El escritor y director de cine impartirá en el ITESO un curso de escritura cinematográfica los próximos 7 y 8 de marzo. La actividad es organizada por Mediacine, con la colaboración del Centro de Promoción Cultural y las licenciaturas en Comunicación y Artes Audiovisuales, y la de Gestión Cultural.
Guillermo Arriaga cree en las historias. En la habilidad de saber contarlas, y en la ficción como fuente de grandes películas. En su trayectoria como novelista, guionista, productor y director, ha descubierto que no es un oficio para cualquiera.
“Para escribir se necesita doble piel”, declara. “Escribir es visceral, es encuerarte. No cualquiera resiste estar encuerado y que un crítico te haga pedazos”.
Él considera que, para escribir, se necesita experiencia vital y mundo interior. Tener algo que decir y poseer las herramientas para producir una visión personal y original. Y es tajante en decir que la mayor parte de los escritores latinoamericanos —se corrige, del mundo— no saben contar historias.
“Hemos perdido la capacidad de ‘ficcionalizar’. Mucha gente lo que quiere hacer es defender una idea, demostrar que son profundos, hacer disertaciones, o quieren platicar de sí mismos sin la menor autocrítica, y lo que hacen son caricaturas de sí mismos, sin contar una historia”.
Arriaga también cree en no guardarse nada. El timeline de su cuenta de Twitter (@G_Arriaga) está lleno de manifestaciones de su propio proceso creativo y respuestas directas a las dudas de sus seguidores; es franco en sus conferencias y ruedas de prensa, y ha viajado por el mundo dando talleres y cursos de escritura cinematográfica.
Los próximos 7 y 8 de marzo el realizador impartirá en el ITESO el mismo curso que ha dado en la Ciudad de México, Los Ángeles y Nueva York, y en países como Australia, Brasil, Chile, Colombia, Reino Unido y Venezuela. Compartirá experiencias tanto en la escritura como en el trabajo de producción cinematográfica, y todo fundamentado en su propia experiencia; nominación al Óscar y fracasos incluidos.
“Uso mi propio trabajo como referencia, no como un acto de vanidad, sino simplemente como ejemplo. He tenido muchas caídas como para saber cuáles son los errores y cómo subsanarlos, y saber cuáles son los aciertos y cómo repetirlos”.
httpv://www.youtube.com/watch?v=XToRtfQbeHg
Seguido se piensa que la escritura es un acto solitario. Arriaga cree en hacer de la escritura cinematográfica un acto colectivo. Por eso comparte sus conocimientos en sus talleres; por eso, cuando escribe, reúne a sus hijos, a su mujer y a sus amigos más cercanos y les lee en voz alta páginas de 10 en 10, y les pide comentarios.
“Este es un trabajo en el que necesitas que tus amigos te ayuden”, opina. Le gusta estar en las producciones y se la pasa muy bien en el set. Por eso disfruta dirigir y producir sus propios guiones. Es espíritu de colaboración, aclara, no de control. “Es el equipo que tú escoges, es como jugar futbol con tus amigos”.
Aunque es autodidacta, Arriaga cree en aprender de los mejores para contar historias. No menciona manuales, sino películas: Las confesiones del Sr. Schmidt, Los descendientes y Nebraska, de Alexander Payne; Las tortugas pueden volar, de Bahman Ghobadi y Contra la pared, de Fatih Akın. Enumera sus referencias literarias en un solo respiro: los dramaturgos griegos y autores como Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Losa, Luis Guzmán, Pío Baroja, Ernest Hemingway, William Faulkner, Fiódor Dostoievski, LeónTolstoi. “(Hay que) fijarse en su narrativa, hay que leer cómo cuenta esa gente las historias”.
Arriaga cree en el talento mexicano. En sus cursos, ha detectado que lo que rige en México es la variedad; llegan los que quieren escribir comedias románticas y los que quieren escribir dramas crudos de la situación actual del país, y le fascina. “A mí me encanta que podamos tener Heli, de Amat Escalante junto con Nosotros los Nobles. Me gusta que haya ese espacio para todos, y yo no condeno ningún tipo de cine. Nomás creo que hay cine bueno y hay cine malo”.
Al final de cuentas, se trata de llenar las salas de cine de buenas historias, sean del género que sean. Pero primero, hay que escribirlas. Él ha detectado mucho miedo en grandes talentos.
“(Tienen) miedo a que tu trabajo no trascienda, a que expongas tus sentimientos, miedo a demostrar que eres inepto, son muchas cosas las que te dan miedo”.
httpv://www.youtube.com/watch?v=U8fTtuQ98wU
En el curso que impartirá, Arriaga comparte su credo de disciplina como antídoto contra la falta de inspiración—la cual, él cree, no llega casi nunca. Lo que él se propone escribir, no se para del escritorio hasta que lo termine, así le den las 12:00 horas y haya empezado a las 14:00 horas de la tarde del día anterior.
Guillermo Arriaga cree en dejar los miedos y tener fe en las ideas. “Escríbela (la idea) y termínala. La gente tiene mucho miedo a escribir, y pone cualquier pretexto: ‘estoy bloqueado, no puedo’. Basta. Escribe, escribe y escribe”.
El taller de escritura cinematográfica de Guillermo Arriaga está dirigido a todos aquellos interesados en la escritura, producción y dirección cinematográficas. Para más información, puede visitar www.mediacine.com.mx o escribir a cursoarriaga@gmail.com.
Foto Luis Ponciano
A los que escriben bien, Dios los hace y ellos se juntan. Qué gusto me da que Adriana haya entrevistado a Arriaga. ¡Felicidades por su trabajo allá en Comunicación Social!