Un equipo de la licenciatura en Gestión Pública del ITESO obtuvo mención honorífica en la World Evaluation Case Competition, una justa internacional para evaluar la aplicación de políticas públicas por parte de organizaciones no gubernamentales 

Asumir liderazgo, trabajar bajo presión, poner en práctica conocimientos teóricos de su carrera, así como reconocer sus fortalezas individuales y ponerlas al servicio de un colectivo, fueron las principales lecciones que el equipo de estudiantes de la Licenciatura en Gestión Pública del ITESO obtuvo luego de participar en el World Evaluation Case Competition (WECC), donde obtuvieron una mención honorífica por su desempeño. 

Los estudiantes Sara María Baruqui Vázquez, María Josefina Dávalos Mijares, Kevin Jhair Inzunza Ramos e Irais Aránzazu Hernández Santillán, aliados con Juan Roberto Reynoso Ochoa, estudiante de la Especialidad en Métodos Estadísticos del Centro de Investigación en Matemáticas del Conahcyt y docente del ITESO, bajo la asesoría Radamanto Portilla Tinajero, coordinador de la citada licenciatura y profesor investigador de esta Universidad, participaron en la justa internacional el 4 de noviembre de 2023, luego de dos meses de preparación. 

En el WECC, equipos de estudiantes de distintos países analizan un caso que involucra la evaluación de un programa ofrecido por una organización no gubernamental. Cada equipo trabaja de manera conjunta desde su sede nacional, y prepara un documento que transmita su comprensión de cuestiones clave en el caso, una metodología de evaluación y sus recomendaciones de seguimiento y monitoreo. 

El caso es presentado en inglés, pero los equipos pueden utilizar inglés, francés o español para redactar el texto. Deben producir el documento en un día, dentro del plazo de ocho horas —siete para los países de habla inglesa—, y son calificados por un panel internacional de experimentados evaluadores de programas. 

Además de México, la competencia internacional contó con participantes de Benín, Canadá, Colombia, República Checa, Ghana, India, Mongolia, Nepal, Níger, Nigeria, Pakistán, Uganda, Estados Unidos y Zimbabue. Canadá, Nigeria y Estados Unidos se llevaron los tres primeros lugares. 

Para Dávalos Mijares el tiempo de preparación fue clave, y con la asesoría de Portilla Tinajero, quien sólo participó en esta etapa previa, empezaron a identificar los elementos importantes por abordar dentro de la problemática: “Primero fue identificar la región, la zona en qué se quiere enfocar; cuál es su propósito o hacia dónde van dirigidas las acciones; cuáles son los actores principales. Empezamos a ensayar y a identificar estos puntos, haciendo análisis de los casos de competencias anteriores. Este colchón nos sirvió para que el día de la competencia fuera más fácil”. 

Inzunza Ramos coincidió en que otro de los aspectos relevantes de la participación del equipo del ITESO en esta competencia fue la forma anticipada en que se organizó todo: “Pensamos en cómo íbamos a estructurar el texto, cuáles eran los instrumentos que íbamos a poner, incluso recursos gráficos, figuras o tablas. Nosotros nos pusimos de acuerdo, armamos un documento para definir cómo se iba a abordar más o menos el caso. También durante unas semanas estuvimos practicando cómo crear los indicadores, cómo manejarlos y cuáles se verían”. 

El equipo se dividió tareas, con algunos de los integrantes dedicados al análisis de la parte cuantitativa y de diagnóstico de la región a evaluar, otros que trabajaban más en la identificación y el mapeo de los actores objetivo del programa, y otro más en los indicadores de éste. Una vez reunida la información, diseñaron dos matrices de seguimiento que les permitieran trabajar al final en un documento. 

“Si bien habíamos asignado roles específicos, al final hicimos muchas cosas en conjunto, por la naturaleza del documento. Se trataba de desarrollar una metodología específica en la que primero tienes que determinar el problema, y con base en eso, hacer una cadena causal; teníamos que hacer una matriz en la que identificamos insumos, actividades, resultados e impacto de este programa para después hacer otra matriz de seguimiento. Entonces, sí, nos dividimos partes del trabajo en las que una persona era responsable de conjuntar la información y darle sentido, pero el resto tenía que ver con muchísimo trabajo en equipo”, explica Baruqui Vázquez. 

El caso implicó varios retos, entre ellos la búsqueda de indicadores, pues a diferencia de México, donde muchos datos se transparentan en un modo más claro que en otros países, cierta información accesible de Kenia databa de 2012, por ejemplo; otro desafío fue el idioma, pues los estudiantes debieron trabajar con documentos técnicos y fuentes de estadísticas muy especializadas. 

“Un reto, el más importante, fue la coordinación entre nosotros, trabajar con equipos de trabajo es difícil. La realidad es que poco se nos enseña en nuestra formación educativa básica o media superior a trabajar en equipo. Un área de oportunidad de todas las carreras es enseñarnos que, en la vida real, aunque te caigan mal, vas a tener que trabajar con otras personas”, señala Reynoso Ochoa. 

Para Baruqui Vázquez fue muy satisfactoria la experiencia en el WECC pues significó poner a prueba los aprendizajes de la licenciatura: “Haberlos aplicado bajo presión y en equipo fue muy significativo para mí. También, a nivel personal, logré consolidar mejor estas amistades. Quieras o no, aprendes muchísimo en esas ocho horas, a resolver en el momento algo que tiene que salir. También nos sirvió para asumir liderazgo en ciertas partes del documento, lo que implica ser más conscientes de nuestras fortalezas. Es gratificante en el sentido de que reconoces las capacidades que tienes y las pones a disposición de un trabajo colectivo”. 

Reynoso Ochoa, quien ya tiene experiencia profesional trabajando en instancias gubernamentales de evaluación y auditoría, destaca que este caso sirvió a los chicos para saber que el diseño de una evaluación de un programa es una actividad por la cual pueden trabajar y obtener una remuneración: “Eso es algo muy valioso porque son chicos que están estudiando todavía o algunos están próximos a egresar. Es una experiencia no laboral, pero que sí te abre un campo que puedes explorar. Yo soy de la Universidad de Guadalajara, toda mi formación fue en escuelas públicas, pero aquí en el ITESO se pondera mucho a los jóvenes; la verdad es que la filosofía ignaciana sí se ve materializada. Esto me reafirma que lo que hago en mi trabajo sí tiene aplicación”. 

Finalmente, Dávalos Mijares, apunta a que en la carrera de Gestión Pública les enseñan los insumos para realizar una evaluación —como diseñar la matriz de marco lógico, y la identificación de actores—, pero este ejercicio les permitió ver su aplicabilidad: “Tenemos una clase específica para eso. Podemos observar cómo evaluar el diseño y el análisis de una política, que también es una materia, pero pocas veces podemos verlo ligado a la realidad. El diseño y el análisis de una política pública yo no los había puesto en práctica, entonces fue muy interesante”. 

FOTO: Zyan André