Durante el conversatorio “Los periodistas y la ficción”, profesionales del periodismo que también han incursionado en la literatura platicaron respecto a los lazos que unen ambos oficios, partiendo de sus propias experiencias.
La simbiosis entre la literatura y el periodismo ha sido una constante entre quienes han ejercido ambos oficios desde hace siglos. Truman Capote, Gabriel García Márquez, Ernest Hemingway, George Orwell. Periodistas que hicieron las veces de escritores… o escritores que tuvieron sus romances con el periodismo.
Aunque son territorios distintos, entre el periodismo y la literatura existe un puente de similitudes que ofrece un panorama rico en posibilidades de narrativa y enfoque.
La Casa ITESO Clavigero fue el escenario para que los periodistas —convertidos en escritores— Mariño González, Diego Petersen, Abril Posas, Jorge Valdivia, Juan Carlos Núñez y Lorena Ortiz platicaran con el profesor de Escritura creativa y Periodismo Cultural del ITESO, Rogelio Villarreal sobre las dificultades y bondades de acercarse a la literatura desde los zapatos de un reportero.
Dejando géneros y oficios a un lado, los panelistas coincidieron en que para ser un buen periodista es imperativo leer. “Leer te abre los ojos a nuevos panoramas y universos. Te da herramientas para narrar, hace que crezca tu bagaje cultural. Leer es indispensable para hacer periodismo”, afirmó Jorge Valdivia, actualmente editor de la Oficina de Publicaciones del ITESO y escritor del libro Un soplo de esperanza.
Diego Petersen, columnista, jefe de la edición impresa de El Informador y autor de la novela Los que habitan el abismo, concedió que “uno es lo que lee y uno escribe lo que lee. Un periodista que no lee no puede ser periodista, porque solo puedes escribir lo que ves, lo que vives y lo que lees”.
Para Mariño González, quien escribió la novela Fútbol y actualmente es coordinador general de Prensa y Difusión de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, las crónicas fueron el primer campo de batalla donde el periodismo se alió con la literatura, tomando prestado de esta última formas y lenguajes.
En tanto, Juan Carlos Núñez, periodista, director de Integración Comunitaria del ITESO y la mente detrás de la obra La tina episcopal de don Lucas Cadavieco y otros cuentos de la ducha, compartió que él ha encontrado en la literatura nuevas posibilidades para narrar una realidad, “en una forma que puede ser más interesante para el lector”.
Abril Posas, periodista y autora de El triunfo de la memoria, comentó que a través de la literatura se puede crear un elemento de complicidad entre el lector y el escritor en una pieza periodística con referencias a otras obras literarias. “Con eso te diviertes porque son guiños para la gente que ha leído eso y se puede identificar contigo. Este ejercicio puede convertirte, sin querer, en el cronista o reportero favorito de alguien”, dijo.
Como moderador del encuentro, Rogelio Villarreal, quien también es periodista y escritor, les preguntó si verían como una opción dejar el periodismo si la fortuna llegara luego de escribir una pieza de ficción que se convirtiera en un best seller, como le ocurrió a Umberto Eco luego del éxito editorial de El nombre de la rosa.
Caras sorprendidas y divertidas por tal suposición, todos parecieron encontrarse en las palabras esbozadas por Diego Petersen, quien definió como una autotortura dejar el periodismo.
Lorena Ortiz, profesora en la Universidad de Guadalajara y escritora del libro de relatos Con playera de Sonic Youth, afirmó que no se imagina trabajando fuera de las letras, ya sea en forma de literatura o periodismo. “Es algo que no puedes dejar, ya es parte de ti”.