En el encuentro “Comunidad universitaria frente a la violencia sociopolítica” integrantes de la comunidad del ITESO discutieron cómo articularse para enfrentar las violencias.
En agosto de 2018, un centenar de docentes del Departamento de Psicología, Educación y Salud (Dpes) del ITESO se reunieron a planear actividades cuyo fin era tejerse como comunidad. Conforme avanzaba el diálogo sobre las preocupaciones actuales, se dieron cuenta de que tenían que abrir el espacio con el resto de la comunidad universitaria del ITESO, así surgió el encuentro-taller “Comunidad universitaria frente a la violencia sociopolítica”, cuya primera sesión se realizó el pasado jueves 28 de marzo en el Auditorio D2.
Conducida por Héctor Robledo, profesor del Dpes y del Departamento de Formación Humana, en esta primera sesión se revisó el concepto de violencia sociopolítica y posteriormente se abrió el micrófono para que los asistentes que así lo quisieran compartieran sus experiencias al respecto de la manera en que este tipo de violencia les afecta.
Robledo definió la violencia sociopolítica como la ejercida por actores no estatales, que sirven a determinados grupos de poder a nivel estructural y económico, mismos que operan también, en conivencia, o son tolerados por la estructura estatal. Citó el caso de las mineras transnacionales, especialmente las canadienses, como una de las violencias ejercidas por actores no estatales. Las mineras, junto con el crimen organizado, despojan a los habitantes de sus tierras, generalmente con violencia que llega en algunos casos a la muerte.
“También la represión política, estigmatización de grupos que se oponen, persecución, hostigamiento, detenciones arbitrarias, acoso policial a jóvenes en espacios públicos. Y obviamente violación, tortura, desplazamiento, desaparición forzada, ejecuciones, y violación sexual, porque tiene el mismo efecto, controlar a la sociedad”, mencionó.
Tras la breve introducción, algunos de los y las asistentes compartieron su sentir acerca de la situación que se vive actualmente, tocando temas como la inseguridad, la incertidumbre por la vida no solo propia, sino de familiares, amigos y alumnos, las denuncias hechas a través movimiento #MeToo que recientemente tomó fuerza en el país, y la manera en que se pueden articular como comunidad para luchar contra esas violencias.
“La única respuesta posible es la comunidad, entendida como el conjunto de personas que incluso de manera inintencionada, ya tenemos algo en común. Considerar qué les está pasando a las otras personas que están a mi alrededor, cómo se sienten, qué afectaciones o problemas tienen, y compartirles los míos y tratar de resolverlos en conjunto”, comentó Robledo, especialista en psicología social.