Un grupo de mujeres con problemas mentales internadas en el Hospital Psiquiátrico de El Zapote, expondrán en el ITESO las obras que han pintado este semestre, guiadas por estudiantes y académicos de la universidad.

A unos 35 minutos del ITESO, en un apartado y anacrónico lugar que cuando se inauguró en 1956 se llamaba Granja de Recuperación para Enfermos Mentales, siete mujeres comienzan a mezclar con pinceles el azul con el morado, el rojo con el gris o el naranja con el verde, y acto seguido dejan que sus manos corran por las cartulinas blancas que les han facilitado.

Son casi las 11 de la mañana. La sesión de arteterapia se cubre del sol debajo de un kiosco ubicado en uno de los extremos del espacio hoy bautizado oficialmente como Centro de Atención Integral en Salud Mental Estancia Prolongada, aunque todos lo conocen como el Hospital Psiquiátrico de El Zapote, situado en Tlajomulco –muy cerca del Aeropuerto– y gestionado por la Secretaría de Salud Jalisco, cuyos recursos no son precisamente vastos. Todo lo contrario.

Orquídea, Martha, Laura, Vicky y casi todas las internas seleccionadas para el taller, se muestran sonrientes y cariñosas con los nuevos rostros que ven llegar a su entorno. Están diagnosticadas con distintos niveles de esquizofrenia y trastornos de personalidad y son guiadas pacientemente por Beatriz Hermosillo y Daniel Quirarte, alumnos de Psicología del ITESO que forman parte del Proyecto de Aplicación Profesional “Programa de atención a la vulnerabilidad y exclusión”, coordinado por los académicos Claudia Vega y Everardo Camacho, quien, rodeado por los abrazos y las risas de un par de estas noveles artistas, supervisó la sesión.

Camacho lleva casi 30 años acudiendo a El Zapote y, consciente de lo complicado que resulta reinsertar a la mayoría de los pacientes en el mundo que las rodea más allá de sus muros y mallas ciclónicas, rescata la labor de acompañamiento que lleva a cabo el ITESO a través del citado PAP y proyectos anteriores, labor que desembocará en una inédita exposición de pinturas realizadas por las internas, la cual se inaugurará en el segundo piso de la Biblioteca del ITESO este martes 19 de noviembre, a las 11:00 horas. Y ellas estarán presentes. Como Orquídea, quien plasma en la cartulina una gruesa línea azul grisácea. ¿Por qué? Porque esos tonos le ayudan a “decirle adiós a los malos recuerdos”, responde.

Esfuerzo contra esos pacientes invisibles

El Hospital de El Zapote tiene diversas áreas: infantil, pacientes agudos, consulta externa y pacientes crónicos. Las mujeres que vendrán al ITESO viven en este último pabellón.

Daniel y Beatriz explican que, además de la pintura, con ellas llevan a cabo actividades tales como el psicodrama, en el que cada paciente les pide a las otras que representen teatralmente algún episodio non grato de su vida.

“Realmente no existen para la mayoría de la gente. Los encerramos, los excluimos donde nadie los vea. Al traerlas al ITESO queremos cuestionar esas barreras [la invisibilidad que la sociedad les aplica a sus enfermos psiquiátricos], y entre más interacción tengan con los asistentes, creemos que va a ser mejor para todos”, refiere Daniel.

Camacho explica que las labores del PAP se distribuyen en varias áreas del hospital, con alumnos que trabajan con pacientes “agudas”, a quienes les brindan información sobre el trastorno mental que sufren, los efectos de los fármacos que les recetan y sus derechos humanos; otros lo hacen con varones “crónicos” en el desarrollo de habilidades cognoscitivas; hay dos alumnos que trabajan en el manejo del estrés de los pacientes mediante técnicas de biofeedback y unos más colaboran en las terapias grupales de Unire (Unidad de Rehabilitación), diseñadas para orientaros en la “adquisición de competencias sociales para desenvolverse en el mundo fuera del hospital”.

La exposición permanecerá en la biblioteca hasta el 22 de noviembre. Texto Enrique González Foto Roberto Ornelas