Enseguida, Adazahira Chávez habló de su labor en el Centro ProDH y cómo se acompaña a las personas más vulneralizadas. “Las mujeres que acompañan nos interpelan desde su realidad y su dolor y su enorme resiliencia es una forma de encarnar en la realidad”. Ada explicó, grosso modo, los hallazgos de la campaña ‘Rompiendo el silencio – Todas juntas contra la tortura sexual’, que visibiliza las prácticas y los efectos en la tortura en las mujeres privadas de su libertad a través de historias y documentales. Además, presentó algunos datos recogidos en forma de testimonios de mujeres que buscan a sus personas desaparecidas titulado “Nos llaman las locas de las palas” y cómo han vivido y su papel como sujetas políticas y colectivas y cómo se hermanaron y se convirtieron en nuevas familias de mujeres que buscan a sus familiares. 

 

“Los testimonios no son un producto o fin en sí mismo, sino que son un acto de justicia para muchas mujeres”. Natalia de Maris, académica del Ciesas  

Denisse Montiel, del CEPAD, charló sobre cómo modificar la narrativa que suele presentar a la mujer como una víctima de las circunstancias violentas en las que se ven inmersas. “El verlo con otra mirada nos ayuda a entender por qué estas mujeres están privadas de su libertad; por qué estaban inmersas en ciertos contextos de violencia con sus familias, en la localidad o con sus parejas y cómo ellas construyen otro tipo de narrativa contrarrestando a la historia o a como las conocen en la sociedad”. Sobre la tortura, explicó algunas diferencias que sufre una mujer en comparación con un hombre. “Si es mujer, siempre va a estar presente la tortura sexual”, afirmó.

Finalmente, Mariana Espeleta, del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, dijo que su labor está enfocada en las violencias en contra de las mujeres y cómo algunas no se asumían como líderes, sino con un papel en la retaguardia de los conflictos cuando “ellas son el corazón o motor y las productoras de nociones de concebir los horizontes utópicos”. Espeleta confirma que con su entrada al feminismo pudo interpretar mejor y reflexionar desde la teoría sobre los movimientos y situaciones que viven las mujeres, o como lo dijo más adelante, “la teoría ilumina la práctica: el pensamiento feminista incorporado a las prácticas las dota de sentido. Es un faro que ilumina mejor”, subrayó.  

 

Si quieres ver el panel completo de »Memoria, justicia y derechos humanos: aportes desde el feminismo», entra a https://www.youtube.com/watch?v=z_liqA4-DRE