Desde pequeña supo que su camino era estudiar Comercio y Negocios Globales. Ahora, ya como egresada, da cuenta de sus logros académicos, sus metas y el aprendizaje que se llevó del ITESO.
El hubiera no existe, reza una frase popular. Pero si así fuera, Denisse Leticia Cárdenas Gil no dudaría en volver a estudiar la Licenciatura en Comercio y Negocios Globales, en el ITESO. Desde siempre lo tuvo claro: contagiada por la pasión que su madre mostraba en las aulas —Olga Gil es académica del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM)— heredó de ella el gusto por el comercio.
Los logros que cosechó durante su paso por la universidad no fueron pocos. Resaltan entre ellos el Premio Ceneval al Desempeño de Excelencia-EGEL y la Mención Honorífica del ITESO.
“Recibir estos reconocimientos fue ver reflejado todo el esfuerzo a lo largo de la carrera: entregar trabajos, lidiar con equipos, cada proyecto que me costó desvelos, los semestres que trabajé y estudié al mismo tiempo. Significó darme cuenta que realmente estaba preparada académicamente”, dice.
Más allá de los reconocimientos académicos, la egresada en mayo de 2019 agradece haber recibido una educación integral.
“El ITESO me formó de una manera humana que otros profesionales no tienen. En mi trabajo siempre tomo en cuenta que somos personas que venimos de contextos distintos para entender que eso también va a afectar cómo se desarrolla alguien profesionalmente y cómo me tengo que comunicar con esa persona. Es algo que me dio el ITESO”, dice.
Si el hubiera existiera, hay una cosa que Denisse sí cambiaría y es que empezaría a trabajar antes. A un año de egresar, la jo-ven se sumó al área de finanzas y logística de una empresa de la industria automotriz, para luego colaborar en una pyme que ofrece soluciones de ingeniería, revisando aspectos concernientes a importaciones y regulaciones.
“Siento que le saqué más provecho a las clases que cursé hacia el final de mi carrera, porque ya tenía experiencia. Si acomodas bien tus materias, vale la pena empezar desde antes”, menciona.
Desde que comenzó la carrera su meta fue trabajar en una empresa multinacional donde pudiera crecer. Hoy es coordinadora de proyectos y regulaciones técnicas de Hewlett Packard (HP).
Y es que, si de su madre heredó la vocación, de su padre sacó la perseverancia, rasgo que la ha distinguido a lo largo de toda su vida. Un ejemplo es el tercer lugar que en 2019 obtuvo junto con su compañero Diego Eduardo Gómez Cárdenas en el Maratón Nacional de Conocimientos de Comercio Exterior, Negocios Internacionales y Logística, organizado por el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
Cárdenas Gil ya había participado en la edición 2017 de esta justa estudiantil, pero el resultado no fue el esperado. “El maratón del Comce era una meta que yo tenía. Saberme capaz de alcanzar mis metas es algo que me produce mucha satisfacción”, dice.
Crecer dentro y fuera de la universidad
Sabedores de los beneficios personales y profesionales que conlleva conocer y estudiar en otras latitudes, cada vez son más los itesianos que optan por tener no solo una, sino dos experiencias internacionales como parte de sus estudios universitarios. Para Denisse, el primer destino fue Estambul, Turquía, en Primavera 2016. Dos años después, la estudiante viajó a Budapest, Hungría, donde tomó asignaturas de logística, auditorías y negocios en la Unión Europea.
“Yo era más tímida hasta antes de hacer mis intercambios; en el aspecto personal me ayudaron mucho”, rememora.
Sus planes a futuro incluyen consolidarse en su trabajo y cursar un posgrado. “Comercio y Negocios Globales es una carrera que da para mucho, puedo enfocarme hacia la mercadotecnia, la rama administrativa, o la logística. Tiene una base fuerte y a través de maestrías puedo especializarme aún más”, dice.
A los estudiantes les recomienda disfrutar mientras cursan su carrera y aprovechar todas sus materias. “No olviden lo que en la universidad aprendan. Es importante la formación que les dio el ITESO, que no se les olvide que somos los mejores para el mundo”, menciona mientras recuerda las palabras del Padre Adolfo Nicolás, SJ.