“Una mirada a la situación de la tortura” incluye una serie de recomendaciones y motiva a gestionar que se cumplan para erradicar esta práctica.

La Real Academia de la Lengua Española define la tortura como un “grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo”. Puñetazos, patadas y asfixia son solo algunos de los métodos de tortura que se han documentado y que se analizaron el pasado martes 13 de noviembre en la presentación de la guía “Una mirada a la situación de la tortura en el estado de Jalisco” durante el Foro sobre la implementación de la Ley General contra la Tortura en Jalisco, en la Casa ITESO Clavigero.

Luis Arriaga, SJ, Rector del ITESO, dio la bienvenida al espacio de reflexión en el que participaron las investigadoras Ana Karla González Lobo y Laura Zambrano, el fiscal anticorrupción Gerardo de la Cruz Tovar, Salvador Carmona, padre de una víctima de tortura y César Pérez Verónica, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo A.C. (Cepad), que fungió como moderador.

A manera de contexto, el Rector dio un amplio panorama de cuál ha sido la situación en los últimos años en Jalisco. “Debido al incremento de la tortura en México, la nueva apuesta de la sociedad civil y de la propia institucionalidad estatal fue diseñar y aprobar una ley general para homologar en todo el país el tipo penal respectivo y emparejar las políticas públicas relacionadas con la prevención y persecución de este crimen”, sentenció.

Laura Zambrano, directora de Enfoque DH, un programa de asistencia técnica y articulación de esfuerzos para el diseño, implementación y evaluación efectiva de políticas públicas en derechos humanos, habló de cómo se apoyó a la Cepad en la documentación de los datos de la tortura en Jalisco y cómo esta guía incluye una serie de recomendaciones y motiva a gestionar que se cumplan para erradicar esta práctica.

Por su parte, la investigadora Ana Karla González Lobo, que coordinó el trabajo de investigación de la guía, habló de la metodología que se usó. “El informe ofrece una ampliación y una profundización de entendimiento sobre la tortura en Jalisco. La pregunta que planteamos es si la tortura en Jalisco es sistemática, generalizada y estructural”. González Lobo habló sobre la definición de tortura y cómo debe ser atendida y catalogada cuando ésta es cometida por un servidor público, qué hallazgos y procesos penales se han seguido y cuáles son las recomendaciones generales incluidas en el documento para el Gobierno del Estado, el Congreso, la Fiscalía General, el Instituto de Ciencias Forenses, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Poder Judicial y hasta las universidades.

Tocó el turno a Salvador Camargo, que con voz cortada narró de qué manera su hijo fue golpeado por un grupo de agentes investigadores. Camargo agradeció y reconoció el acompañamiento que le hizo el Cepad cuando otras instituciones lo ignoraron.

Finalmente, Gerardo de la Cruz Tovar, el actual fiscal anticorrupción, dijo que a la fecha se tienen 350 carpetas de investigación sobre la tortura, pero que se requieren prácticas especializadas que se solicitaron al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para darles una mejor atención.

Si quieres más información sobre la situación de la tortura en el Estado, contacta al Cepad en https://cepad.org.mx