El “Seminario de cultura de paz, reconstrucción del tejido social y economía solidaria” reunió en el ITESO a académicas y a actoras sociales que trabajan con situaciones de violencia, ruptura social y desigualdad en México.

“ Si no construimos una cultura de la paz o de las paces va a ser muy difícil que podamos realmente tener respeto de los derechos humanos” aseveró Dolores Pérez Lazcarro, portavoz del colectivo C-Paz, y agregó que de cara a las elecciones de 2018 no se habla de estrategias para reconstruir el tejido social de comunidades que han sido azotadas por la violencia o políticas para promover la convivencia igualitaria y ponerles freno a las violencias urbanas.

“¿Cómo se construyen las políticas públicas actualmente en nuestro país?, no escucho a nadie a ningún suspirante a que nos digan vamos a hacer tal o cual cosa para hacer las paces”, dijo durante el panel “Culturas para hacer las paces” en el “Seminario de cultura de paz, reconstrucción del tejido social y economía solidaria” que organizaron la Dirección de Integración Comunitaria, la Coordinación de Investigación y Posgrado, el Campo Estratégico en Acción en Pobreza y Exclusión y el Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz del ITESO.

“La paz no es sólo la ausencia de guerra, hay cosas que laceran mucho más fuerte a nuestra sociedad y que la violentan”, afirmó Dolores Pérez Lazcarro y agregó que México es un “país multicultural donde no hemos logrado ser intercultural, no tenemos ese diálogo real con las poblaciones, por ejemplo, de origen indígena”.

En el panel también participó Luisa Ramírez López, profesora del ITESO, quien apuntó que de manera coloquial se habla de la paz como un fin y decir ‘vamos teniendo paz’ la concibe como un estado, “entonces van distintas organizaciones con una bandera de queremos un estado de paz, vamos cuestionando hasta donde nos ha llevado el pensar la paz como un fin porque muchas veces el fin justifica los medios”.

Luisa Ramírez expuso algunos cuestionamientos hechos por Oliver Richmond, profesor de Manchester, como ¿quién se beneficia de una paz cuya expresión es tan industrial como su promoción idealista?, ¿hay una paz industrial?, ¿qué hay detrás de toda esta enorme cantidad de dinero que está siendo destinado?, ¿quién realmente se está beneficiando de esto?

“Vemos que la salvación y la paz se basan en una construcción de mecanismos estatales, a través de una buena gobernabilidad, de mercados libres, de instituciones que cumplan las leyes y los derechos humanos, y hemos visto que esto crea patrones de dependencia y mantiene los poderes de las estructuras de las élites locales; entonces si estamos apostando por procesos de paz sostenible es fundamental replantearnos qué se está haciendo desde esta paz liberal, que crea trabajos en el norte y mantiene el statu quo sociopolítico en el sur”, afirmó.

Y trajo a la mesa el caso de las fumigaciones en Colombia para acabar con plantíos ilícitos, acción que también contaminó a los cultivos de las comunidades y violando sus derechos humanos, “la descolonización de la paz implica traer a lo visible eso de lo cual no se habla”.

“No se trata de una única cultura de paz; se trata de reconocer de qué manera desde distintas formas se pueden ir creando paces”, señaló la también maestra en Educación para la Paz por la United Nations Mandated University for Peace.

Dolores Pérez Lazcarro señaló que para educar en la paz se necesita un cambio en los programas educativos.

“Es urgente el papel de educación para la paz en las escuelas, necesitamos como organismos de la sociedad civil seguir impulsando y exigiendo agendas políticas que incluyan la construcción de las paces porque estamos en un problema grave en México y lamentablemente hemos estado empezando a normalizar la violencia.

“La voluntad política es indispensable para que pueda haber en las escuelas públicas educación para la paz”, resaltó.

Luisa Ramírez López, profesora del ITESO señaló que en la universidad existe un observatorio de paz que busca medir, monitorear y evaluar indicadores de condiciones de paz y de violencia. “Necesitamos invertir en esta investigación y en plantearnos de qué manera podemos hacer que esos procesos sean tangibles y podamos medirlos para exponer si es que nos está llevando a una paz sostenible”.

En la inauguración del Seminario que se realizó del 13 al 16 de noviembre, José Morales Orozco, SJ, Rector del ITESO señaló que la pobreza, la guerra, la desigualdad y la violencia afectan a millones de personas y parecen no tener solución.

“Actores sociales y políticos se han convertido en meros administradores del desastre y la tragedia, pero están muy lejos de plantear y desarrollar las soluciones que transformen de raíz estas dolorosas situaciones”.

Por ello, resaltó el compromiso de la universidad con el cambio social y una de sus tareas es propiciar los espacios para hacer diagnósticos y proponer soluciones en el tema.

“Este diálogo para elaborar las respuestas a estos retos, implica el concurso de los académicos, pero también el aporte de los que están realizando proyectos concretos que pretenden, desde lo local, construir un mundo mejor”.