“El pensamiento no puede tomar asiento, el pensamiento es estar siempre de paso”.
Este fragmento de una canción de Luis Eduardo Aute podría englobar, según Martín López, académico de la Universidad Iberoamericana de Puebla, el propósito y resultado del libro El conocimiento de lo social.
Es también el epígrafe que eligió para acercar a los asistentes al texto escrito por el académico del ITESO Enrique Luengo, el cual presentaron en la Casa ITESO Clavigero el miércoles 10 de junio, junto con Mario López, académico del Centro de Integración y Formación Social (CIFS).
Dividido en dos tomos —Principios para pensar su complejidad y El método-estrategia— la obra se adentra en las entrañas de la comprensión de la realidad social, partiendo de la brújula que es el pensamiento complejo, el cual, según abundó López, “escapa a cualquier atadura, aunque la ciencia, la tecnología, el mercado o la gente común y corriente tratemos de atarla, pretendiendo poseerla y a veces imponerla a los demás como algo acabado e incuestionable”.
El libro plantea la necesidad de nuevos procedimientos y herramientas de pensamiento, y la brújula que lo guía es el pensamiento complejo, concebido como multidimensional y capaz de bajar del pedestal al pensamiento científico donde la modernidad lo colocó.
“Quiere cambiar la visión enciclopedista del conocimiento acumulativo y clasificado por áreas, para poder circular el conocimiento y romper las fronteras entre las disciplinas y abrir terreno para la interdisciplinariedad”, dijo el académico de la Ibero Puebla.
Asumir la complejidad de la realidad conlleva incertidumbre y el reconocimiento de que es impredecible, imprecisa e incompleta. Esto es imposible de medir y analizar con métodos viejos o con principios simples de métodos clásicos, señala la propuesta de Luengo.
Uno de los objetivos del segundo tomo es sentar las bases para construir un método-estrategia de investigación desde la perspectiva del pensamiento complejo, el cual se plantea metas tan ambiciosas como pensar en la reunificación epistemológica entre las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades.
A decir de López, ambos libros incitan a ampliar la búsqueda y privilegian más las preguntas que las respuestas.
“Para conocer la realidad social no hay caminos hechos, hay caminos que otros han andado y caminos por hacer. No hay conceptos inamovibles, pero sí hay principios que nos aproximan a una visión de la realidad, a una interpretación que será más o menos fiel, más o menos cercana a la verdad, entre más abiertos, flexibles e integradores sean”, declaró Luengo, académico del CIFS.
El preguntón
El académico de la Ibero Puebla alabó la pasión de Luengo por las preguntas, mientras que Luengo reconoció que su inquietud lo ha llevado a desarrollar la necesidad de trabajar en una comprensión del mundo más compleja.
“Me maravilla el existir y me pregunto el por qué y el para qué del existir. Y cuando uno se dedica a intentar conocer sobre la sociedad en la que vivimos y ve su crueldad y deficiencia, el deber es interrogarse cómo podemos pensar e imaginar otras posibilidades de organización social que nos lleven a una mejor manera de vivir y habitar entre nosotros y convivir con la naturaleza”, dijo el autor.
Foto Roberto Ornelas