Antonio Sánchez, jefe del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad del ITESO, inauguró el ciclo escolar al ser el encargado de impartir la tradicional Lectio Brevis, en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ. 

¿Qué significa ser un  profesional en esta época, en un país convulsionado por la violencia institucionalizada cuando se estudia en una universidad con inspiración ignaciana como el ITESO? Esta fue la pregunta que lanzó Antonio Sánchez, jefe del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad del ITESO, en el arranque de la tradicional Lectio Brevis, realizada en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, y con la que se dio inicio oficialmente el ciclo escolar 2013-2014.

“Los convoco a ustedes, queridos alumnos y alumnas, así como a los colegas docentes, en este inicio de semestre, para que nos dejemos seducir por el romance, por la erótica, por la ternura, ya que para sostener las metas profesionales en el registro de la responsabilidad, es más llevadera cuando Eros nos deleita con sus melodías”, afirmó Antillón, quien en su disertación echó mano de la mitología griega y de la figura del Dios Eros en aras de pensar “el amor en la vida profesional”.

El académico abordó frente a cientos de asistentes las responsabilidades y la posición que tiene un universitario en la sociedad: “Obtener un papel que diga licenciado, ingeniero, contador, arquitecto, etcétera, nos coloca en una posición particular frente a otros agentes sociales. Ser profesionista implica una ventaja honorífica en la vida social, pero además una responsabilidad”.

Al finalizar la Lectio Brevis, el Rector del ITESO, Juan Luis Orozco, SJ, dirigió unas palabras, en especial a los estudiantes que acaban de ingresar a la “familia” de la Red de Universidades Jesuitas, formada por más de 200 casas de estudio y más de un millón y medio de alumnos.

Compartió su deseo de que la comunidad universitaria contribuya a la “recreación y renovación” del proyecto del ITESO. ¿Cómo? “Armando lío, como lo ha dicho el Papa Francisco, saliendo fuera de las paredes de este campus y luchando contra la comodidad y el encerramiento en nosotros mismos”. El lío, explicó, debe contribuir a la construcción de un mundo más humano y más justo. Texto Natalia Barragán Foto Luis Ponciano