El rector Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, comparte con nuevos maestros de esta casa de estudios la pedagogía ignaciana y conceptos como la cura personalis, incluidos en las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI), que este año cumplen 50 años de formuladas 

Dice San Ignacio de Loyola que el amor consiste en un intercambio de bienes, donde cada uno da de lo que tiene y puede, la inspiración cristiana, que es la que impulsa a una universidad jesuita como lo es el ITESO tiene que ver con eso y se traduce en una pedagogía que busca alumnas y alumnos que no solo desarrollen elementos científico-tecnológicos, sino una vivencia que implique ir transformando y humanizando a quienes se relacionen con ellos. 

Centrando su mensaje en las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI) –que este año cumplen 50 años de establecidas–, el rector de esta casa de estudios, Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, compartió un mensaje de bienvenida a los nuevos docentes que se incorporan para el ciclo Otoño 2024. 

“Para nosotros, la inspiración cristiana tiene mucho que ver con la espiritualidad ignaciana, que es la que está en el sustento de la segunda parte de las OFI. Tiene su inspiración en la experiencia de vida de San Ignacio, que comparte con los primeros jesuitas de aquella época y que describe un parteaguas en la historia de la iglesia y un parteaguas también en la vida de la universidad”, expresó Zatyrka Pacheco.  

“Esta espiritualidad, esta vivencia de trascendencia, nace en un momento de crisis en Europa, se está muriendo la Edad Media y surge una nueva conciencia que eventualmente desemboca en el Renacimiento y con el tiempo en la modernidad como la conocemos. Ignacio es hijo de su época y en ese entonces empieza a haber una crítica profunda a la visión religiosa en boga, la religión que estaba sentada, en Europa Occidental, en la escolástica y en otra manera de entender la trascendencia”. 

El Rector explicó que la concepción de San Ignacio considera a la vida cristiana no solamente como una repetición de doctrinas, sino como una experiencia profunda de cultivo de la interioridad que le permite al ser humano descubrir las dimensiones de su propia conciencia. Esta propuesta religiosa después se traduce en una propuesta educativa, sustentada no en la mera transmisión de contenidos, sino en una transformación existencial, en el cultivo de una conciencia cada vez más amplia, más profunda, más libre, y que se traduce en una forma de estar en medio del mundo. 

“Muchas de las pulsiones compulsiones destructivas, deshumanizantes y fragmentarias en la vida del ser humano son curadas o transformadas en la medida en que vamos cultivando esta interioridad y vamos liberándonos de algunas de las estructuras cognitivo-conductuales que las heridas de nuestra vida nos van dejando tanto personal como colectivamente”, añadió. 

En la conversación, también aludió al término latino cura personalis, centro del quehacer itesiano, de las OFI y de todas las obras de la Compañía de Jesús, que tiene que ver con el cuidado de la persona, entendiendo a cada ser humano como un absoluto que no puede ser relativizado, ni siquiera en función de un ideal colectivo o de sociedad, buscando asumir esa dignidad e interactuar con ella.  

“Esto requiere una maduración, un camino. Darme cuenta de cómo se traduce eso en mi propia vida, de tal manera que pueda yo vivir a plenitud mi rol como formador, no meramente como transmisor de contenidos intelectuales, sino como modelador en el buen sentido de la palabra de una manera más plena”, dijo, para resaltar que este es el componente central de un humanismo que no es de discurso, sino que se siente, se vive y se percibe en todas las interacciones que se dan dentro del campus universitario. 

El último referente a destacar dentro de las OFI fue el de la incidencia social, asegurando que el ITESO no se concibe a sí mismo solo como un productor de profesionales, sino como un espacio, un ambiente y una comunidad que cataliza una transformación de nuestro entorno social, conduciéndola a valores como la plenitud, la solidaridad, la empatía y la equidad y a un conocimiento crítico de la realidad, que permita erradicar cosas que nos hemos acostumbrado a ver como normales, como los privilegios absurdos, las desigualdades dolorosas, los azotes de la violencia, la corrupción o el ansia de poder. 

“Nos interesa que nuestros alumnos y alumnas estén ubicados en un contexto, no en una pecera, no en una especie de sucursal de la galaxia de Andrómeda, donde todo está muy bien y no hay ningún problema. O peor aún, en una visión derrotista que tristemente es muy común en la juventud de hoy en día, de que aquí ya no hay nada que hacer (…). En el ITESO tenemos un compromiso con nuestra nación, con nuestro entorno, con personas concretas, que es con las que convivimos”, declaró. 

Retos y apoyos desde el ITESO 

Previamente, la directora general académica del ITESO, Catalina Morfín López, dio unas palabras en las que habló sobre tres de los retos más importantes que se tiene como institución de educación superior, dadas las tendencias de cambio mundial, los avances tecnológicos, los cambios en la cultura juvenil y la crisis civilizatoria que enfrentamos. 

El primero de ellos es saber que como docentes deberán formar a la persona no únicamente en un oficio, en problemas técnicos o profesionales, sino en formar a las personas de manera integral en sus dimensiones, ética, emocional y ciudadana; el segundo se refiere al compromiso social, en ayudar a los alumnos a que siempre tengan presente eso en su aprendizaje, es decir solucionar los problemas sociales y, sobre todo, de aquellas personas menos favorecidas; la tercera competencia tiene que ver con la inspiración cristiana, invitando a los estudiantes a librarse de la superficialidad a la que nos invita el mundo actual, especialmente a través de las redes sociales. 

“Les reitero que no están solos en esas competencias. El ITESO tiene diseñados muchos dispositivos, tanto en las áreas en las que van a trabajar, sean centros, departamentos, en las unidades académicas básicas, las coordinaciones docentes, la propia CIDEA (Coordinación de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica). Ahora hay otra Coordinación de Acompañamiento para la Excelencia Académica (CAXA) que está ayudando en el tema emocional y de salud mental, además hay un Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven) que ya da atención psicológica cercana a los estudiantes y a los profesores también”, explicó.  

Los profesores que tomaron parte de la actividad participaron en mesas de diálogo en torno a las experiencias de aprendizaje que se promueven en el ITESO; así como en una feria informativa sobre las distintas dependencias al interior de la universidad jesuita, y en un recorrido por la biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ. 

FOTOS: Zyan André