Estudiantes de ingeniería diseñaron un sistema de cultivo para berries que elimina la aparatosa estructura de protección que ensucia el Paisaje Agavero, Patrimonio Cultural de la Humanidad, y convive con la producción de tequila de la región. 

Con hidroponía, Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) e ingenio, un equipo de estudiantes del ITESO propuso un proyecto disruptivo que obtuvo el segundo lugar en el Berry Hack, competencia organizada por Talent Network, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco y la empresa alemana Bosch, y en la que se registraron más de 100 participantes.

Ana Laura Bucio Carrillo, Eduardo Jeremías López Rizo y Alan Pérez García, estudiantes de las ingenierías en Empresas de Servicio, Electrónica y Sistemas Computacionales, respectivamente, trabajaron en su propuesta en octubre del 2019, con asesoría de expertos en agronomía, tecnología y desarrollo de productos, y tecnología provista por Bosch.

El reto

Desde hace 13 años, las 34 mil hectáreas que forman el Paisaje Agave-ro en Amatitán, El Arenal, Tequila y Teuchitlán son Patrimonio Cultural de la Humanidad; pero la distinción está en riesgo de perderse porque estos paisajes se han ensuciado visualmente por los invernaderos y macrotúneles usados para el cultivo de berries, reconocibles por su recubrimiento blanco.

El desafío es importante: Datos de la Asociación Nacional Exportadora de Berries presentan a Jalisco como líder en la producción de este alimento y a México como el tercer productor a nivel mundial, con fuerte impacto en la economía del país.

Los participantes de Berry Hack debían considerar la conservación del Paisaje y una solución innovadora y de base tecnológica, para la identificación de las condiciones óptimas para las berries.

Su apuesta se basa en la convivencia de ambos cultivos, que aprovecha los surcos del cultivo agavero como espacio para cultivar las berries con un sistema hidropónico. “Esto ya se hace en lugares como Bolivia y Países Bajos. Las fresas y arándanos son berries que sí se adaptan bien a estos espacios. Ya teniendo los cultivos en estos invernaderos, aplicamos parámetros de automatización. Y si observas el paisaje, el agave tapa los cultivos de berries. Visualmente no te estorba”, afirmó Ana Laura.

Actualmente se utilizan macrotúneles para proteger a las plantas, especialmente de lluvias. La propuesta de los itesianos contempló colocar solo la cúpula de estas estructuras a nivel del suelo, para seguir teniendo sus beneficios, y recubrieron las paredes con un plástico para evitar insectos y plagas.

Al eliminar la estructura metálica se ahorra el 47 por ciento del costo de instalación. “Al tener los cultivos subterráneos ayudas a ambas partes, lo social y a los empresarios, porque conviene que un mismo terreno lo puedan ocupar dos industrias, la tequilera y la de berries”, mencionó la joven. La propuesta también contempla un sistema de sensores conectado a la nube para recoger información de los cultivos hidropónicos, como temperatura, humedad del ambiente o luz y productividad. Estos datos, al ser censados todo el tiempo, permitirán que el agricultor se entere del estado de las plantas, lo que representa una disminución significativa de las mermas de producción.

“Incluso se pueden emplear estrategias de control automático, como abrir ventilas cuando hay mucha humedad”, recalcó Jeremías.

Alan resaltó que la hidroponía permite que el medio en el que está la planta sea constante en sus nutrimentos, por lo que hay control total en todos los parámetros. “Al hacer tu fórmula de solución nutritiva, puedes decir que estás dándole a la planta exactamente lo que necesita. En términos de eficiencia es mejor”, dijo.

IoT en el ITESO

Ana, Jeremías y Alan coincidieron en la asignatura Internet de las Cosas en Otoño 2019, donde empezaron a idear el proyecto que presentarían en el Berry Hack.

“En la materia tenemos que trabajar un proyecto en el que se use la nube; que por medio de sensores podamos captar da-tos duros y entonces mandarlos, procesarlos y utilizarlos. Nos dieron el tema de alimentos y se nos ocurrió trabajar en un sistema autónomo de hidroponía”, comentó Alan.

Los estudiantes concuerdan en que este tipo de materias les permiten aplicar los conocimientos propios de su carrera en la construcción de un proyecto que por su multidisciplinariedad, resulta integral.

Jeremías ha participado en torneos de robótica, por lo que de él surgió la iniciativa para concursar. “En el mercado está siendo tendencia que todo se está dirigiendo a IoT. Como estudiantes tenemos el conocimiento para participar en este tipo de eventos, que nos dan libertad para aplicar lo que en la universidad hemos aprendido. Creo que hay darle más importancia a esta materia”, señaló.formación de los cultivos hidropónicos, como temperatura, humedad del ambiente o luz y productividad. Estos datos, al ser censados todo el tiempo, permitirán que el agricultor se entere del estado de las plantas, lo que representa una disminución significativa de las mermas de producción.“Incluso se pueden emplear estrategias de control automático, como abrir ventilas cuando hay mucha humedad”, recalcó Jeremías.