El proyecto itesiano, con 13 años de vida, fue reconocido por la Fundación Hospitales Civiles de Guadalajara. Por naturaleza, los jóvenes siempre están en busca de experiencias que dejen huella en su vida. En medio de tantas opciones, están aquellas oportunidades de enriquecimiento humano que también pueden dar paso al fortalecimiento y la reflexión espiritual.
Hace casi 13 años, el 14 de febrero de 2000, surgió en la universidad el Voluntariado Unisida, una opción para que los estudiantes, convivieran y apoyaran a personas que tienen VIH-SIDA, esfuerzo cuya trayectoria fue reconocida en diciembre pasado por la fundación Hospitales Civiles de Guadalajara.
“En sus vidas [de los enfermos] el dolor es importante, pero no es el todo y es posible advertir la relevancia de creer, confiar y tener esperanza”, afirmó Rossana Torres, fundadora del voluntariado (hoy coordinado por Juan Nepomuceno Martínez) y quien desde hace dos años es jefa del Centro de Acompañamiento de Estudios Juveniles del ITESO (C-Juven).
El escenario de trabajo es el Pabellón de pacientes con VIH-SIDA del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara; cada joven participante recibe una inducción previa, en la que se les aclara que su presencia es para acompañar a una persona que, más allá del dolor que podría tener ante las fases padecimiento, está viva y tiene emociones, sueños y mucho por compartir.
Al Voluntariado Unisida se han unido en estos 12 años más de 70 estudiantes.
“[Nos] permite abrirnos a la expectativa de otros, a vivir una vulnerabilidad consciente, a vivir el valor de la trascendencia de la persona en medio del dolor Este año esperamos contar con más estudiantes participantes”, dijo Torres.
Si estás interesado, el 6 de febrero, en el pasillo del Censa, habrá un encuentro informativo. Más información al teléfono 3134 2949 o en la sede del C-Juven, ubicado en Edificio L, detrás de la Cafetería central. Texto Alfonso Gutiérrez Imagen Onusida