La revista Clavigero del ITESO busca acercarse al diálogo necesario entre el pensamiento crítico el uso de big data, redes sociales y los algoritmos.

 

Ampliar la conversación sobre las redes sociales, los algoritmos, con una perspectiva más crítica, que “sea menos celebratoria de los alcances o de las posibilidades de uso de big data”, es el cometido del nuevo número de la revista Clavigero del ITESO (https://clavigero.iteso.mx/), señala Víctor Hugo Ábrego, coordinador de Ciencias de la Comunicación del ITESO. 

Él se encargó de coordinar la edición número 17 de la revista en la que, por ejemplo, se puede leer una entrevista con Sofía Trejo Abad, matemática, quien se ha dedicado a estudiar la inteligencia artificial y afirma que “los sistemas de moderación de contenido que tienen como objetivo generar el mayor número de reacciones por parte de los usuarios favorecen discursos controvertidos, en vez de fomentar el diálogo o el entendimiento”. 

Víctor Hugo Ábrego comenta que no se trata de catalogar a la tecnología como mala, “pero sí ser conscientes de cuáles son los sesgos de los que partimos al construir algoritmos, desde dónde se obtienen los datos, cuáles son las implicaciones de que se utilicen y cuáles son los sesgos que se actualizan o se van perpetuando en la utilización de esos datos; al final lo que dice Sofía es eso, si tú entregas un dato sesgado lo que va a hacer la máquina es aprender a actualizar el sesgo”. 

El profesor agrega que en esta misma lógica Diego Arredondo, coordinador de desarrollo tecnológico en Signa_Lab, reflexiona en su colaboración sobre la parte más oscura en cuestiones políticas del uso de estos algoritmos. 

“Ya lo hemos visto desde 2016 con la campaña de Estados Unidos, con el brexit en Reino Unido y en otras partes en donde, digamos, que este primer gran desplante de la manipulación de la opinión pública se da en estos procesos electorales a través de la segmentación de mercados, pero ahora lo más inquietante o preocupante es que ya no solamente a corto plazo y mediano plazo no está en la segmentación de mercados sino en las posibilidades de algoritmos que produzcan contenidos”, esto con la información con la que son entrenados. 

Del otro lado, están las cuestiones relacionadas con la tecnopolítica. Entre 2011 y 2014, cuenta Víctor Hugo Ábrego, se registraron movimientos sociales cuya característica fue el uso crítico de internet. 

“La tecnopolítica puede ser entendida por estas dos vertientes, uso crítico de internet en general, no solamente de redes sociales, sino de cómo uno se politiza en función de lo que consume en internet, cómo es que uno se politiza compartiendo ideas y cómo es que la indignación entre cientos de miles o incluso millones de personas que presencian un hecho injusto en línea puede convertirse en la toma del espacio público físico”.  

En su colaboración, Liliana Zaragoza, artista hackfeminista, aborda las posibilidades de “cómo desde lo cotidiano se van construyendo estos otros rituales, estas otras colectividades, estos otros usos críticos que van entrecruzándose entre sí y posibilitando alianzas”. 

Víctor Hugo Ábrego añade que la publicación busca acercarse al diálogo necesario entre el pensamiento crítico, la ciencia de datos y las ingenierías en general que tienen que ver con big data.

Ser conscientes de cuáles son los sesgos de los que partimos al construir algoritmos, desde dónde se obtienen los datos, cuáles son las implicaciones de que se utilicen y cuáles son los sesgos que se actualizan o se van perpetuando en la utilización de esos datos.”  

Lee el número en: https://clavigero.iteso.mx/