Marimar Ponce, egresada de Diseño del ITESO, ganó el concurso nacional para crear el logotipo oficial del Archipiélago de Revillagigedo, en el que supo mezclar los conocimientos y el cariño que tiene por ese extraordinario conjunto de islas en el Pacífico mexicano, donde buceó por primera vez en 2010.Los ojos de Marimar Ponce, egresada de Diseño en 2010, explican a la perfección sus emociones; se le alcanzan a rasgar cuando recuerda el momento justo en que se topó con uno de los animales más bellos que se pueden encontrar en el océano.

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“¡Es impresionante! Ver una mantarraya te trastorna, te explota la cabeza, te cambia la vida que un animal de cinco metros se te acerque, haga contacto y sepas que no tiene ninguna mala intención. No sé, es impresionante… ¿Me explico?”

Marimar es buzo profesional, es diseñadora, es viajera, es fotógrafa submarina y es la ganadora del concurso nacional “Ponle el Logo a tu ANP (Área Natural Protegida)”, organizado por el Gobierno de México –a través de su Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales– para crear el distintivo oficial de la Reserva de la Biosfera Archipiélago de Revillagigedo, conjunto de cuatro islas ubicado en el Océano Pacífico, a 800 kilómetros de las costas de Colima.

Catalogadas como Área Natural Protegida desde hace 20 años, descubiertas entre los siglos XVI y XVII y bautizadas en honor del español Conde de Revillagigedo, las islas son: Isla Socorro, Isla San Benedicto, Isla Roca Partida (esta es más bien un islote) e Isla Clarión. A ellas suelen llegar anualmente alrededor de 2 mil buzos que zarpan desde Baja California Sur, quienes navegan hasta 28 horas con la idea de sumergirse en unas aguas sumamente codiciadas por este colectivo.

“La diversidad biológica en Revillagigedo es muy distinta a la diversidad que estamos acostumbrados a pensar, esa con muchos colores, vegetación, selva… La de Revillagigedo es una biodiversidad más salvaje, hostil; todas las especies que hay ahí son muy valientes, porque viven en un lugar que no es fácil”, explica Marimar.

httpv://www.youtube.com/watch?v=Aag3ZroGfWw

“Son islas de cenizas, de roca, y lo que hay de vegetación son matorrales, especies desérticas. Donde se ve más esa riqueza es debajo del agua. Tú ves San Benedicto y es un cenicero gigante, pero debajo del agua está lleno de animales”.

Se dice que “Nombre es destino”, y en el caso de Marimar esta ancestral creencia (en latín Nomen est omen) parece cumplirse a cabalidad: la conexión que ha entablado con el mar le permitió trasladar al logo ganador su cariño, respeto y admiración por Revillagigedo, lugar que conoció en 2010 cuando “se regaló” ese viaje para celebrar su graduación de Diseño.

“Fue un viaje que me cambió la vida; he buceado en muchísimos lugares, pero para mí Revillagigedo fue, ¡wow! Revillagigedo es muy deseado entre los buzos. Ganar este concurso fue una gran sorpresa y un honor, ya que es uno de mis lugares favoritos en el mundo”, rememora la diseñadora.

En el logotipo ganador, cuenta Marimar, al principio quería retratar muchísimas cosas: las islas, los tiburones, el pez ángel Clarión, mantas, ballenas, pero eran tantas las cosas que pasaban por su cabeza que optó por la economía de elementos y colocar en él a las tres islas más conocidas –dejó fuera a Clarión–, los cuernos de una mantarraya y la cola de una ballena.

“Puse a la mantarraya porque creo que es la más emblemática, la más misteriosa, la más amigable, la más grande de las especies de Revillagigedo”.

¿Quién cuida a Revillagigedo, quién vive allá?

Al tiempo que estudiaba Diseño (2006-2010) y creación de páginas web, Marimar tomó los cursos necesarios para convertirse en buceadora profesional, lo que la llevó a convertirse en instructora, organizar viajes y a especializarse en la fotografía submarina como mecanismo para financiar dichos viajes, haciendo retratos de quienes se anotaban en sus travesías submarinas.

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Marimar quiere sacarle provecho a esta suma de habilidades, por lo que durante el viaje incluido en el premio (tres semanas en mayo en un navío de la Armada de México) espera armar un documental o un fotorreportaje sobre los cerca de dos centenares de personas que viven en la Isla Socorro y cómo se las arreglan para proteger el archipiélago de los pescadores furtivos que arriban al lugar para sacar tiburones, atún u otras especies comerciales protegidas.

Además, podrá ser testigo y registrar el trabajo que lleven a cabo en aquellas aguas científicos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (conanp.gob.mx), responsable directa de 41 sitios con estas características en México, entre ellos Calakmul, la Selva El Ocote, los Montes Azules, el Volcán Tacaná o la Sierra de Manantlán.

“Las Islas Cocos [Costa Rica], las Galápagos [Chile] y Revillagigedo son tres de los puntos con mayor diversidad pelágica [en mar abierto] del Pacífico. Lo que quiero es empezar a tocar puertas, meterme en proyectos de conservación e investigación marina donde pueda aportar desde mi campo y vincularme con organismos gubernamentales o asociaciones civiles”.

Esa vinculación con múltiples instancias que ayuden a consolidar proyectos e iniciativas de conservación para Revillagigedo, es precisamente otro de los objetivos que persigue el gobierno mexicano con el logo creado por Marimar, quien estudió el bachillerato en el Instituto de la Vera-Cruz.

“Se trata de tener una identidad. El objetivo del logotipo tiene que ver con poder llevar una bandera ante los organismos internacionales y decirles: ‘Oigan, necesitamos echarnos una mano’”.

El inminente viaje a Revillagigedo acapara, por ahora, toda su atención. Marimar ya construye en su mente lo que podría ser su vida en Asia. Y no precisamente como turista.

“En algún momento tengo que bucear en Indonesia; hay cosas allá que necesito ver y eventualmente me gustaría trabajar por allá, viajar y dar cursos de buceo”, comparte con toda calma Marimar, la misma calma que probablemente aplicó en aguas cubanas para salir ilesa ante el ataque de aquel tiburón gris de arrecife de unos tres metros que le soltó una dentellada a su cámara. El buceo continuará… Texto Enrique González Foto Cortesía de Marimar Ponce

 

Marimar en el agua y en la red

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“Revillagigedo es un paraíso para ver tiburones, mantas, cardúmenes… En la fotografía submarina necesitas tener muchísimo control de la luz, porque traes todo un estudio fotográfico contigo, no nomás una cámara que dispara, y todo eso lo traes tú montado. Bucear cargando todo eso es una friega”, relata con una sonrisa Marimar.
La intimidad del ser humano con una mantarraya, el imponente paso de un tiburón, los infinitos tonos de azules que es capaz de ofrecer el Caribe o la cotidianidad y camaradería que se generan en las expediciones de buzos, conforman el enorme mosaico de imágenes que ella ha ido creando año tras año y que puedes admirar en su página de Picasa.
Cuba, Baja California, el Golfo de México, el Mar de Cortés, la Isla Isabel (cerca de las Islas Marías), las costas jaliscienses, michoacanas o nayaritas… El archivo fotográfico que Marimar sigue construyendo, es un valioso documento que subraya el indisoluble vínculo entre el ser humano y el medio ambiente.