Aranza Ruiz, ganó el primer lugar de la categoría “B”, de la tercera edición de la International Geometry Olympiad Challenge (IGOC), una competencia que reúne a estudiantes sobresalientes de todo el mundo para desafiar sus habilidades en geometría

“Al principio no me gustaban las matemáticas”, confesó Aranza Ruiz, estudiante de primer año de la Prepa ITESO, con una sonrisa. Con el tiempo comprendió que los ejercicios iban más allá de las operaciones básicas, las cuales no le causaban tanta emoción. “Vi que no sólo se trataba de eso. También podías […] resolver problemas de muchas otras formas y perspectivas”. El poder aplicar su creatividad para encontrar soluciones hicieron de las matemáticas su materia preferida.

A finales de agosto Aranza se convirtió en una de las dos ganadoras del oro en la categoría “B”, de la tercera edición de la Internacional Geometry Olympiad Challenge (IGOC), dirigida por el Organizing Center for STEM Olympiad (OCSO). Esta organización se dedica al fomento de las habilidades como el pensamiento crítico y la lógica aplicadas en disciplinas como la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (o por sus siglas en inglés STEM).

La olimpiada, que consiste en la resolución de problemas de geometría clásica y moderna (como cálculo de ángulos, áreas, alturas de parábolas), reúne en cada edición a estudiantes destacados en la materia de todo el mundo, que desafían sus conocimientos en dos pruebas realizadas vía online.

Aranza disfruta competir. Tanto así que a lo largo del año se prepara para participar en concursos de diversas disciplinas académicas. Sin embargo, este año fue distinto: “Me interesó porque siento que la geometría es una de las áreas que más trabajo me cuesta”, dijo Ruiz. Aunque las matemáticas son su materia favorita, la geometría le parecía retadora. Fue esta misma dificultad lo que la impulsó a inscribirse, con el objetivo de mejorar su desempeño en esta área. “Yo creí que podía ser parte de un concurso para practicar y aprender más”, dijo.

Por eso mismo, cuando se enteró a través de las redes oficiales de la olimpiada que había obtenido el primer lugar, no lo podía creer. “Estuve muy feliz, porque la verdad no pensaba que iba a ganar”, expresó emocionada.

Gracias a esta experiencia, Aranza se siente motivada a seguir participando en concursos académicos. “Aunque a veces piense que no me gustan mucho o que me cuesta trabajo, puede que al final termine gustándome”, reflexionó.

Actualmente trabaja en un proyecto en el que desarrollará prótesis mediante impresiones 3D, con el propósito de donarlas a personas que las necesiten o que no tengan acceso a una. Esto refleja no sólo su compromiso con la excelencia académica, sino también con ser parte de proyectos de incidencia social. 

FOTO: Zyan André