Durante la celebración de los primeros 15 años de vida de la cátedra, se reconoció en el campus ITESO al arquitecto Enrique Ortiz, por sus aportaciones a la gestión social del hábitat.

Reunir experiencias y conocimientos en la búsqueda de una ciudad más justa, habitable y humana, ha sido la visión y misión de la Cátedra Unesco-ITESO desde su nacimiento en agosto de 1998. En este 2013 el proyecto reafirma estos valores y su trascendencia en la sociedad.

En el marco de esta celebración, se inauguró en el Auditorio Arrupe, SJ la segunda parte del  VI Seminario Internacional de Cátedra Unesco-ITESO, que cuenta con tres invitados especiales: Mark Tewdwr-Jones, profesor de planeación urbana y miembro de la Global Urban Research Unit, de la Newcastle University; Julio Dávila, profesor de políticas urbanas y desarrollo internacional, y director de la Development Planning Unit, del University College London; así como el arquitecto Enrique Ortiz, especialista en el campo de la producción y gestión social del hábitat.

Durante la inauguración de las actividades, que tuvo lugar este jueves 29 de agosto, Germán Solinís, especialista del Programa en el Sector de Ciencias Sociales y Humanas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), destacó la trayectoria de la cátedra, que es una de las 53 que tiene quince años o más en el mundo y una de las primeras entre las 17 que existen hoy en México. En total son 764 cátedras en todo el orbe.

“Las cátedras UNESCO son una de las acciones de cooperación más preciadas para la organización que me honro hoy representar. Su lema puede ser resumido como sigue: la lucha contra la ignorancia que es la peste de la humanidad”, dijo Solinís.

El representante de la organización internacional resumió los principales objetivos de la cátedra, como crear e innovar enfoques pedagógicos; intercambiar y cooperar con otras disciplinas e instituciones, y mejorar la calidad profesional y de las políticas urbanas.

“Siendo el hábitat su objeto de estudio y la urbanización el proceso donde incide, podemos considerar que el trabajo de esta cátedra reviste para el mundo de hoy la mayor importancia. El desarrollo urbano tiene urgente necesidad de un pensamiento universitario audaz, crítico y capaz de resolver los enormes desafíos que se nos presentan de cara a un desarrollo cualitativamente mejor de nuestras sociedades”.

En su intervención, Juan Luis Orozco, SJ, Rector del ITESO, destacó los valores con los que nació esta cátedra, con la que se reconoció la labor que desde 1985 venía realizando esta casa de estudios a través de distintos proyectos de intervención social y urbana.

“La cátedra pretende, desde sus inicios, mejorar la calidad de vida en relación con el entorno construido y poner en práctica métodos alternativos de formación para los profesionales de la ciudad. Para cumplir con estos propósitos se estructura en torno a tres ejes de acción: la participación en redes de colaboración, la creación y vinculación con programas de posgrado y la organización de seminarios internacionales como el que hoy nos convoca”.

El Rector se refirió también a la labor que ha desempeñado la cátedra en el desarrollo de profesionales críticos y sensibles de la ciudad: “ha creado conciencia del papel que la universidad tiene como un actor social de cambio con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de los grupos sociales más vulnerables y menos favorecidos”.

Durante la inauguración se reconoció a Enrique Ortiz “por sus aportaciones conceptuales, metodológicas, pero sobre todo por sus reflexiones en el campo de la gestión social del hábitat y su calidad humana en el acompañamiento de todos los que lo necesitan”, así como a un grupo de líderes sociales, como Irene Mundo, de la Asociación de Vecinos de Lomas de Tabachines primera sección; Guadalupe Barragán, de la Unión de Solicitantes de Tierra y Vivienda de Chuluapan; Esther Torres, de la Cooperativa de Servicios a la Comunidad La Mezquitera; Carmen Castañeda, de la Unión de Colonias Independientes; “Nicha” Gallardo, de la  Asociación de Vecinos de Balcones de Oblatos segunda sección, y al padre José María Santana, de la Asociación Civil Construyendo Nuestro Porvenir de Atoyac, Jalisco. Texto Natalia Barragán Foto Luis Ponciano